ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas Yaoi <3
PoV. Kise
Aominecchi caminaba tranquilamente conmigo en su espalda, ¿No soy pesado para él? No se ha quejado así que creo que está bien. Camino a una dirección diferente a la de mi casa.
-Aominecchi…-.
-¿Qué ocurre?-.
-Mi casa está por allá-. Señale una dirección contraria a la que íbamos.
-No te dejare ir a casa, pasaras la noche conmigo-. Dijo sonriendo.
Me sobresalte mis mejillas se sonrojaron… no solo mis mejillas todo mi rostro estaba ardiendo.
-Pero…-.
-Solo llama a tu casa y dices que pasaras la noche fuera-. Dijo serio mientras me mostraba su celular. Aominecchi ha cambiado, no es el mismo, su forma de ser y de hablar es diferente cada palabra suya no es igual a las de antes, es una persona más amable y linda. De ahora en adelante el Aominecchi arrogante ha desaparecido, dejando solo su lado gentil.
…….
Seguimos caminando hasta llegar a la casa de Aominecchi, entramos y me llevo al sofá.
-Primero tengo que curar esto-. Dijo tomando mi tobillo, trayendo un botiquín me puso unos cuantos vendajes.
-¿Te duele?-. Pregunto serio, se levanto lentamente dejando el botiquín en una mesita y sentarse a mi lado.-Kise… lo siento por no haberte dicho nada-. Dijo arrepentido cabizbajo, tome sus mejillas gentilmente haciendo que me mirara a los ojos.
-Aominecchi no te disculpes, soy yo quien debería hacerlo, creo que estaba celoso al verte abrazar a Kurokocchi de esa manera, estaba exagerando-. Me miro con una sonrisa en su rostro y se acerco a mí para besarme.
Al principio era un beso en el que solo rozábamos nuestros labios pero se fue convirtiendo en un beso más intenso lleno de lujuria y desesperación.
-Ah… ah…-. Se me dificultaba respirar. –Aominecchi…-.
Sosteniéndome entre sus brazos me llevo hasta su habitación para recostarme gentilmente sobre su cama. Siguió besándome, su mano que se encontraba en mi mejilla se deslizo hasta mi parte baja acariciando mi erección por encima de mi pantalón.
-Ah… ugh… ngh-. Ahogaba mis gemidos, sin dejarlos escapar por que era vergonzoso, era difícil mantener mi boca cerrada.
-Quiero escucharte-. Dijo mientras quitaba mi corbata y desabotonaba mi camisa, desvistiéndome lanzo mi ropa al suelo.
-Ahhh… urgh… hmm…-. Lamio mi cuello para ir directamente a mi abdomen, lo beso unas cuantas veces para seguir bajando.
Escuche el sonar de mi cinturón y sentí como la tela de mi pantalón bajaba lentamente por mis piernas.
-Ao…hmm…-. Tomo mi miembro por encima de mi ropa interior acariciándolo lentamente.
-Kise…-. Dijo para bajar mi pantalón y dejarme completamente desnudo.
Comenzó a acariciar la punta haciendo círculos con su dedo haciéndome gemir. El que me este comportando de esta manera es raro, no soy yo, supongo que Aominecchi no es el único que ha cambiado, algo dentro de mi sucedió que solo pienso en estar cerca de él. Mis manos cubrieron mi rostro por la vergüenza.
-Quita tus manos-. Se acerco de nuevo a mí apartando mis manos para ponerlas alrededor de su cuello. –Quiero ver tu rostro-.
-E-es que es un poco vergonzoso-. Dije sonrojado.
-Si eres tú, no importa-.
Tomo mis mejillas y junto nuestros labios lentamente sintiendo el deseo acumularse entre nosotros, bajo su cabeza quedando frente a mi miembro. Deslizando sus manos desde mí pecho hasta mis caderas sentía como el placer crecía cada vez más dentro de mí, tomo mi miembro con una de sus manos comenzando a masturbarme…
-Ao…mi…gh… ah… ngh-. El sentir su mano subir y bajar por mi miembro hacia que gimiera sacando unas cuantas lagrimas. Sonrojado cerré mis piernas.
-No hagas eso-. Me miro mientras sostenía mis piernas.
-Kise… separa un poco más tus piernas, si las juntas no podre hacerlo-. Cediendo ante sus palabras le obedecí. Tomo mis piernas con un poco de fuerza en estas.
-¡Ahhh!... mmm… no-. Di un pequeño grito al sentir mi miembro dentro de su boca, por acto reflejo trate de cerrarlas pero me lo impidió.
-Aominecchi-. Susurre. –N-no… hagas… e-eso-. Dije mientras estiraba mis brazos tratando de alcanzarlo, tome su cabello con ambas manos para separarlo de entre mi entrepierna.
-¿No se siente bien?-. Pregunto preocupado..
-No es eso…-. Dije mirándolo excitado.
-Entonces… ¿Qué es?-.
-Si lo haces de esa manera no podre aguantarlo-. Dije mirándolo a los ojos esperando respuesta.
-Está bien, no tienes porque aguantarlo-. Ignorando mi petición fue de nuevo a mi miembro metiéndolo en su boca.
Era vergonzoso escuchar los ruidos que Aominecchi hacia tanto que quería morir. Sus manos se paseaban desde mis caderas hasta mi pecho acariciando mis pezones.
-Ao…mi-. No puedo aguantarlo más. -¡Aominecchi!-. Con fuerza logre gritar su nombre.
-Aominecchi… no…ah, ngh… no p-puedo más… ahhh-. Trate de decirlo lo suficientemente alto para que me escuchara.
-Está bien -. Dijo aun con mi miembro en su boca.
-No… por… favor… ngh… suéltame-. Dije haciendo puño mis manos. -Por… favor… es suficiente-. Lo miraba por encima de mi pecho.
-Ngh…urk…mph… ahhhh…ah…ah-. Intente aguantarlo, pero al final me fue inútil. Me corrí, dejando caer mi cabeza con fuerza en la almohada. –Ah…ah…mngh…-. Pase saliva por mi garganta, jadeando abrí mi boca desesperadamente tratando de tomar aire. Mire a Aominecchi…
-Qué lindo… Kise-. Soltó una pequeña risa de entre sus labios, se acerco a mi tomando mi flequillo peinándolo hacia atrás me dio un pequeño beso en mi frente. –Pero aun no he terminado-. Dijo para acercarse a mis labios y besarme, se levanto de la cama, lo mire detenidamente. Quito su corbata y su camisa, me sentí un poco avergonzado al mirar cómo había manchado su ropa…
-Aominecchi…- Lo llame.
-¿Qué ocurre?-
-Lo siento… p-por manchar tu r-ropa-. Dije respirando lentamente a lo que solo sonrió y termino de deshacerse de su ropa.
-Está bien, no te preocupes no es la única ropa que tengo además era imposible que lo aguantaras-. Dijo tomando mis mejillas rozando su nariz con la mía.
-Lo siento Kise… por favor, soporta esto solo un poco-. Mi cuerpo se estremeció al escuchar las palabras de Aominecchi escapándose de sus labios con un tono algo excitado.
Bajo hasta mis caderas de nuevo. – ¿Eh?-. Asustado retrocedí. Trate de alejarme pero me tomo antes de que pudiera hacer algo…
-Aguanta un poco más-. Me sostuvo gentilmente deslizando sus manos hasta mi… ¿entrada?
-Aominecchi… ¿Qué?-. Metió su miembro.
-Ahh… ngh… d-duele-. Dije para tomar las sabanas con ambas manos apretándolas con fuerza. –Aominecchi…-. Le dije con unas cuantas lagrimas, a lo que no respondió. –Mph…ghh…no-.
-Kise… ¿Te duele?-. Pregunto preocupado.
-Un poco, pero… estaré bien-. Dije tratando de convencerlo de que no dolía.
Se movió lentamente, estaba siendo cuidadoso. –Agh…mnh-. Un gemido escapo de mis labios. Era algo diferente al de antes porque el placer comenzaba a fluir dentro de mí.
Aominecchi tomo mi brazo levantándome un poco en la cama. –Ven aquí-. Dijo con un tono erótico pero al mismo tiempo gentil, se sentó en medio de la cama.
-¿Estás bien?-. Me dijo entrecerrando sus ojos dejándome ver solo un poco de ese azul que tanto amo en ellos, con una sonrisa dibujada en sus labios. Obedeciéndole me acerque, tomo mis caderas poniéndome sobre él.
-Kise baja un poco tus caderas-. Dijo sosteniéndome gentilmente a lo que correspondí a sus palabras baje lentamente cerrando mis ojos…
-Mmnnh…hmgf…gh-. Gemí al sentir su miembro entrar en mi.
-¿Estás bien?-. Oí su voz excitada. Tratando de soportar el dolor, asentí entre gemidos y continúe bajando entrando por completo.
-D-duele…-. Dije entre sollozos y lagrimas.
-Kise… abre tus ojos-. Dijo Aominecchi mientras tomaba mis mejillas en sus manos.
-Mmmh…gh…ngh…ah-.
-Está bien, yo estoy aquí-. Dijo Aominecchi mientras juntaba nuestros labios.
Asentí con unas cuantas lagrimas, rodee su cuello con ambos brazos. Comenzó a moverse a lo que solté un gemido… -Ahng…ah-.
-Aominecchi… p-para-. Por primera vez se detuvo cuando se lo pedí.
-¿Qué pasa?... ¿Te duele? Si es así, mejor dejémoslo-.
-D-duele un poco, pero puedo aguantarlo. Dije entre jadeos.
Asintió, siguió moviéndose lentamente. Era tan gentil, estaba haciéndolo con cuidado para no lastimarme, en todo momento me preguntaba si era doloroso, estaba comenzando a acostumbrarme a lo que negaba su pregunta.
-Kise…ah…-. Escuche un pequeño gemido, a lo que gradualmente comenzó a moverse un poco más rápido.
Los dos estábamos excitados incapaz de controlar nuestros sentimientos Aominecchi me miraba con un rostro lleno de lujuria y desesperación como si nunca fuera soltarme, después de tanto tiempo por fin podemos estar juntos, si solo hubiera aceptado mis sentimientos desde un principio tal vez Aominecchi no hubiera sufrido, pero ahora que estoy con el no lo dejare solo de nuevo, como nuestros días en Teiko, aunque lo amaba no pude decir nada ni una sola palabra y me quede a su lado solo como su amigo reprimiendo lo que sentía, Aominecchi me ha convertido en la persona que soy ahora.
-Kise…-. Me llamaba entre jadeos.
Sentía a Aominecchi moverse más rápido, me aferre a él abrazando su cuello.
-Ahh… mnph…urk-. Los gemidos de Aominecchi se hacían cada vez más fuertes al igual que los míos. Tomo mis caderas apretándolas con fuerza.
-¡Ah!... mngh… ¿Qué haces?-. Lo solté de inmediato apartándolo un poco.
-Lo siento…Kise mngh… ah… ah-. Se disculpo pero no dejaba de moverse, mire detenidamente su rostro quien estaba frente al mío.
-Aominecchi… ha… ah… n-no puedo so-soportarlo-. Mi voz cansada solo podía pronunciar unas cuantas palabras, mis ojos se entrecerraban cada vez más.
Asintió y dejo caer su cuerpo en la cama sobre el mío.
-Kise… ahh… ha… ghn…-. Sus manos estaban a un lado de mis hombros, desde este ángulo podía ver claramente el rostro de Aominecchi.
Después de eso, sentí un escalofrió recorrerme, en ese momento sentí que iba a…
-N-no puedo…ah…ha… m-más-. Dije tomando sus brazos.
-Y-yo tampoco… gh… mngh…-.
-¡Ahhhh!… ¡agh!…mngh…ha… urk-. Me corrí.
-Kise… ¡agh!... mph… ha… ha… ah-. Aominecchi me abrazo y sentí que el también al igual que yo se había corrido.
No dejo de abrazarme, por un largo rato me sostuvo entre sus brazos tratando de recuperar el aliento, mi pecho subía y bajaba respirando lentamente, Aominecchi se levanto con cuidado y se acostó al lado mío.
Con una de sus manos tomo mis mejillas haciendo que volteara hacia él, sonrió y deslizo su dedo hasta mis labios.
-¿Estás bien?-. Dijo dulcemente entrecerrando sus ojos.
-Si… estoy bien-. Respondí sintiendo el sueño sobre mí, son las 2:00 am, estoy muy cansado, mis parpados se cerraron por si solos solo observando la sonrisa de Aominecchi.
Sentí su mano acariciar mi rostro y con delicadeza peino mi cabello hacia atrás.
……….
PoV. Aomine
Acaricie el cabello de Kise llevando su flequillo hacia atrás, notando que sus ojos dorados se cerraban lentamente.
Finalmente se había dormido, le di un pequeño beso en sus labios y me levante con cuidado de la cama para no despertarlo, cogí una manta cubriendo a Kise con esta.
Me acosté a su lado observando cómo dormía. No quiero que me dejes, quiero que estés a mi lado a partir de ahora, Kise… te amo.
- Solo eres mío-.