Segundo libro de la trilogía "Guerreras de Algia" (No es necesario leer el libro anterior o posterior a este). Los cuentos de hadas nos engañan. Crean una bella telaraña de falacias y engaños en la cual nos dejamos envolver, fascinados, y solo nos damos cuenta de la trampa cuando esta ya nos ha asfixiado. En el bosque no brillaban las flores; el hielo quemaba cualquier intento de vida. El lobo no era el malo; nunca lo fue, ya que la historia siempre es escrita por el vencedor. Caperucita no cargaba con una canasta de ricos aperitivos, junto a ella resplandecía el brillo de la plata. El lobo sí que corrió, dejando tras de sí un rastro color rojo escarlata.
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