▼Sus piernas derramaban abundantes gotas de sangre, recorriendo la blanca piel cubierta de fango. Sus músculos se desgarraban con cada zancada que propinaban sus frágiles extremidades. La carne le ardía, su piel se arañaba con las ramas y espinas del espeso bosque oscuro, y su llanto afligido se mitigaba con los grotescos sonidos intimidantes de su alrededor. Sus pasos apresurados cada vez iban disminuyendo, su respirar se dificultaba; no tardaría en colapsar derrotada. ¿Por qué osaba la madre luna a destinarla a una brutal realidad? Nunca creyó que terminaría en un solitario y espeluznante bosque, corriendo apresurada y aterrada para que ésos feroces hombres lobo no la descuartizaran viva. ¿Acaso no era una de las omegas más fuertes? ¿Acaso no era la hija de dos castas de lobos más antigua y pura que había? No... esto era la realidad, una omega jamás sería una de las más fuertes, acabaría siendo vencida ante ésos alfas que corrían tras ella; su queridísima progenitora no la salvaría esta vez, no... moriría, y sólo porque la madre luna le dio la espalda. ▼ ❌ Se prohíbe la adaptación, copia o traducción de esta obra sin consentimiento del creador; sé original ❌ ✔ ¡Di no al plagio! ✔ © 100% original © ¡Obra registrada en SafeCreative!