Atemporal

By s0l_26

68.2K 8.8K 3.9K

Una venganza que destruirá más de un corazón. More

Información Importante.
1. Perfecto.
2. Habitual.
3. Cauto.
4. Patético.
5. Débil e Imperfecto.
6. Risueño.
7. Preocupado.
8. Acosador.
9. Huraño.
10. Herido.
11. Avergonzado.
12. Amable.
13. Incómodo.
14. Acorralado.
15. Salvaje, primitivo, visceral.
16. Homeless.
17. Desnudo.
18. Feliz.
19. Irreal.
20. Miserable.
21. Emocionado.
22. Ilusionado.
23. Desconcertado.
24. Incómodo.
25. Relajado.
26. Encantador.
27. Amado.
28. Estúpido.
29. Mentiroso.
30. Roto.
31. Mala decisión.
32. Confundido.
33. Silencioso.
34. Amable.
35. Tranquilo.
36. Coherente.
37. Incómodo.
38. Absurda.
39. Desastroso.
40. Enamorado.
41. Horrible.
42. Triste.
43. Miserable.
44. Sincero.
45. Injusto.
47. Rendido.
48. Imperfecto.
49. Vulnerable.
50. Mejor persona.
51. Afortunado.
52. Cariñoso
53. Versátiles
Agradecimientos Finales.

46. Despreciable.

1.4K 170 136
By s0l_26


Salí de cuerpo cuando me di cuenta que le estaba costando respirar, yo era pesado, y aunque Ian no era pequeño, mi peso no era menor.

Ian no se acurrucó a mi lado, como siempre lo hacía, pero por lo menos no se alejó de mí.

—Te amo Ian —dije nuevamente, sólo para recordárselo.

Él rió con desgano y se giró para dejar su frente en mi hombro y apoyar su mano en mi abdomen donde aún había rastro de su descarga.

—Deberás esperar un poco para que lo diga —susurró.

—¿Por qué? Yo sé que me amas ¿Qué mal haría?

—No estoy preparado aún Polo, a pesar de que lo sepas, no quiero decirlo todavía —dijo más o menos enojado. Suspiré. Bueno, él podía no decirlo si quería, no es como si fuera menos cierto porque no lo diga. —Y ahora deberías ir a tu casa.

—De acuerdo —dije suspirando con fuerza antes de sentarme. —Pero tú vienes conmigo, ni pienses que me echarás luego de tener sexo. Porque claramente lo que pasa entre nosotros no es sólo sexo.

—Eres muy intenso a veces —se quejó de mala gana empujándome fuera de la cama con sus piernas. —No iré.

—Tú irás. Porque te amo, porque me amas y quiero que estés conmigo. De ahora en más, para siempre.

—Eso sonó a una declaración seria —se buró de mala gana. —Cuida tus palabras.

—¿Por qué? Si es la verdad —dije encogiéndome de hombros, pero él claramente me ignoró. —Vamos, quiero llegar al almuerzo. Apuesto que mamá y Delia también estarán felices de recupérate.

—Tú no me "recuperaste" —dijo y me giré a mirarlo.

—¿No? —consulté desafiante. Él rodó los ojos. —Contra más difícil pongas todo, más divertido será Ian —dije inclinándome a sus labios. Obviamente él respondió, sólo intentaba ser duro.

Lo guie hasta la ducha, entre protestas, y nos bañamos rápidamente antes de dirigirnos a mi hogar. No solté su mano durante todo el viaje y, sinceramente, él no pareció molesto, de hecho había una sonrisa mal disimulada en su rostro.

Incluso cuando descendimos y entrelacé mis dedos con los suyos, sólo escondió su rostro en mi hombro antes de comenzar a caminar. Luego de unos pasos, él levantó su mirada e infló su pecho orgulloso. Esa sería la presentación formal a mi familia. Ambos estábamos nerviosos.

Abrí la puerta anunciando mi llegada y Delia casi corrió a mí desde la sala, pero se detuvo y empalideció cuando vio a Ian. Sus ojos atención se fijó en nuestras manos unidas y su gesto fue de absoluto terror. 

Yo esperé alguna reacción, algunos gritos y festejos, pero ella simplemente se congeló. Ni siquiera estaba pestañando.

—Me da gusto verte también —dije de malhumor tirando de un tímido Ian para moverlo. Era evidente que luego de todo lo que Delia había dicho o hecho anteriormente él esperaba una reacción diferente, como yo.

—Es mejor que

—¡Cariño! —interrumpió una fina y dulce voz. —Pensé que no llegarías nun

Carla apareció en la nuestro rango de visión y se detuvo al encontrarse con nuestra presencia. El color de su rostro se perdió incluso más rápido que el del de Delia y sus ojos fueron directamente a nuestras manos unidas.

Ian se desligó con rapidez y hasta se movió un paso lejos de mí. Yo tragué saliva, eso iba a ser difícil y todo era mi culpa, no iba a culpar a nadie más que a mí.

—Bueno... esto es incómodo supongo —dije con mi voz más débil de lo que pretendía. —Deberíamos hablar —suspiré adelantándome para indicarles la sala, pero ninguno se movió. 

Bueno, sí, Carla se movió pero no al lugar que yo la estaba invitando, ella pasó de mí y lo próximo que oí fue un fuerte cachetazo.

Me giré lo más rápido que pude y alcancé a ver la mano de ella colgada en el aire y a Ian con su mirada dolorosa en el suelo.

—¡Lo prometiste! —gritó tirando su mano a su rostro otra vez, pero no le pegó porque Delia fue más rápida y alcanzó a sostener su brazo. Le dio un empujó y se puso en medio para proteger a Ian, algo que claramente yo no estaba haciendo. —¡Dijiste que no irías por él!

—Carla —suspiré moviéndome por fin, pero sus ojos llorosos no estaban en mí o en mi hermana, ella estaba mirando a Ian quien no le devolvía la mirada ni tenía pensado hacerlo.

Me puse frente Carla mientras Delia que se giraba a ver el estado de Ian y sujeté sus hombros. Ella estaba desbordando en lágrimas pero no le costó fijar sus ojos en los míos.

—Esto no es culpa de Ian, tú no tenías porqué golpearlo —dije intentando ser amable. —Vamos, hablemos un poco, dejemos que Delia lleve a Ian a tomar algo...

—No hace falta, yo debería irme —susurró Ian recuperando la voz. Lo miré sobre mi hombro y mi mirada le dijo todo. Él no se iría.

Delia se movió rápido para sacarlo de allí mientras yo invitaba a Carla a la sala. Ella me siguió a regañadientes y apenas mi miró cuando me senté frente a ella.

—Lo lamento —fue lo primero que dije. Carla levantó sus ojos a los míos antes de desarmarse en llantos. —Debí decir algo antes, lo lamento.

—¡¿En qué diablos estás pensando?! —gritó con fuerzas poniendo mi piel de gallina. Ella tenía unos pulmones poderosos. —¡Tú no eres gay!

—Supongo que no —respondí sincero encogiéndome de hombros. —O que no lo sabía... Carla, yo me enamoré de Ian. Ni siquiera lo pensé demasiado ¿Entiendes? Se trata de sentir... y yo me siento bien con él.

—¡No! ¿No lo ves? —consultó con desespero. Se arrastró hasta quedar arrodillada frente a mí y tomó mis manos entre las suyas. Su tono de voz disminuyó considerablemente cuando habló otra vez. —Te está usando para vengarse de mí... porque yo lo dejé. Él quizás si te guste, pero tú no le gustas Pablo, Ian te está usando.

Suspiré con pesadez y me puse de pie para alejarme de ella.

—¿No me crees? —continuó molesta. —Tú no lo conoces como yo, no sabes la clase de monstruo que es.

—Ian no es ningún monstruo —lo defendí de inmediato, con enojo.

—Y tú eres un ingenuo. Él te engaño todo este tiempo, te enamoró para que me dejes por él y

—Carla. Cuando Ian y yo nos empezamos a ver, nosotros no estábamos juntos —interrumpí. —De hecho fui yo quien se acercó a él y sí... lo hice como un plan de venganza. Mi plan. Quería vengarme de ti por haberme dejado.

Ella me observó confundida, perdida, realmente desorientada.

—Ian no es una mala persona. Yo sí.

—¿Hiciste qué? —consultó completamente en shock. Su acto de llantos se había terminado hacía minutos atrás. No respondí, ella había entendido. —¿Ian sabe?

—Se enteró cuando me besaste en el parque —dije tranquilo. Ella podía golpearme si quisiera, no me resistiría porque sabía que lo merecía. —Yo debí haber mencionado algo antes, pero no quería perderlo.

—¿Estás malditamente jodiendo conmigo? —consultó enojada. No. Enojada no era una palabra que se pudiera adaptar a su estado.

—Comenzó como una venganza Carla, pero luego ya no lo fue más. Ya no me importabas, sólo me importaba Ian y lo bien que nos sentíamos.

—¡¿Estás jodiendo conmigo?! —gritó fuerte tirando contra mí un lindo florero que mamá tenía sobre la mesa del living. Levanté mi brazo para proteger mi rostro y lo hice justo a tiempo. Afortunadamente el objeto rebotó en mí pero sólo se rompió cuando tocó el suelo. —¡¿Y por qué demonios me seguías frecuentando?!

—No quería que intentaras volver con él, porque sabía que lo harías si yo no te prestaba atención... lo lamento.

—¡¿Lo lamento?! —consultó gritando muy fuerte y largando una pesada carcajada. —¡¡Eres un hijo de puta!!

—Lo sé —dije largando un suspiro. Lo sabía. —Lo sé y lo lamento.

—Realmente creí que esta vez podíamos estar juntos, que tú aún me querías... yo pensé que cada vez que te decía que iría con Ian tú cedías porque no querías perderme —continuó completamente incrédula. —Nunca me hubiera imaginado que tú...

—Lo sé, Carla. Yo lo sé —suspiré con cansancio. —Yo tampoco pensé que podía enamorarme de un hombre, de Ian. Pero aquí me ves, perdiendo la cabeza porque él puede dejarme en cualquier momento, haciendo idioteces para que él se quede a mi lado... sufriendo como un desgraciado cuando él está lejos. Soy un idiota, un hijo de puta. Lo sé. Y lamento, realmente lamento haberte lastimado, fue mi intención al principio, pero luego ya no. Luego tú ya no tenías nada que ver en esto.

—No puedo... no puedo creerlo —continuó pero ya no estaba enojada, ella de hecho, estaba riendo. —¿Todos los hombres que me rodean son malditamente maricones?

—Hey —advertí con enojo. Carla cesó sus carcajadas y me fulminó con la mirada.

—Son todos unos maricones, asquerosos, repulsivos. ¡Me das asco! ¡Tú e Ian me dan asco!

—Es hora de que te retires —mamá se sumó a la escena ingresando desde su taller. Ella evidentemente no se había perdido nada de la charla.

Carla dio un respingo antes de girarse a ella, sus ojos llenos de terror.

—Esta es mi casa y por mucho que aprecie a tu familia no voy a permitir que insultes de esa manera a mi hijo. Así que te pido, amablemente, que te retires y nos olvidemos de estos inconvenientes.

—Pero Teresa —empezó ella retomando su papel de niña frágil, incluso las lágrimas brotaron de inmediato. —Pablo hizo algo horrible.

—Estoy al tanto. Lo hablaré con él. Pero eso no te da derecho a decir lo que dijiste y tú lo sabes —se movió a la puerta del lugar y esperó paciente a que Carla se moviera.

Carla me observó de una manera horrible antes de retirarse con su cabeza en alto. 

Eso había sido intenso.

Casi corrí a la cocina, Delia e Ian estaban sentados, tomados de mano por arriba de la mesa. Me tiré de rodillas frente a él y me abracé a su cintura. Ian no estaba llorando pero su gesto estaba roto, como ese día en el parque o luego de eso, en su casa.

—Lo lamento —dije aferrándome a su cintura para esconder mi rostro en su abdomen. —Realmente lo lamento.

—Déjame revisar tu brazo —pidió amable intentando sepárame de él. Claramente había visto la escena.

—No, quiero quedarme aquí, si te suelto tú puedes irte, puedes huir y nadie quiere eso.

—No exageres —dijo fingiendo una risa relajada, él no estaba para nada relajado.

—Polo tú y yo necesitamos hablar —la voz baja y amenazadora de mamá quemó mis huesos. Yo era un adulto pero ella siempre sería mi mamá y mi mamá enojada no era un buen augurio.

—Ahora no—dije respirando desesperadamente sobre la ropa de Ian.

—Ahora.

—Mamá, si lo suelto, se irá.

—No lo haré idiota —insistió Ian en un susurro sobre mi cabello, sólo para nosotros dos.

—Bueno, no lo culparía —continuó ella. —Y creo que eso sería lo más sano.

Lo dejé ir lentamente para girarme a ver a mi madre quien tenía una mirada juzgadora en sus ojos ¿Yo había oído bien? ¿Ella me había dicho que lo más sano sería que Ian se vaya?

—Lo amo —sentencié con mis manos débilmente afirmadas en las caderas de Ian. —Empezó de mala forma, mi objetivo era una horrible venganza, pero en el camino me enamoré. Demándame —dije sosteniendo su fría mirada. — ¿Cómo no podría enamorarme de Ian mamá? Y sí, soy horrible. Soy un ser humano despreciable. Pero este despiadado cabrón está enamorado y va a luchar por este hombre. Así que sí, tenemos que hablar de eso, de cómo tú no criaste a este idiota, pero no ahora. Ahora quiero disfrutar un almuerzo con mi familia y con el hombre que amo.








N/A: Buenas noches a todxs!! Estoy teniendo unos días super intensos y por eso no he podido explayarme más... ni hablar de "Cicatrices", sé de gente que debe estar esperando aún...

Espero estos días se pasen rápido y lleguen mis preciadas vacaciones.

Ojalá les hayan gustado estos capítulos que los escribí rapidido y sin poder revisarlos con detenimiento.

Lxs adoro! Gracias por leer, comentar y votar <3

Continue Reading

You'll Also Like

4.1K 449 25
Dicen que del amor al odio solo hay un paso, pero ¿cuántos pasos hay del odio al amor? Esta es la historia de Leo, un chico universitario que sabe qu...
192K 7.1K 54
Thiago es un chico de 22 años que vive solo con su hermana pequeña. Sus padres lo abandonaron y él tuvo que cuidar de su hermana, se convirtió en un...
868K 52.7K 43
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...