Una noche. Solo una noche y una aventura fue lo que me unió de por vida a ese hombre. A ese... insoportable, grosero y déspota que se hace llamar el padre de mi bebé. Estar cerca de él es como estar en una tormenta eléctrica que amenaza con golpear a algunos de nosotros con un rayo. Pero estamos obligados a convivir, así que debemos aprender a vivir en esta tormenta Egipcia.