No hay marxismo como tal. Se trata de un híbrido dual. Es la cuarta generación de un antiguo sistema operativo mental transitivo, de carácter axiológico y misional de tipo taxativo conocido como la primera vía mazdeísta que derivó en zoroastrismo, luego en el judaísmo, el cristianismo y por último en el marxismo y su híbrido, el mal llamado capitalismo.