𝘓𝘢𝘻𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯 𝘦𝘭 ＴＩＥＭＰＯ

ＣＡＰＩＴＵＬＯ ＵＮＩＣＯ

Por fin había llegado el momento. La cima del Monte Corona, ambos frente a frente. El sol descendía a sus espaldas. Él sonreía ampliamente. Sus ojos tenían un brillo de locura, tan distinto a su matiz juguetón y curioso de antes. Sus ropajes también eran distintos... Todo lo era ahora.

  - ¿De verdad este eres tú?- Akari empuñó las manos -¿Por qué?

Volo frunció el ceño y apuntó a la joven, indicándole a Spiritomb que atacara. En respuesta, Braviary se interpuso, frenándolo con Brillo Mágico.

  - Mi auténtica devoción siempre fue para Arceus. Nadie merece el honor de conocerlo más que YO- Extendió el brazo -¡Entrégame las tablas! No me obligues a matarte

Akari rodó sobre sí misma, esquivando el campo tóxico que por poco le cayó encima.

  - Creía que significaba algo para tí- Se llevó las manos al pecho -Que lo nuestro era real... ¿Todo fue un truco? ¿Sólo me utilizaste? Al menos ten la consideración de responderme esa duda

  - ...- Volo apretó los dientes y empuñó una de sus manos. Parecía como si la joven hubiera tocado fibra sensible -¡Cállate y lucha!

  - ¿De habernos visto en circunstancias distintas te habrías quedado conmigo en vez de traicionarme?

Arcanine escupió una mortífera llamarada de fuego que estuvo a punto de calcinar a Braviary. Akari lo relevó por Rypherior.

  - ¡Basta!- Gruñó el rubio -¡Nuestros caminos jamás se cruzarán!

  - Dímelo, Volo. La verdad. Al parecer, no soy la única que sufre con este combate. Con nuestro choque de ideales y verdades

El rubio se encaró a la joven, apretando su hombro con fuerza. Akari posó su mano sobre la del hombre, sin amilanarse ante su mirada hostil.

  - Te amo, ¡pero tenías que ser TÚ!- Empuñó una mano -La muchacha caída del cielo. La que salvaría Hisui y echaría a perder mis planes. ¡La verdadera elegida del gran Sinnoh! He pasado tantos años tratando de cambiar este mundo, de modelarlo para no vivir más sufrimiento... He dedicado mi vida a investigar las ruinas para presentarme ante Arceus, y tú que llegaste de la grieta... ¡Tú...! ¿Por qué tienes que ser tú? ¡Yo merezco ese honor más que nadie! Yo, que porto la sangre de los sinnohítas. ¡YO!

La joven cerró los ojos y se mordió el labio. Intentó acercarse al joven para abrazarlo, pero él la rechazó... Por primera vez.

  - Ya no hay marcha atrás, Akari- La voz de Volo se suavizó -Tú elegiste tu camino, y yo el mío. Pero...- Suspiró -Me habría encantado poder compartir una vida contigo. Tendrá que ser para la próxima vez que pisemos este mundo, porque...- Sonrió -No pienso renunciar a mi sueño de toda la vida

La joven apretó los puños, sintiendo la garganta apretada. Le dolía ver cómo recuperaba y perdía a Volo —el que ella conocía— una y otra vez. Parecía seguir inseguro de qué debía hacer. Pero supo que ya no había remedio cunado alzó los brazos y un agujero de gusano de abrió detrás de él, emergiendo un Pokémon de dimensiones enormes que Akari jamás había visto antes.

  - Te amaba- Volo apretó los dientes -Tal vez todavía lo hago, pero también te odio. Te odio por el mero hecho de haber aparecido aquí y torcer todo, ser la variante en mi ecuación que no me permite completar la fórmula. ¡Tenías que echarlo todo a perder, maldición! Nunca dejé de preguntarme... ¿Por qué tú? De verdad... ¿Tan cruel es el destino y el gran Sinnoh para hacerme sufrir así? ¡¿Por qué la mujer de la que me enamoré tiene que ser también a la que aborrezco?!