Capitulo 16: Privacidad
MARATON 3\3
Nos acercamos a ellos. Ambos estaban demasiado serios para mi gusto. Mantuve mi vista clavada en rostro del señor Malik. Su mirada color miel encontró la mía. Pude ver que no estaba nada contento.
—Ya podemos entrar a la sala —dijo Sea.
El señor Malik la tomó de la mano y casi la arrastró a su lado, comenzaron a caminar. Ella le dijo algo en voz baja y él negó con la cabeza. Miré a Ben.
—¿Entramos, cariño? —le pregunté.
Él asintió y lo tomé de la mano para, también, casi arrastrarlo detrás de ‘la parejita que no es parejita’
‘¿Puedes dejar el sarcasmo?’ —me preguntó mi conciencia.
‘¿Puedes dejar de ser metida?’ —le dije.
‘Eres tan intratable, Aimée’
‘No más que tú, Marine’
—Me cae mal ese tipo —dijo Ben. Lo miré confundida.
—¿El señor Malik? —dije.
—Si —asintió. Miré a Sea y a él… todavía la llevaba de la mano. Creciente presión de enojo en el pecho.
—¿Por qué no te cae bien? —quise saber.
—Me preguntó cosas sobre Chris…
—¿Sobre Chris? —dije extrañada.
—Si… y no sé. No me agrada.
Entramos a la sala. Sea y el señor Malik se sentaron en una de las filas del medio. Mis pasos se dirigieron hacia allí, pero Ben me tomó de la mano.
—¿Qué sucede? —le pregunté.
—¿A dónde vas? —inquirió.
—A… sentarnos allí.
—No —negó levemente y me arrastro hasta sentarnos unas tres filas detrás de ellos —Tenemos que quedarnos un poco más alejados.
—¿Por qué? —pregunté.
—Porque quizás quieran un poco de privacidad. Y a decir verdad, yo también la quiero.
Asentí y me acomodé un poco en mi asiento. Sea se giró a vernos y me sonrió. Me hizo un gesto de que fuéramos a sentarnos con ellos. Le iba a decir que si, pero recordé a Ben. ¿Qué sucede conmigo? Hoy estoy aquí con mi pareja, nada más tendría que importarme. Le sonreí levemente a la rubia y modulé un pequeño ‘NO, gracias’. Ella volvió su vista al frente.
La película comenzó. Sentí que un brazo se colocaba alrededor de mis hombros. Le sonreí a Ben y me acurruqué contra él. Mi vista salió de la pantalla para fijarse en ellos. El señor Malik estiró ambos brazos como si estuviera bostezando y luego dejó caer uno detrás de Sea. Mi cuerpo se tensó. Sentí unas ganas terribles de sacarme uno de mis caros zapatos de Versace y lanzárselo por la cabeza a ese hombre. Pero entonces Sea le quitó el brazo y lo miró con enojo. Él rió. Ella lo golpeó, al parecer levemente, en el pecho.
Volví a concentrarme en la película. Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Ben.
—Te extrañe mucho, linda —me dijo.
Levanté un poco la cabeza para mirarlo a los ojos.
—Yo también te extrañe, Ben —le dije.
Me besó cortamente y volvimos a concentrarnos en la pantalla. La película avanzaba y avanzaba. De vez en cuando mi mirada se distraía por aquel hombre pero enseguida volvía a la normalidad.
—Cariño —dijo Ben.
—¿Si? —pregunté.
—Voy al baño… no me aguanto.
Reí por lo bajo y me incorporé de él.
—Ve tranquilo —dije.
Miré a la parejita. Divisé que Sea se levantaba. Le dijo algo a él y este asintió. Ella salió de la sala. Me sentí nerviosa…
No había mucha gente en la sala. Y entonces él se giró a verme. Mi corazón se aceleró. Él se puso de pie… su mirada fija en mí. Se acercó hasta que se sentó a mi lado.
—¿Sabes quien soy yo? —me preguntó.
Sus fuertes manos tomaron mi rostro. Me agité.
—No —contesté apenas audible.
—Yo soy tu extraño de la playa…
Sus labios se apoyaron en los míos y todo mi cuerpo se estremeció. ¿Mi extraño de la playa? ¿Cómo él sabía eso? Mis ojos estaban bien abiertos observándolo… intenté alejarme pero solo conseguí acercarlo más. Entonces todo para mí pasó a ser nada… Mis ojos se cerraron y mi boca respondió ansiosa a sus demandas. Rodeé su cuello con mis brazos y me acerqué más a su contacto. Me entregué totalmente a las sensaciones que me estaba causando. Mi extraño de la playa ¿podría ser verdaderamente él?
—Aimée… linda, despierta —abrí los ojos y me senté bien en mi lugar. Miré desconcertada a mí alrededor.
—¿Qué pasó? —le pregunté. Él rió por lo bajo.
—Te quedaste dormida y la película ya terminó.
—¿Fue un sueño? —dije sin entender aun nada.
—¿Qué cosa? —dijo confundido. Sacudí la cabeza y respiré profundamente.
Diablos, había sido un sueño. Yo estaba soñando que este hombre, desconocido, se acercaba a mí y me besaba como si nada más importara en la vida. Que mal que estoy…
—Nada… nada, amor —le sonreí.
Nos pusimos de pie. Sea y… él se acercaron a nosotros. Él seguía mirando feo a Ben. La rubia tenía una gran sonrisa.
—¿Estuvo linda la película, verdad? —me preguntó ella.
—Si, eso creo —dije algo nerviosa.
—Bueno, nosotros nos vamos —dijo él.
Lo miré fijo… tuve muchas ganas de acercarme a él y besarlo. Para poder saber si era como tal había sido en mi sueño.
—¿Ya? —inquirió Sea —Pero aun es muy temprano, Zayn y…
—Dije que nos vamos, Sea —sentenció firme.
Ella lo miró coléricamente.
—Está bien, vamos —dijo enojada. Se acercó a mí para abrazarme cortamente —Perdón, es un gruñón horrible. Creo que está celoso —me dijo al oído.
—¿Celoso? —pregunté.
—Me parece que tú le gustas… y no le cae bien ‘el pomposo’
—Eeeem, yo —dije sin saber que decirle.
Esta chica es demasiado directa para mi gusto.
—Tranquila, ya lo averiguare —se alejó de mí y me guiñó un ojo —Hasta luego, Ben. Encantada de conocerte.
—Igualmente —le sonrió él.
—Hasta luego —nos dijo el señor Malik sin más miramientos.
—Adiós —dije por lo bajo.
Vi como ambos desaparecían por la puerta discutiendo. Volví mi mirada a Ben.
—Al fin solos —me sonrió.
—Si, al fin —dije un poco incomoda.
<<—Creo que está celoso… me parece que tú le gustas.>>
¿Cómo puede decirme una cosa así? se supone que ella siente algo importante por él. ¿Oh no? Es demasiado rara… podría decir que hasta me da miedo.
—Ahora —dijo Ben sacándome de mis pensamientos. Lo miré —¿Qué quieres que hagamos?
Se acercó a mí y me tomó por la cintura para pegarme a su cuerpo. Me sobresalté un poco.
—Quiero irme a casa —dije rápidamente. Él me miró bien.
—¿Qué? —preguntó mientras me soltaba.
—Oh… lo que pasa es que… me acaba de llegar un mensaje de Miranda —tomé mi celular y lo abrí rápido —Al parecer Chris está con fiebre… tengo que ir a verlo.
—Pero, ¿Christopher no está con Pablo? —dijo. Apreté los labios.
—Si, pero él la llamó a Miri porque no podía comunicarse conmigo… Bueno, Ben… vamos ¿si? Llévame a casa. Te prometo que la próxima será. Pero mi hijo me necesita ahora…
‘Eres la peor del mundo, Aimée’
‘¿Qué querías que hiciera? El hombre quiere sexo y yo no estoy dispuesta a dárselo en este momento’
‘Y ¿se puede saber por qué?’ —preguntó.
No supe que responderle. Me quedé mirando fijamente a Ben.
—¿Vamos, si? —le dije poniendo mi mejor carita de niña. Él suspiró.
—Vamos.
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Noooo fin de la MARATON :'(