Las navidades de los chicos se basaron en investigar, investigar el por qué de ese perro de tres cabezas estaba en Hogwarts.
Harry, Hermione, Ron y Abby habían tenido un pequeño percance en una habitación del ala prohibida, donde no podía entrar nadie. Cuando iban hacia la sala común de Gryffindor y Abby los acompañaba, las escaleras cambiaron de posición, dejando a los cuatro chicos en ese sitio.
No tardaron en notar que ese era el ala del que tanto hablaban los profesores y que nadie podía pisar, pero sin embargo, ellos siguieron el camino. Cuando la gata del señor Filch les pilló, tuvieron que encerrarse en la primera puerta que vieron para no ganarse un castigo, encontrándose con el cancerbero. Éstos enseguida echaron a correr, dejando atrás a esa criatura, para entonces la gata ya no estaba.
-Sabéis cual es el objetivo, ¿verdad chicos? -Preguntó la morena de pelo rizado, haciendo que sus tres amigos asintieran.
-Sí Herms, sabemos que tenemos que investigar lo que sea que estuviese guardando ese animal. Tranquila, saldrá todo bien, ve a casa por navidad Hermione. Nosotros estaremos aquí para cuando vuelvas. -Habló Abby, con tono tranquilizador.
Si bien habían pasado cuatro meses desde que se conocen, Abby conocía a su amiga a la perfección y sabía que ella no iba a parar hasta que se diese la respuesta que quería.
-No hagáis ninguna trastada, ¿entendido? -La morena besó la mejilla de su amiga para después irse, rumbo a su casa.
Era el primer año que Abby iba a pasar las navidades fuera de la mansión de los Malfoy, pero no le preocupaba lo más mínimo.
Cuando vio que su amigo de gafas estaba pensativo ante el juego de ajedrez que estaban teniendo, movió una de las fichas de éste para ayudarlo. Ron iba ganando, en parte Abby pensó que era trampa, puesto que Harry nunca había tenido a alguien que le dijese que era un ajedrez mágico, pero sin embargo, aceptaron los dos cuando su amiga ofreció su ayuda, Ron tampoco quería ser tan aprovechado y hacer trampas, no iba con él.
El paso del día fue normal, pero algo dejó en shock a los chicos, y es que Malfoy iba a estar allí por navidad, vigilando cada paso de su prima.