desnudArte | Albalia

By cuestiondepiel

416K 32.3K 4.7K

Natalia Lacunza es la modelo perfecta. Alba Reche es una fotógrafa peculiar experta en desnudar a las modelos... More

Prólogo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
Epílogo

29

11K 721 46
By cuestiondepiel

“Llámame cuando salgas, ¿vale? Todo va a ir genial, ya lo verás"

Alba leyó el mensaje de Natalia justo antes de acudir a su primera cita con Marta, su nueva psicóloga, un par de semanas después de que Sabela las presentara a petición de la modelo. La rubia sonrió inevitablemente ante esas palabras, que la llenaron de fuerza para enfrentarse a ese nuevo paso en su vida.

- Nat, acabo de salir. ¿Te pillo bien? – preguntó la fotógrafa, que no se resistió a llamarla en cuanto se despidió de su recién estrenada psicóloga.

- Sí, hemos terminado la jornada hace un ratito y acabo de llegar al hotel. Pero, cuéntame, ¿cómo ha ido?

- Pues no sé, creo que bien. Marta es muy maja, me ha hecho algunas preguntas. Dice que esto es un proceso… que todo es empezar, ¿sabes?

- ¿Has estado cómoda?

- Bastante, aunque lo de contarle mis cosas así como así… No sé… - dudó.

- Bueno, poco a poco. El primer paso ya está dado, ahora solo hay que seguir andando hacia adelante.

- En realidad, estoy muy contenta – reconoció.

- Y yo muy orgullosa, tú deberías estarlo también.

- En el fondo, lo estoy un poco – confesó-. No sabía si me atrevería a ir y lo he hecho.

- Lo has hecho, bonita.

- Tú sí que eres bonita.

Natalia se mordió el labio al otro lado de la línea.

- Si me pones esa vocecilla, me dan ganas de pillar un avión y dejar plantados a estos franceses.

- No. No puedes hacer eso, que luego me quedo yo sin disfrutar de las fotos – rio la fotógrafa.

- ¿Quieres disfrutarlas ya?

- ¿Las tienes? – se emocionó la rubia.

- Puede que tenga un adelanto, así sin editar, como a ti te gusta – le puso los dientes largos.

- ¿Y qué haces que no me lo has mandado ya? – se impacientó.

- Es que cuando te las enseñe vas a tener envidia de no haberlas hecho tú… No sabes lo guay que era el outfit, súper extravagante.

- ¡Nat, envíame las fotos ya! No seas mala – pidió.

- ¿Qué me das a cambio, a ver?

- ¿Cenamos juntas cuando vuelvas?

- Claro que sí, eso ya lo daba por hecho, Albi. Tenemos que celebrar.

- ¿El qué? ¿Que voy a terapia?

- No, que estás mucho mejor y más que vas a estar yendo a terapia – reformuló.

- Vale. Entonces, ¿qué quieres a cambio de las fotos?

- Te las acabo de enviar, en el fondo soy una blanda – reconoció.

Alba se apresuró en comprobarlo, sin tiempo que perder.

- ¡Madre mía! ¡Me encanta! – chilló, entusiasmada, analizando con detalle el traje rosa y la camisa con volantes que lucía como nadie.

- ¡Lo sabía!

- Te queda genial, es que es lo típico que solo a ti te queda bien.

- ¡Anda ya!

- Te lo digo de verdad. Ay, es que no puedo parar de mirarlas. Eres tan guapa y tienes tanto rollo.

- Gracias, gracias – dijo, entre risas la modelo.

- Tengo muchas ganas de verte, Nat.

- Y yo a ti, Albi.



 
Después de disfrutar de una rica cena en el restaurante favorito de la morena, que venía hambrienta del viaje, acabaron las dos en casa de esta.

Habían estado hablando de todo, de cómo se sentían, de los avances de Alba con Marta, de trabajo, de planes y de cualquier chorrada.

El vino que habían pedido para acompañar la cena había bajado rápido y la conversación había acabado por desvariar. Los roces, miraditas y besos robados durante la velada, parecían haber propiciado el huracán que se desató en cuanto entraron en el piso.

- ¿Te he dicho ya que estás guapísima? – murmuró la rubia entre besos, aferrada al cuello de la más alta.

- Tú también estás preciosa. Quiero besarte toda – gruñó Natalia en su oído mientras le quitaba la chaqueta y la lanzaba sobre el sofá.

Alba hizo lo propio, casi con desesperación. Las respiraciones aceleradas, los latidos frenéticos y los besos necesitados daban buena cuenta del hambre que esos cuerpos se tenían.

Natalia empezó a desabrochar los botones de la camisa de la fotógrafa hasta que esta, con las manos metidas bajo el jersey de la otra, frenó el ritmo de golpe.

- Nat…

- ¿Qué? – jadeó contra su boca.

- Es la primera vez que nos vamos a desnudar.

- ¿Cómo?

- Que hoy, ahora, es la primera vez que voy a desnudarte literalmente. A quitarte la ropa, después de todo – aclaró, acariciando la piel de sus costados, sin dejar de mirarla a los ojos.

- Tienes razón – asintió.

Natalia tiró de su labio inferior entre los dientes y luego dejó un lametón sobre ellos. También soltó su agarre de la camisa de la otra y dio un pasito atrás.

- Hazlo. Desnúdame, Alba – pidió, de brazos abiertos.

Le daba permiso para literalizar lo que había conseguido hacer desde el primer día.

Aunque nunca de esa forma.

Alba lo hizo. Rebajó sus ansias indomables y las cambió por veneración sin prisas.

Acarició su abdomen, sus costados, su espalda mientras subía la prenda, descubriendo la piel tersa de la modelo poco a poco. Se lanzó, después, a besar su hombros desnudos. A morder su clavícula. A arañar suavemente la longitud de sus brazos tatuados. Desabrochó el sujetador y acunó sus pechos, masajeándolos a la vez que volvía a buscar su boca.

Natalia la recibió con ganas, enredando su lengua con la suya, haciéndole saber cuánto disfrutaba ahora el estar en sus manos.

Y se separó mínimamente para posar las manos en sus mejillas sonrosadas. Y la miró.

- Ahora, en este instante, soy tuya. Y no me asusta serlo, porque confío en ti – le aseguró en un susurro.

- Nat… - se le quebró la voz y solo supo besarla con ternura hasta que necesitaron respirar.

Los pulgares de la rubia estimularon ambos pezones, que también recibieron la atención de su lengua traviesa poco después.

- Eres preciosa – piropeó la fotógrafa.

- Vamos a la cama – propuso Natalia, con las pupilas encendidas en fuego.

Ya en el cuarto de la morena, Alba se peleó con el cinturón y se agachó para deshacerse de esos vaqueros que se interponían entre esa mujer que la volvía loca y ella.

Lamió su trabajado abdomen, mordisqueó esos cuadrados de infarto, mientras sus manos viajaban a su culo.

Clavándole la mirada a esa diosa de respiración acelerada y labio mordido, Alba deslizó su tanga hasta librarse de él.

- Estás empapada, Nat.

Habló tan cerca de su sexo, que a la modelo le tembló todo el cuerpo, necesitando agarrarse de sus hombros.

- Y tú demasiado vestida – protestó, relamiéndose-. ¿Me dejas desnudarte?

- Por favor, desnúdame – suplicó contra su boca, tras levantarse.

Lo dijo en el más absoluto de los sentidos y con los sentimientos a flor de piel.

Quítame con tus manos lo que queda de mi coraza, estoy preparada.

Natalia volvió a la paciente tarea de desabrochar su camisa, mientras Alba le comía el cuello con ansias. La morena consiguió su cometido y se separó lo necesario para observar su torso desnudo, libre de sujetador, como si fuera la primera vez que disfrutaba de esas vistas.

- Me encantas, Alba.

Volvió a pegarse a su cuerpo para desprenderse de la tela que la separaba de su desnudez.

Apenas unos minutos después, la modelo recorría con su lengua el hueco entre los pechos de la rubia, quien disfrutaba de esas atenciones tumbada en el colchón.

Natalia encajó su muslo contra la entrepierna de la fotógrafa y tuvo que trepar hasta su boca para poder beberse sus gemidos.

- Me muero por probarte – susurró contra su boca.

- Hazlo, Nat.

Obediente, recorrió su cuerpo a besos, ansiosa por llegar a su coño. Separó sus muslos, mordisqueó su ingle y, finalmente, se lanzó a devorar aquel manjar que la recibió gustoso.

Guiada por los gemidos de Alba y sus tirones de pelo, la morena recogió su humedad, sin dejar de atender a su hinchado clítoris.

No se privó de tantear su entrada, primero con la lengua y, más tarde con dos de sus dedos, que hicieron gruñir de placer a la fotógrafa.

- Nat… me muero – jadeó, falta de aire.

Un último lametón en su clítoris, acompañado por el movimiento de los dedos en su interior propiciaron que Alba estallara en mil pedazos de placer.

Natalia no se detuvo, tratando de alargar al máximo ese clímax, que le supo a gloria y la dejó al borde del suyo propio.

En cuanto Alba recuperó la respiración, atrapó su cuello y tiró de él para probarse en los labios brillantes de la morena. Se la comió a besos, embriagándose del sabor de sus fluidos compartidos. Solo dejó que la morena se alejara para tomar aire.

- Me pone muchísimo… muchísimo que me agarres del cuello así – confesó, relamiéndose y provocando que la rubia aumentara un poco la ligera presión que ejercía.

Con la mano libre, Alba buscó su sexo.

- Estás muy sexy tan cachonda, Nat.

La aludida gimió, inevitablemente, y fue a comerle la boca. Alba, en cambio, tenía otros planes.

Las hizo rodar sobre el colchón y se apresuró a besar uno de sus pechos mientras estimulaba el otro con sus dedos.

La fotógrafa recorrió luego en círculos su clítoris, con el pulgar, cambiando el ritmo para provocar las mejores reacciones en el cuerpo de la más alta. Dos de sus dedos se encajaron en su entrada y empezaron un vaivén de estocadas certeras.

- Alba… - la morena la miró, a la vez que tiraba de sus hombros hacia abajo.

La rubia alzó una ceja, juguetona.

- ¿Quieres mi boca?

- S-sí.

- Dímelo – exigió para después lamer el sendero hacia su sexo.

- Quiero… quiero correrme en tu boca, Alba – murmuró, entre gemidos.

La rubia no necesitó nada más, y tampoco mucho esfuerzo para lograr su propósito.

Natalia se abandonó al placer en cuanto vio esos ojos de gata mirarla desde abajo y sintió el contacto de su lengua contra sus pliegues y, finalmente, contra su necesitado clítoris. Se dejo ir en un festival de gemidos y espasmos que pusieron la piel de gallina a ambas.

- No eres consciente de todo lo que me provocas, Albi – susurró cuando la tuvo de nuevo a su altura.

- Tú… tú no tienes ni idea de lo que me haces sentir, Nat.

Continue Reading

You'll Also Like

5.2K 288 19
NO HAY GOGOGO NI QUE SE VAN A BESAR AVISO, APUESTO QUE ESTA EMFERMEDAD DE PP SE QUITARA EN 1 SEMANA, RECALCO QUE ESTE FANFIC ME ANDABA DANDO EN LOS H...
681K 88.1K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
109K 6.3K 6
Jungkook no tenia compañero para ver el juego de fútbol del mundial pero Jimin se ofrece para verlo aun que tenía otras intenciones... ACLARACIÓNES: ...
602K 80.7K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!