Teresa vive recluida en Oerwoud, un lugar en el que un día podrías aparecer muerto en la calle y a nadie le importaría, separada por un muro gigante de los que la crearon, los humanos. Hubo un día en el que sus antepasados fueron parte de sus experimentos y ahora ella, y los miles que conviven con ella, deben pagar el precio. Pero todo cambiará cuando Teresa sea capturada por un grupo de furtivos y obligada a entrar el mundo de los que le han estado dando la espalda durante tanto años.