Hay quien dice que todos estamos conectados, como las raíces de un árbol a su tronco. Que hay lazos tan fuertes que pueden trascender incluso una vida. Que aquellos con quienes nos relacionamos de una forma en esta vida pueden acabar de forma distinta en otra. Que las redes se redistribuyen, pero nunca se rompen realmente. Que todos formamos parte del mismo todo. ¿Y si todo eso fuera cierto? ¿Y si es verdad que dos almas, cuando están muy unidas, pueden trascender de lo mundano para prevalecer ante el paso del tiempo y de la vida misma?