Little black dress |16|

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Little black dress/Pequeño vestido negro/Petite robe noire

De Gambito dando poder a los Ladrones.

Jean-Luc tuerce el gesto con impaciencia, es un alfa dominante y no tolera las faltas de respeto, pero a la matriarca de los Darkholme parece no importarle.

Bella Donna empieza a desesperarse a mi lado, su olor comienza a cubrirme, como si ya fuera de su propiedad, lo que no hace más que disgustarme. Su hermano, Julien, me fulmina con la mirada cuando no me tomo la molestia de disimular al cubrirme la nariz.

Hoy es un día importante y Jean-Luc se limita a limpiarme el olor agrio de la alfa con el suyo. Es una sensación relajante, porque sé que, a pesar insistir por los Gremios Unidos, no me obligaría a escoger a alguien de la familia Boudreaux, por lo menos no ahora que hay otra opción.

Las Darkholme no son una familia de Ladronas o Asesinas, son más una mafia que un gremio, pero han sabido imponerse en nuestro territorio, haciendo alianzas y comerciando de manera civilizada.

Sus filas están conformadas por mujeres en su totalidad, lo que hizo que los Asesinos no quisieran unirse a ellas, Bella Donna solo tiene suerte de ser alfa y poder heredar.

Por otro lado, los Ladrones somos astutos y Rochelle no dejaría a Jean-Luc pasar por estúpido, más sabiendo mi destino.

Me gusta pensar que ella se preocupa por mí, quizá más como una madre que como un líder mientras que Jean-Luc solo se mueve por el instinto de protegerme, como mi alfa jefe, pero escucha a su omega y es por eso que tengo permitido elegir.

—No te encorves— me susurra mi padre.

Le hago caso, porque escucho los pasos aproximándose.

Las líderes de Darkholme atraviesan el lugar hasta llegar a nuestra mesa, solo logro asimilar la altura de la omega y la ceguera de la alfa antes de que el pequeño vestido negro entre.

Inmediatamente, algo en mi interior cobra vida y el olor a hoja secas golpea mi nariz. Es automático, mi olor se libera incluso antes de ver su rostro.

Hay un par de ojos relucientes, unos labios gruesos, un mechón de pelo blanco, un par de guates blancos y, oh, el pequeño vestido negro que se desliza por sus muslos al sentarse a mi costado.

Hay algo en ella, con cómo me ve, que me hace agudizar mis sentidos.

Su corazón se ha acelerado tanto como el mío, su boca está ligeramente abierta y nuestros aromas se han mezclado con un deje de posesión.

Soy vagamente consciente de que las charlas continúan a nuestro alrededor, pero no puedo salir de la burbuja de la alfa del pequeño vestido negro.

—Así que a esto te referías cuando hablabas de una unión inminente para Rogue, alfa.

Una risa.

—Siempre veo lo mejor para nuestra cachorra, Raven.

—¡No es justo! ¡Él es mío! ¡Se supone que era mi destinado!

Jean-Luc no me reprende, por lo que continuo solo escuchando a medias.

—Callate, Bella Donna. Marius, es una pena que nuestros Gremios no puedan unirse, pero Le Diable Blanc ha hecho su elección y ahora los Ladrones y las Darkholme nos volvemos familia por la alfa y el omega. Como es su destino, Remy nos ha dado a los Ladrones la alfa más poderosa.

Rogue, mi alfa, sonríe y mi lobo aúlla de felicidad.

La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]Where stories live. Discover now