Capítulo 2

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-¿Aun no has sabido nada de tu chico misterioso? -preguntó Michael apenas saliendo de clases. Parecía mas bien una emboscada. Siempre me preguntaba lo mismo haciendo que me frustrara y pensara más en el tema. Había planeado buscarlo, pero no lograba encontrar nada de él.

-¿No podrías tan siquiera llamarlo por su nombre?

-Tu chico misterioso Josh.

-Dios... -suspiré.

-¿Entonces no lo es?

-No lo sé.

-Averígualo.

-Ya lo hice.

-Y...

-Nada de nada.

-Buscar en internet no es todo lo que puedes hacer.

-No soy una acosadora, ¿de acuerdo?

-Pero yo si -dijo con una sonrisa.

Lo vi alejarse y yo me dirigí a la biblioteca. Tenia que estudiar algunas cosas.

Estuve ahí horas, consultando libros. Prefería hacer estas cosas solas ya que cuando estaba con las chicas lo único que hacíamos era hablar y no nos concentrábamos en nada. Tenía que memorizar todas estas cosas en mi cabeza, pero no podía. Todo era culpa de Josh. Tal vez si no se hubiera ido así de la nada no estaría como lo estoy ahora.

Justo en ese momento Michael apareció de la nada y cerró mis libros de golpe, arrastrándome con él.

-¡¿Qué haces?! -reclamé- Tengo que estudiar.

-Ya no.

-¿Adonde vamos?

-¿Alguna vez te dijeron que te morirías de hambre si fueras detective? -me respondió con otra pregunta.

-¿A qué te refieres? -estaba desconcertada.

-Me refiero a que encontré a tu chico misterioso -hizo una pausa- Josh.

-¿Qué? ¿En serio? -pregunté emocionada.

-Si, aquí en el campus.

¿En el campus? Vaya, si que soy mala investigando. Nunca me lo imagine.

Michael me llevo por toda la universidad hasta que llegamos al campo de beisbol donde nos detuvimos. Ahí estaban Courtney y Blake viendo el juego. Fuimos hasta ellos y nos sentamos. Al parecer íbamos ganando. Desde que me senté nuestro equipo habían hecho dos home run y todos vitoreaban. Eventualmente ganamos.

Cuando todo el equipo se comenzó a reunir lo vi. Mi corazón se aceleró como el de una adolescente al encontrar a su primer amor. No sabía que rayos me pasaba. Ni siquiera cuando estaba con Blake me ponía así. Él reía y abrazaba a sus compañeros de equipo por la victoria.

-Josh Garg. 23 años. Quinto semestre. Se tomo un año sabático el cual lo paso en Londres. Todo concuerda. ¿Es él?

Una de dos: o yo soy pésima investigando o Michael es un asesino serial.

-Si -fue lo único que pude articular.

-Tengo un amigo que por lo que veo también es su amigo.

-Vamos.

Mientras caminábamos trataba de parecer lo más tranquila posible. Todos sus amigos se fueron y se quedo solo con el que Michael conocía. Cuando al fin llegamos, el amigo de Michael lo saludo y se fueron hablando dejándonos a Josh y a mí a solas. Él me observaba detenidamente sin decir ni una sola palabra. Estaba como petrificado. Fui yo la que rompió el silencio.

-Hola.

-¿Qué haces aquí? -preguntó él algo agresivo.

-¿Perdón? -me sentí ofendida- Estudio aquí -dije a la defensiva.

-Ah.

Hubo una pausa. Yo estaba desconcertada. Después de lo que paso no tenía derecho a tratarme de esa manera.

-¿Qué te pasa? -pregunté.

-Nada. Simplemente no esperaba verte aquí.

-Yo tampoco.

-Olvidemos lo que paso en el avión.

-¿Qué?

¿Como podía estar pidiéndome eso?

-No significo nada, ¿de acuerdo? Tan solo fue una pequeña aventura que no necesitamos recordar. Y la verdad no creo que seamos indicados el uno para el otro -dijo secamente.

Quería golpearlo.

-¿Sabes que? Pienso completamente lo mismo.

Sin decir nada más me fui.

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