Atemporal

By s0l_26

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Una venganza que destruirá más de un corazón. More

Información Importante.
1. Perfecto.
2. Habitual.
3. Cauto.
4. Patético.
5. Débil e Imperfecto.
6. Risueño.
7. Preocupado.
8. Acosador.
9. Huraño.
10. Herido.
11. Avergonzado.
12. Amable.
13. Incómodo.
14. Acorralado.
15. Salvaje, primitivo, visceral.
16. Homeless.
17. Desnudo.
18. Feliz.
19. Irreal.
20. Miserable.
21. Emocionado.
22. Ilusionado.
23. Desconcertado.
25. Relajado.
26. Encantador.
27. Amado.
28. Estúpido.
29. Mentiroso.
30. Roto.
31. Mala decisión.
32. Confundido.
33. Silencioso.
34. Amable.
35. Tranquilo.
36. Coherente.
37. Incómodo.
38. Absurda.
39. Desastroso.
40. Enamorado.
41. Horrible.
42. Triste.
43. Miserable.
44. Sincero.
45. Injusto.
46. Despreciable.
47. Rendido.
48. Imperfecto.
49. Vulnerable.
50. Mejor persona.
51. Afortunado.
52. Cariñoso
53. Versátiles
Agradecimientos Finales.

24. Incómodo.

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By s0l_26


Alex me observó tranquilo mientras le contaba lo que había ocurrido. A veces odiaba que fuera tan tranquilo, me gustaría que se ría o se burle de mí, que me diga que era un idiota. Pero él no lo hacía, simplemente escuchaba pacientemente y asentía de vez en cuando.

—¿Y qué harás ahora?

—Nada —dije cruzándome de brazos.

—¿Nada?

—¿Pretendes que le diga que me puse celoso? —consulté burlón. —No puedo decirle eso, es ridículo.

—Pero es la verdad.

—Sí, es la verdad, pero es estúpido. Él y yo no somos nada.

—Sí, puede ser. Pero debes ser claro con lo que quieres amigo. Sino estarán en una diferente sintonía y no funcionará.

—Ya no funciona Alex, yo estoy muy loco —me reí y tiré mi cabeza hacia atrás.

—Y ¿Qué pasa si viste mal? Podía ser la picadura de un mosquito... —rodé los ojos. No era temporada de mosquitos. —Una araña...

—Sé lo que vi —dije de mala gana.

—Pregúntale.

—No puedo.

—Dile lo que viste y que te confundiste. Dile que no sabías que estaba viendo a otra persona, entonces él te dirá cómo quiere hacer esto —sugirió señalándome. —Sí él puede tener otras parejas, tú también.

—Yo no puedo "tener otras parejas".

—No puedes porque no lo intentas, tú podrías. Eres apuesto.

—¿Gracias? —me reí.

—Y Polo puede suponer que tú realmente puedes. Veamos si le gusta la idea o no. Y luego tú decides qué hacer.

—No quiero —suspiré. —Sinceramente no tengo fuerzas para eso.

—Lo intentas muy poco.

—Y tú eres muy persistente. Hablando en serio ¿cuánto estás atrás de este tipo? —fue el turno de Alex de rodar los ojos y, obviamente, no respondió. —Esto es tan difícil...

—Lo hacemos difícil —se rió mirando su teléfono. Su mirada se iluminó y supe que era su chico. —Tengo una salida este fin de semana ¿Quieres venir?

—Estoy un poco cansado —aseguré. —Prefiero quedarme en casa.

—¿Deprimiéndote?

—Bueno, tengo pensado hablar con Omar para que eso no pase —dije de inmediato poniéndome de pie.

—Puedes quedarte Ian, sabes que no me molesta y que no me gusta estar solo.

—Lo lamento amigo, pero soy yo el que necesita estar solo justo ahora —suspiré tirando mi mano a la suya. —Suerte con esa salida.

—Gracias —sonrió grande.

No llamé es día. Ni llamé el siguiente luego de hablar con Omar. Omar dijo que teníamos que trabajar mis inseguridades y eso llevaría un poco de tiempo. Él me felicitó por no haber reaccionado "tan mal" en ese momento, y aunque yo hubiera sonado como un cretino en busca de un acostón (esas fueron mis palabras), fue una manera de hacer ver a Polo que yo quería algo serio. Yo le dije que no quería algo serio y Omar dijo: "Terminamos por hoy". Odiaba que dijera eso. A veces lo odiaba mucho.

Regresé a casa y me concentré en los parciales que estaba preparando. También le dediqué un tiempo a las clases para los muchachos a los que les daba tutorías y luego, cansado y sin ganas de pensar en nada más, me fui a dormir.

Alex volvió a escribir el sábado por la noche. Dijo que necesitaba que fuera con él, al parecer su cita lo había plantado y él estaba, justo en ese momento, con gente que no le agradaba. Empecé a prepárame para salir, sin ánimos por cierto, y él volvió a textearme que no lo hiciera. Aparentemente el muchacho iba tarde.

Volví a meterme en mi ropa de entrecasa y continué preparando los textos para el día siguiente. A pesar de ser Domingo había quedado con tres alumnos para ayudarles con el examen que tenían el lunes. Por ser domingo me pagaban el doble y a mí el dinero no me venía para nada mal, aún no pagaba el alquiler de ese mes y ya estábamos llegando a 15.

Desperté alrededor de las 10 de la mañana. A las 10.30 teníamos la reunión en la casa de la única chica del grupo y nos quedaríamos hasta más tardar las dos de la tarde. Pero Paige era impaciente y se ponía verdaderamente intensa cuando se acercaban los exámenes, y a las 10.15 mi teléfono sonó.

—Estoy por salir de casa Paige —suspiré poniendo la llamada en altavoz. —Estoy chequeando que tengo todo el material, pero te aseguro que llegaré a tiempo.

Ian, soy Polo —dijeron del otro lado de la línea. Dejé de meter textos a mi bolso. El número que yo atendí decía privado, pero ella llamaba siempre con ID bloqueado así que no pensé que podría ser alguien más.

—Oh... Hola —dije incómodo. No había esperado eso. Él me había dicho que lo llamara y yo no lo había hecho, no pensé que Polo llamaría. —¿Cómo estás?

Tomando un descanso en el trabajo —suspiró. —No llamaste...

—Sí, yo —carraspeé y continué moviéndome, no me gustaba llegar tarde y, como había dicho, Paige era muy intensa —yo no me siento cómodo aún. Lamento lo del otro día.

¿Puedo pasar por tu casa luego?

—Estoy saliendo a dar unas tutorías Polo, y no es mentira —me apresuré a decir. —Necesito el dinero y los muchachos me están esperando.

¿Paige es un muchacho?

—No, ella y otros dos chicos están esperando justo ahora —dije terminando de guardar todo y comenzando a abrigarme. Afuera hacía mucho frío y estaba pronosticado nieve para ese día.

¿Y luego? ¿Puedo ir luego?

—Polo —suspiré. —Mira, hay cosas que quiero solucionar antes ¿Sí?

¿Es acerca de este otro chico?

—¿Qué? —consulté perdido. Quité el altavoz y comencé a moverme.

¿Estás viendo a alguien más?

—No —respondí molesto. Él no tenía ningún derecho a hacerme esa pregunta, así como yo no la había hecho cuando había visto su marca.

Entonces no lo entiendo Ian. Pensé... —largó una carcajada de frustración —pensé que estaba todo bien entre nosotros, y entonces tú

—Polo —lo interrumpí saliendo al exterior. Había comenzando a nevar definitivamente. —Mira, yo sé que estás viendo a alguien más y no me siento cómodo con eso ¿De acuerdo? Entonces, no quiero que nos veamos ¿Entiendes?

¿Alguien más?

—Sí Polo. Cuando viniste a mi casa vi la marca en tu cuello. Ojalá me lo hubieras dicho o siquiera no me lo hubieras dejado ver, pero lo vi ¿Okay? Y no me sentí cómodo —suspiré abriendo la puerta de mi vehículo e ingresando con rapidez. —Así que no. No quiero verte porque tus intereses conmigo son diferentes a los míos.

Lo que insinúas que yo quiero contigo no es muy diferente a lo que dijiste en tu auto ¿No? ¿Un acostón?

—Pues ahora no lo quiero contigo. Voy a colgar.

Ian, espera —suspiró, podía verlo sujetando el puente de su nariz, frustrado. —No es lo que piensas... yo no estoy viendo a nadie. Fue Andrew.

Lo pensé unos segundos, confundido, hasta que lo entendí. No. Yo no estaría de nuevo en el lugar que había ocupado con Josh y Tiziano, no sería la tercera rueda que intentaba hacer ruido cuando las historia de ellos venía de antes.

—Pues mucho peor —dije indignado. —No pienso meterme en lo que siente Andrew por ti, yo recién llegué a tu vida Polo.... Dios.

No, Ian. Escucha. Estábamos jugando, nada más. No es como si él estuviera enamorado de mí o algo... —continuó. —Todo suena confuso si lo hablamos así. Déjame ir esta noche a tu casa y hablamos ¿De acuerdo?

—No lo sé Polo... en serio no estoy emocionalmente estable como para

Quiero verte Ian —me interrumpió con una seguridad avasalladora. —Quiero hacerlo.

Mantuve el silencio unos segundos mientras encendía el auto y suspiré fuerte, con molestia. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente débil? Yo no quería verlo porque entonces desearía escuchar su versión, creer su palabra y luego besarlo. Y sí. Querría tener sexo con él también porque lo deseaba, porque quería sentir su cuerpo. Yo era tan patético.

Te llamaré más tarde ¿Sí? —consultó cuando pasaron algunos segundos más. —Te daré este tiempo para pensarlo, pero en serio, quiero verte y aclarar esto.

—Bien —me rendí. —Espero tu llamada.

Él cortó sin una despedida y yo partí a casa de Paige. Casi iba tarde y ellos no estarían contentos.

Afortunadamente llegué a tiempo. En el lugar me encontré a tres muchachitos ansiosos, nerviosos y desesperados. Tomó un tiempo calmarlos y otro tiempo más hacerlos entender los conceptos básicos. Repasamos muchas veces, pero las horas que habíamos planteado no fueron suficientes. Incluso la madre de Paige nos cocinó un almuerzo ligero para que podamos continuar un poco más.

Para cuando salí de allí rondaban las siete y media y ya se había juntado un poco de nieve. No sólo eso, nevaba con ganas y no parecía que fuera a parar pronto. Dejé el auto en la cochera del edificio. Nunca la usaba porque era incómodo tener que sacarlo luego con todos queriendo salir en los mismos horarios, pero a decir por el clima no sería tan pronto que pudiéramos salir.

Cuando llegué al departamento me preparé un café y me senté frente a mi computadora para poner algo que hiciera un poco de ruido. Tomé unas cuantas respiraciones y llamé a Polo.

Hey —saludó luego de unos cuantos tonos. Su voz ronca indicaba que él estaba durmiendo.

—Lamento haberte despertado.

No, está bien—se apresuró a decir. —¿Ya estás en casa? ¿Puedo ir?

—Por eso te llamaba —suspiré mientras lo oía moverse alrededor. —Fuera está horrible Polo.

¿Horrible? —se extraño pude oír una cortina moverse. —Mierda ¿Por qué nieva?

En otro momento me hubiera reído y le hubiera dicho que era por la época del año, pero no pude hacerlo.

—Hablaremos, pero no hoy ¿De acuerdo?

Puedo ir de todas maneras.

—No —dije amable. —En serio está muy feo, la visibilidad es horrible. Iría a buscarte si no fuera tan malo.

Pero yo quería verte —se apresuró a decir largando un pesado suspiro. —Tú sabes que esto no parará en unos días.

—Lo sé —dije. Cuando nevaba de esa manera no se detenía pronto. —Pero te prometo que cuando esté todo mejor nos podemos ver ¿Si?

Bien. Pero Ian. Si tú no me llamas iré a tu casa ¿Entiendes? Necesitamos solucionar esto.

—Lo entiendo —acepté. Para bien o para mal lo mejor sería que habláramos. Así terminábamos eso o seguíamos adelante, pero no lo podíamos dejar inconcluso, yo me había prometido no repetir los mismos errores del pasado. —Tengo que estudiar ahora y

La luz se fue. Genial. Simplemente genial.

¿Qué pasó?

—Se fue la luz en el edificio —suspiré. Yo no había comprando velas, había dicho muchas veces que lo haría, pero no lo había hecho. —Así que supongo que iré a dormir.

Oh... de haber sabido que podía pasar te decía que vinieras tú —dijo cómodamente. Como si meterme en su casa, en su familia y en su vida, no fuera la gran cosa. —Oye ¿Y si te voy a buscar? Aquí tenemos luz, podrías estudiar.

—No creo que sea un buen momento Polo —dije y esperé que dijera algo más pero no lo hizo. —Cuando esto pase volvemos a hablar. Guardaré lo poco que queda de batería por las dudas la luz tarda en volver.

Está bien. Si necesitas algo me contactas, no me molesta salir a la nieve.

—No te preocupes, que descanses.

Tú también.

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