Ser un príncipe no es fácil, es algo sobre lo que no tenes opción, es aterrador, da miedo y te consume la vida de mil maneras, al menos esa era la manera en la que lo veía Eirik. Todo cambió en esa fiesta de cumpleaños donde conoció a las dos personas que cambiarían drásticamente su forma de pensar y sentir, de vivir y amar. Henry y Alex estaban en la mejor parte de su vida, después de muchos líos y de retos superados, creían que podían descansar o eso era hasta que la llegada de un joven e inexperto príncipe revoluciona sus corazones. Estos tres chicos deben de descubrir que es lo qué sienten, y si hay alguna manera de poder ser felices.