Charlotte Maxwell lo tenía todo: éxito, fama, riqueza y una familia maravillosa, pero en su mundo real, las luces del espectáculo se apagaban por completo al no tener a su lado lo que más anhelaba y que parecía imposible de conseguir. Su vida personal era un infierno solitario. Todo lo que había construido se desmoronaba cuando llegaba la noche y se encontraba sola en su cama, preguntándose si alguna vez encontraría la felicidad. Matteo Maccari también tenía todo lo que quería y deseaba, pero estaba atrapado en un mundo de mentiras y apariencias, escondiendo sus verdaderos deseos detrás de una fachada de perfección. Cuando conoció a Charlotte, todo lo que había mantenido oculto empezó a salir a la luz, desencadenando una cadena de eventos que cambiarían sus vidas para siempre. El cruel destino los unió y los llevó a creer que el amor era solo un juego de niños, pero pronto descubrieron que el juego se había convertido en una obsesión enfermiza, una lucha implacable por alcanzar aquello que parecía imposible. Sus sentimientos se intensificaron día tras día, convirtiendo su amor en algo tan prohibido como intenso, lleno de pasión y dolor.