Mi Modelo Privado | Aomine x Kise

Cap. 12 "No me dejes solo" | FIN

PoV. Narradora

Aomine con 85 años estando sobre una camilla de hospital seguía aguardando por Kise. No le importaba el tiempo, la esperanza para el crecía con el fin de poder verle sonreír antes de que se vaya para nunca más regresar. La promesa de estar con el rubio por el resto de su vida era seria, era verdad que le amaba y quería estar con Kise donde sea y por siempre, parece que no se trataba de una mentira.

Sus ojos se iban cerrando al momento en que tomaba la mano del chico que estaba a su lado...

-Kise....-. Murmuró el nombre de su compañero entrelazando sus dedos. –Te amo...-. Lágrimas descendieron de sus ojos. –Por siempre...-. Dijo con un último aliento.

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Despertó, Aomine sudaba y jadeaba tratando de tomar aire.

-Maldición...-. Se inclinó sobre la cama controlando su respiración.

Las gotas cayeron de sus ojos pasando sus mejillas hasta llegar a su ropa, eran las lágrimas que derramaba a causa del cruel sueño de hace unos momentos. Sus sentimientos hacia Kise no han cambiado en absoluto. Aomine sigue yendo al hospital para verle sin lograr que su mente se acostumbre al ver a Kise en tal estado, para él es difícil vivir día a día sin un compañero para despertarle cada mañana con un beso de "buenos días", una persona con quien compartir experiencias por el resto de su vida.

Suspiró y puso un pie debajo de la cama, se cubrió el rostro con ambas manos seguido de levantarse e ir al baño, al terminar de tomar una ducha salió con una sola toalla rodeando su cintura, buscó algo de ropa en el armario y se vistió con esta. Una vez que estaba listo caminó a la cocina, tomó lo que había sobrado en la cena de ayer que estaba en la nevera.

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Salió de casa con la mirada baja. Caminaba por las calles con las manos dentro de los bolsillos, solo esperando llegar lo más pronto que pudiese al hospital.

Durante estos años ha sido de la misma manera, cada día se dirige al hospital a verle, no importa el día o siquiera la hora. Para Aomine el temor de ya no ver a Kise le obligaba a someterse en un mundo de oscuridad, todos los momentos que pasó con el rubio antes de la tragedia eran capaces de darle la voluntad de seguir con un "Kise despertará"

Llegó al hospital, como de costumbre saludó a la persona que está en recepción y subió al elevador que da a la habitación de Kise. Entró dando pequeños pasos antes de llegar hasta donde el rubio.

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Ahí se encontraba, el chico a quien siempre le sonríe con solo verlo pero puede que por ahora no sea posible.

"Necesito saber por cuento tiempo no he podido moverme y todo lo que veo es color negro, pero eso no es todo lo que me importa, quiero es regresar y ver a todos, especialmente..."

El sonido de una puerta abriéndose llegó a sus oídos.

"Es Aominecchi... ¿Verdad?"

Cada paso de la persona que se acercaba a él era un golpe de su corazón contra su pecho, ansioso esperaba la voz de la persona que se detuvo a su lado.

"Definitivamente siempre está aquí a mi lado" Se dijo Kise a sí mismo.

Aomine siempre le saluda diciendo "buenas tardes" o "buenos días" después levanta el cabello del rubio que cubre su frente para posar sus labios sobre esta seguido de preguntarle "¿Cómo estás?" Sabiendo que no puede contestar Aomine nunca se limita a preguntar.