Richie y Eddie al fin terminaron sus seis años de educación mágica en Hogwarts, pero, como en todo sistema burocrático las prácticas no son una opción. En un ejemplo de mala suerte para Eddie y mano del destino para Richie, terminan bajo el mismo techo con un problema que es una paradoja. ¿Podrá Eddie admitir ese secreto que se desgasta cada vez que Richie usa algún apodo cariñoso? Un dragón extraño, sangre y obviamente Trashtalk.