VII Cansado
-Inicía a comer, no tengo todo el dia- Dijo mientras tomaba una cucharada de su sopa.
-Pero no me gusta la sopa- Negué devolviéndole el plato.
-¿Y?- Levantó una ceja. -¿Acaso tu haces de comer?- Preguntó con una sonrisa ladina en sus labios.
Mierda.
-Uhh- Suspiré. -¿Cómo le haces para siempre salir ganando, Maerin?- Le pregunté siempre me dió curiosidad de como se salía con la suya.
-Fácil- Dijo para después mirarme. -Tengo control sobre ti, Lee- Dijo riendo un poco.
-Te admiro- Dije mientras me reía ligeramente.
-Deberías-
Estábamos sentados uno frente al otro dentro de nuestro hogar. Después de lo que pasó en la escuela, tuvimos que salir de ahí. Por una extraña razón, no muy extraña al mismo tiempo, nos estaban buscando, y, como Maerin siempre dice, "Evitemos problemas", algo que no cumplía.
-Te dije que comas tu comida, no que me veas comer la mia- Dijo levantando una ceja.
-No tengo hambre- Dije mientras me quejaba.
Era cierto, ya no tenía.
-Si es así como lo dices- Se detuvo a pensar un poco.
-No tendrás fuerzas para enfrentarte a Chan, Minho- Dijo con una de sus típicas sonrisas de lado.
Y con eso empecé a comer.
-A decir verdad...- Su rostro mostraba confusión. -¿Por qué se llevan tan mal?-
-Y aparte lo preguntas- Suspiré.
-¿Qué?, ¿A qué te refieres?- Preguntó aún más confundida de lo que ya estaba.
-Golpeáste a su madre-
-¿Eh?. No es cierto-
-Hasta le dijiste "Maldita vieja"-
-No me acuerdo-
-Le dijiste que le hiciera un favor al mundo y que se fuera-
-¡Claro que no!. Yo no le falto el respeto a nadie-
Solo empecé a reír.
-Hasta tenemos una foto de ese día-
-¡A¡. Ya me acordé, es donde tienes la cara marcada con una mano, ¿Cierto?-
-Esa-
-Aún así se lo merecía-
-Y con eso creaste una guerra con Bang Chan-
-Jaja- Su risa se escuchó por toda la habitación.
-Tampoco es que seas tan débil para pelear contra él- Dijo mientras tomaba un poco de agua.
-Tu eres la espada, y yo el escudo- Dijo mientras sonreía de lado. -Cuando la espada ya no tiene filo, el escudo defiende- Su sonrisa era de las más brillantes que pudieses ver.
-Asi que lo derrotáremos juntos- Dijo mientras le daba un golpe al aire.
-Confío en que serás mi escudo- Dije riendo levemente. -Bueno, me retiro- Lentamente, me levanté de la mesa.
-¿A dónde vas?-
-Voy a dormir-
Y con eso, ella solo asintió y terminó de comer ella sola. A veces lo siento.
Tuve que estar ahí.
...
-Entonces cuando hablamos de Fisic- No pudo terminar de dar su lección.
-¡Ustedes dos!- Gritó apuntando a un lugar en particular.
-¡Vayan a la oficina del director!- Gritó mientras dirigía la mirada para esos dos y después apuntar hacia la puerta.
-Te dije que no hablaras-
-Mejor guarda silencio, Yang Yang-
-Tu fuiste el que habló y nos metió en este lío, Hendery-
-¿Y?-
Ambos se encontraban susurrando con odio entre ellos.
-No tengo todo el día- Dijo el señor Kim ya desesperado por ambos.
-Yo tampoco- Dije mientras levantaba la mano con una sonrisa ladina en mis labios.
Esa mirada de furia me encantaba.
-Si es así acompañélos, Lee- Dijo aún más enfadado.
-Será un placer, Kim- Solo me estaba burlando de él.
Después de eso, me apresuré para recoger todas mis cosas y salir lo más rápido posible de ahí. Y cuando pasé por esa puerta, solo escuché como alguien golpeaba la pared con furia, era el señor Kim. Ese acto solo hizo que mi sonrisa creciera aún más.
En esos momentos, el lugar estaba vacío, todos se encontraban en clases, así que, me tomé mi tiempo para llegar a la oficina del director.
Y cuando llegué, la sala no se encontraba vacía, además de Hendery y Yang Yang, estaba una muy linda sorpresa.
-El famoso Christopher Bang se encuentra castigado- Dije mientras fingía preocupación por él.
-Ahora parece que no pudo hacer nada bien y quedó en esta pequeña jaula-
Estaba sonriendo, pero era una sonrisa sarcástica.
-Buen día para ti también, Lee- Dijo forzando una sonrisa.
Hice una pequeña reverencia hacia el, no como respeto, si no como de, 'No me importa en lo absoluto lo que digas'.
-Hijo de put-
Este iba a hablar pero fue interrumpido por el abrir y cerrar de la puerta. El director había llegado haciendo a Bang Chan suspirar en enojo y que se acomodara en su sitio, mientras que yo buscaba por alguno para sentarme.
-Ahora díganme por turnos su nombre y que hicieron para estar aquí-
El director no miraba a ninguno, solo buscaba con que anotar todo lo que nos pidió que dijéramos.
-Hender-
-Olvidénlo, ya se quienes son- Dijo suspirando mientras nos miraba.
-Señor Hendery, ¿Que fue lo que hizo?-
-Hablé en clase- Dijo despreocupado haciendo suspirar al señor al frente nuestro.
-Imagino que usted también fue enviado por eso, ¿Me equivoco, señor Yang Yang?- Preguntó el director a lo que él solo asintió con la cabeza.
-Ustedes dos ya pueden retirarse- Dijo cuando terminó de anotar todo.
-Y díganle a su profesor que no los vuelva a mandar aquí-.
Y se fueron esos dos con una sonrisa en el rostro.
-Ahora usted señor Bang, ¿Que hizo?-
El detector no podía parar de suspirar.
-No atendí a clases en el tiempo correspondido- Dijo suspirando el pequeño Chris.
-Que estupidez- Dije riendo mientras negaba con la cabeza, estaba cansado de oír a ese hombre hablar.
-Uhh- El director ya estaba frustrado por lo carácter.
-Ya puede irse señor, Lee- Ya estaba cansado de mi.
-Gracias-
Y con eso me fui dejando a un Bang Chan sorprendido y a un director con dolor de cabeza.
Con suerte, podría faltar todo el día a clase, el profesor estaba arto de mi, el director también. Todos aquí lo estaban. Cansados de ver a ese hombre con las manos ensangrentadas. A ese hombre, que le quitó el futuro a alguien más.
Así que, me fui al mismo lugar donde siempre, me acosté poniendo mi espalda contra la pared para después cerrar los ojos. Estaba cansado de todo esto.
-Que alivio- Dijo alguien haciéndome voltear a la dirección del proveniente de esa voz.
-Que bueno que estás bien-
Estaba cansado, cansado de oír todas esas falsas palabras, de tener que soportar todas las mentiras que decías fingiendo con solo una sonrisa de que todo estaba bien. ¿Y para que?, ¿Solo para conseguir lo que querías?, ¿Solo por algo egoísta?. Simplemente ya no lo soportaba, estaba cansado.
Pero, ¿Por qué no lo paraste cuando pudiste?
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15 12 20