Si puede ocurrir, ocurrirá. Demasiado fuerte e independiente, con la planificación de una boda de gran nivel pesando sobre sus hombros y la humillación a la que la expone su marido, lo que menos necesita Frances Midford son las insinuaciones indecorosas de un sirviente que podría mostrarle que la liberación que busca puede ser... muy perversa.