Carlotta no sabia que hacer con su vida, hasta que Alec se cruzó en su camino llevando a su hija en brazos. El problema: su mejor amigo, James, estaba a su lado. Dos hombres guapos que nunca la mirarían dos veces, o si.
Carlotta no sabia que hacer con su vida, hasta que Alec se cruzó en su camino llevando a su hija en brazos. El problema: su mejor amigo, James, estaba a su lado. Dos hombres guapos que nunca la mirarían dos veces, o si.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita u...