¿Te atreverías a jugar con un monstruo? Su rostro exhibe una sonrisa encantadora, como si pudiera oler el miedo y anticipar la victoria al atrapar una nueva presa. Este no es el típico monstruo de fantasía; es real, atractivo por fuera, con una sonrisa cautivadora y un encanto deslumbrante. Descubrir a este monstruo va más allá del miedo; implica que nuestra sangre manche su apariencia perfecta, sus labios formen una sonrisa sádica y con eso nos revele que ya no hay vuelta atrás, que una vez entras en el juego de un monstruo, ya no puedes salir.