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No todo es color de rosa en la vida, Mikasa comenzaba a darse cuenta de aquello y odiaba tener aquel sentimiento, quería que su hermoso castillo de arena nunca se derrumbara. Que todo fuera un bello cuento de hadas, dónde el príncipe siempre vuelve en busca de su bella chica.

Fantasiaba siempre con eusa bella historia, quería que todo lo que sus sueños decían se hiciera realidad, lo necesitaba. No podía pensar en el simple hecho de separarse de su esposo, lo amaba y tenía una bella hija con el, un bello producto de su amor. Su único sueño era poder darle a su hija lo que ella nunca tuvo, era su única esperanza y la única que le seguía dando vida.

Su mente imaginaba una bella tarde, su esposo en el jardín conversando con sus amigos y ella sentada a su lado, tomándolo de la mano y ver a su pequeña hija correr por todo el jardín. Sonriendo y riendo, era algo que siempre quiso, y quería cumplir sus sueños. Aunque era demasiado difícil cuando tú esposo ya no piensa lo mismo.

Tal vez estaba exagerando, pero sinceramente era lo que ella ahora sentía. Desaparecer por tres días no era algo de juego, tampoco el hecho de la manera en que el la trato, estaba molesta, y como no estarlo. Cuando tú esposo se va dejándola sola. Quería gritarle, golpearlo, quería una respuesta de parte de el, no era Justo lo que estaba sucediendo ahora, tenía que ser fuerte por su relación, por su hija. Por su familia.

Tomo a la pequeña bebé en brazos y comenzó a arruyarla, tenía que calmarla, Lu llevaba llorando todas las noches, Mikasa quería creer que era por su papá,sin embargo la bebé no quería comer. Estaba asustada, no quería que nada le pasará, era su vida y la protegería a toda costa. Intento por última vez marcar el número de su esposo, este mando a buzón, grito con frustración.

Escucho como la manija de la puerta fue abierta, por ella entro su esposo con una sonrisa que extrañamente desapercio al verla. Mikasa dejo a la bebé en la cuna y camino hacia el, su intensión no era ocasionar una pelea. Simplemente quería hablar, pero su cuerpo reaccionó de otra manera, la pequeña mano de Mikasa estampó contra la mejilla del azabache.

Estaba molesta.

Demasiado molesta.

—¡¿Que mierda te sucede, Levi ackerman?!—exclamo con enojo—¡Cómo puedes irte y dejarnos solas!. ¡¡Eres un idiota!!.

—¡Cálmate, maldita sea!—exclamo el azabache—¡Que mierda te pasa a ti Mikasa!, ¡¡Debes entender que no soy un maldito niño al cual puedes mover a tu antojo!!, ¡¡Ya no más Mikasa!!.

—Levi...—susurro—¿Donde estabas?.

—No debo darte explicaciones, de mi vida.

—Soy tu esposa.

—JAJAJA, si mi esposa—exclamo con sarcasmo—Tengo cosas que hacer.

—Levi—susurro y lo tomo de la mano.

—¡¡Suéltame!!—exclamo—¡¡No quiero que me toques!!, ¡¡Me das asco Mikasa!!, ¡¡Me estorbas!!, ¡¡Vete!!.

Entonces fue cuando Mikasa reaccionó, dejo escapar unas cuantas lágrimas y con su dedo pulgar las seco una por una. Sin esperar algo más, estampó otra chaquetada contra la mejilla del azabache.

—Maldito Levi—susurro—Te odio.

Se dió la vuelta y tomo a la bebé en sus brazos, de la mesita de noche tomo las llaves del coche y camino hacia la puerta. Siendo impedida por el azabache.

—¡Maldita sea, déjame pasar!—exclamo molesta.

—Tu vete, mi hija se queda—la fulminó con la mirada.

—JAJAJ, ¿Tu hija?. Por favor no me hagas reír, gaste aún lado—pidio.

—Dejame a mi hija—volvio a fulminarla con la mirada.

—¡¡No es tu hija Levi!!—exclamo molesta de nuevo—Si Lu te importará, no hubieras escapado.

El azabache bajo la guardia de inmediato, se hizo aún lado. Mikasa suspiro y salió de la casa, dejadandolo solo. Subió al auto y lo arranco de inmediato, lágrimas comenzaron a salir sin algún permiso.

Las cosas había tomado un rumbo diferente.

Uno que ella no estaba lista para enfrentar...






Continuara...🙃

~~Te Necesito Chica~~ (Levi y Mikasa)Where stories live. Discover now