(Nota de la escritora para ti: en el instituto donde estas hay diferentes horarios además que hay dos cafeterías pero la segunda es mas para profesores y estudiantes mayores. Ahora si comiencen)
Después de una larga caminata por fin llegue a la cafetería que por cierto era muy grande. Sinceramente es raro estar en una cafetería con mesas para comer a la intemperie ya que en mi antigua universidad no era así allí solo había una tienda donde compras cualquier golosina y chaufa con ceviche o milanesa (xd), como revoluciona el mundo.
Me pare a hacer la fila agarrando una bandeja creo así le llaman, cuando llego mi turno me quede asombrada si voy a comer todas estas comidas (que no sé cómo se llaman pero que se ven sabrosas) todos los días me quedo para siempre.
- Disculpe, ¿Qué va a querer? – me pregunto la señorita que atendía o servía - oh, si...este ¿Cómo se llama esto? – apunte unos tallarines negros con un huevo frito encima– esto se llama Jjajangmyeon, se lo recomiendo como usted es latina, seguro le gustara – sonrió muy amable, le devolví el gesto – gracias si lo quiero – la señorita coloco un plato de ese platillo en mi bandeja con otros acompañamientos como arroz y salsa – no se olvide su botella de agua y fruta – amo este lugar. Pensé – gracias - me incliné y sonreí.
Empecé a caminar a alguna mesa donde poder sentarme, pero tristemente todas estaban llenas, excepto una que estaba un poco apartada de los demás, pero allí había una chica con lentes y frenillos vistiendo el uniforme de educación física leyendo un libro. Espera ¿Qué no era obligatorio venir con uniforme el primer día?, me descoloqué totalmente pero no le di muchas vueltas
- Hola – salude con una ligera inclinación, ella solo bajo su libro y miro a ambos lados luego se apuntó – me... ¿hablas a mí? – pregunto atónita. Okey esto es raro – ehh... ¿sí? – sonreí un poco incomoda, me di un lapo en la frente por mi tonta respuesta anterior – que digo, si te hablo a ti – sonreí cálidamente o eso espero – silencio se quedó analizándome, como asustada – este...¿me puedo sentar? – pregunte, ya me estaba cansando de seguir allí parada – solo asintió pero para mí fue suficiente – me llama ____ Jones es un placer – me presente con una sonrisa – y-yo so-soy Lim Joo-kyung – se notaba muy nerviosa, pero no sabía la razón.....AGUANTA ¿Qué paso con el sonido de la cafetería?.
Miré a mis alrededores y caí en cuenta que todo el maldito alumnado nos estaba mirando más concisamente a mí.
- ¿Se les perdió algo? – pregunte en voz alta, no me gusta la atención sinceramente – ellos te miran porque te sentaste conmigo – deje de mirar alrededor para poder mirarla, estaba cabizbaja – ¿y que tiene? – pregunte, no sé qué sucede aquí – que yo soy la fea, la nerd, e-el bicho ra-raro – dijo con los ojos cristalizados mientras me miraba. Que feo que se describa a ella misma así pero ya no mas – jajajajaaja no digas tonterías, eres una persona como yo, eres igual a mí. Que te valga un pepinillo lo ellos piensen de ti. Además, tú no eres fea no sé quién te dijo tal barbaridad, pero es mentira es como decir que yo soy plana como esas – ella lloraba desconsoladamente, me acerque a ella y la abrase. No me importaba que medio estudiantado me mirara con sorpresa y la otra mitad con asco. Me vale
Pasado ese momento emotivo para mí me senté nuevamente y empecé una conversación con mi nueva amiga así es señores y señoras mi primera amiga en esta universidad de locos, lo bueno es que ella esta cuerda, pero me sentía incomoda es que no dejaban de mirarnos, casi diez minutos después dejaron de mirarnos para ocuparse en sus propias vidas, gracias. Tristemente mi vida está llena de infortunio porque las puertas se abrieron dejando ver a las tablas de planchar junto a los "chicos populares", buscaban algo o más bien dicho a mí y si...me encontraron y se empezaron a acercar a nuestra mesa.
- Tengo miedo – escuche murmurar a mi amiga – ¿por qué? – me desconcertó su comentario – ellas desde primaria me molestan por mi aspecto físico – malditas, ya no mas hora feliz. Van a conocer a la verdadera ____ y se los juro no será para nada bonito – ¿así? Veremos si se atreven a tocarte o insultarte en mi presencia – esperamos que se terminaran de acercar.
- Pero miren que tenemos aquí – hablo una de ellas – la nerd junto a la rarita que gran dúo – si las miradas mataran ella ya estaría tres metros bajo tierra – ¿alguien les dijo alguna vez que son personas increíblemente promedias? – ellas me miraron confundidas – ¿qué? – pregunto una de las chicas, los chicos y mi amiga se reían – puedo explicártelo, pero no puedo entenderlo por ti – ellas seguían desconcertadas, yo me reía por sus caras – BASTA – grito una de las chicas - saben chicas no les hice nada ni mi amiga, así que les propongo un trato ¿ven ese cartel?
Todos los presentes (que estaban en nuestra mesa) se voltearon a ver ya que el cartel estaba a sus espaldas.
- Como leen allí, hay un concurso de canto – todos me miraban confundidos – ¿y que con eso? – pregunto una de las tablas – bueno...el trato es que si gano ustedes dejaran de fregar la vida de los demás. Además, serán mis esclavas personales y deberán obedecerme en todo – ellas se veían un poco asustadas. ¡Bingo! – ¿en todo? – me recargué en mi asiento – sí, en todo y... ¿aceptan? – se miraron y se veían decididas – aceptamos, pero si ganamos tú serás nuestra esclava – les sonreí con toda la maldad y rivalidad floreciendo en mi – está bien. Ahora lárguense y no jodan más hasta después del concurso, claro si es que ganan – ellas iban a protestar – es una cláusula del trato.
Sin más las chicas se fueron, pero ciertos chicos ni se movieron
- Si les lanzo una rama, ¿se irían? – ellos obviamente se ofendieron – oye no seas grosera – me reprendió mi nueva amiga – bueno.... Sus tablas se van ¿no van a ir con ellas? – les apunte a las chicas que ya estaban saliendo de la cafetería – no son tablas y además no es como si tu tuvieras un cuerpazo – se burló el dientes de conejo. ¿Dijo que lo mate? – jjajaja sí que tienes agallas niño, pero si te das cuenta este uniforme no es tan ajustado. Además, si son tablas conejo no es mi culpa que así te gusten – él se acercó peligrosamente a mí, con su cara de conejo rabioso. Su rostro estaba tan cerca que podía oler su colonia de marca – me dijiste ¿niño? – pregunto escupiendo las palabras en mi cara, me pare del asiento y lo confronte como si una cara bonita pudiera vencerme – si ¿algún problema con eso? Mo-co-so – todos sus amigos me miraban sorprendidos y mi amiga me miraba con desaprobación – si no me vuelvas a llamar así o – lo interrumpí. Oh no conejito a mí nadie me amenaza. Pensé – ¿o qué? ¿Me golpearas? – acercándome más casi tocando su nariz, el sonrió divertido y yo lo imite – no, hare algo mejor – y el muy tarado trato de besarme, pero ¿Qué creen? esta historia no es cliché – lo esquive y le metí un puñetazo, nada de lapitos, los puñetes son el futuro.
Todo paso en cámara lenta el cayendo al suelo, todos (facultad) mirando la misma escena, yo comiendo una de mis papas. Sus amigos se acercaron a auxiliarlo, mi amiga se escondió detrás de mí, quien sabe por qué.
- Que te pasa loca – me dijo el chico rubio a simple vista adorable – ¿loca yo? El trato de besarme sin mi consentimiento lo que se puede considerar abuso sexual – lo mire fijamente, nos matábamos con la mirada – así que si no tienes fundamentos para llamarme así, te disculpas o reporto a tu amigo con la policía porque tengo testigos, y si dije policía no director, ya que seamos sinceros el director no va hacer nada – todos sus amigos me miraron con los ojos muy grandes, bueno hasta donde llegan – jimin discúlpate, ella tiene razón y tú también jungkook – les ordeno un chico moreno, namjoon creo, jungkook se acercó después de pararse dejando a la vista su mejilla roja, ¿tan fuerte le di? – no me disculpare jamás – dijo y el enano lo repitió – les sonreí divertida – está bien, bueno fue un gusto haberlos conocido libres – agarre mi celular y empecé a marcar el número de la policía, yo nunca bromeo con algo así – no no espera, se disculparan – me dijo el tal seokjin empujando a los dos incriminados – lo sentimos – dijeron en un susurro – ¿Qué? no los escuche – me cruce de brazos y mire mis uñas – que lo sentimos – gritaron, sonreí en grande divertida claro. Ahora a recoger su dignidad – chévere se pueden ir – les hice la señal y me volví a sentar, mi amiga me siguió y empezamos a conversar ignorándolos o bueno yo, ella seguía mirándolos.
Hasta que se fueron no sin antes los dos afectados me dijeran al oído que me arrepentiría no sé de qué modo se vengaran, pero la venganza es mala, mata el alma y la envenena. Sin embargo, si ellos se vengan yo les voy a devolver el doble de lo que me hagan o a mi amiga por que vi que esos también miraban a mi amiga. A mí me pueden hacer de todo, pero no a mi amiga si la tocan un pelo se arrepentirán y yo soy misericordiosa, no señor.