Eva, una chica sencilla y algo antisocial, le aburría las bodas, y no iba a ser la excepción la de su madre, y peor si se casaría con el profesor de matemáticas, que odioso señor, ella sabía que el solo estaba interesado en la linda casa que tenían ella y su madre. Juró que si ella no se levantaba que esa silla se quedaría dormida viendo el vals de su madre y padrastro, y fue cuando salió al patio del salón, se dio cuenta que había una hermosa luna llena, y lo vio a él, pero muy normal el chico no era, una tez blanca y sus ojos... sus ojos eran púrpuras, sabía que tendría que conocerlo y intentar encontrar la razón del porqué sus ojos eran de tal color... lo que ella no sabe es que será algo difícil.