Grace regresa a su ciudad natal después de cinco años. Un lugar tan hermoso como Montreal le arrebató la vida a su padre y a su hermano, y aunque al principio no supo cómo superarlo, ahora está decidida a cumplir todas las promesas que dejó allí antes de marcharse. Vuelve a empezar donde todo terminó. Alquilar un piso para sus próximos años en la universidad, reencontrarse con amigos de la infancia y recuperar momentos perdidos suena algo perfecto. Pero la perfección no existe y las grietas del pasado pueden quebrarse con un solo toque. Declarar culpable a Jaden Walker sería lo más apropiado, pues, a Grace le parece el chico más arrogante, enigmático y atractivo que ha conocido en toda su vida. Sin mencionar que, comparten más cosas de las que a ella le gustaría admitir. El mundo era lo suficientemente grande como para no haberse conocido nunca y, sin embargo, llamémoslo destino o casualidad, había decidido poner en su camino probablemente a la única persona que podría destruirla.