Mi Modelo Privado | Aomine x Kise

Cap. 08 "No caeré"

PoV. Narradora

El rubio caminó en dirección hacia la casa de Haizaki, quien minutos antes le había llamado para que se encontraran.

Kise caminaba lentamente debido a que no quería ver a Haizaki, le resultaba difícil creer todo lo que sucedía ya que la persona que lo humilló aparezca y le diga que le gusta.

Tampoco era propio de Haizaki decir ese tipo de cosas ya que en Teiko se la pasaba jugando con las mujeres, no tenía el más mínimo consentimiento hacia ellas, solo las utilizaba, y después de acostarse con ellas las dejaba, algo muy cobarde como para sentirse orgulloso.

A punto de llegar al lugar donde estaría Haizaki, Kise dudó en seguir avanzando deteniéndose a unos cuantos metros antes.

-¿Qué hago?-. Susurró.

Pensó en la posibilidad de irse, pero recordó que tenía que obedecer a Haizaki de esa forma Aomine no saldría herido, ese pensamiento fue lo que obligó al rubio a avanzar.

*Toc* *Toc*

Antes de entrar, Kise tocó la puerta a lo que esta fue abierta mostrando el rostro de Haizaki…

-Por fin llegas-.

-Si-. Contestó el rubio desviando la mirada.

………………………………………

PoV. Kise

-Vamos, pasa-.

Sin hablar, solo asentí y comencé a caminar. Al entrar no parecía que viviera nadie ya que la casa estaba sola a excepción de Shogo-kun.

Antes de poder voltear, tomó mi brazo llevándome contra el suelo.

-Agh… ¿Qué estás haciendo?-. Dije enojado.

-Que se supone que haré si te tengo debajo de mí-. Dijo sarcásticamente para después acercarse a mi rostro.

Antes de que pudiera besarme desvié la mirada lo que llevó a Shogo-kun a que reaccionara con enojo.

-No voltees la mirada-. Tomó mi mentón y me obligó a que lo viera a los ojos.

-¿Por qué lo haces?-.

-¿Qué porque lo hago?-. Soltó mi rostro. -Ryouta ya te lo he dicho, te he tomado el gusto, ¿Acaso no lo entiendes?-.

-¡No!-. Grité. –No entiendo nada-. Deje caer mi cabeza contra el suelo mientras dejaba de mirar a Shogo-kun.

-En verdad que eres un idiota-. Susurró cerca a mi oído. –Bueno-. Se separó aun sin levantarse estando encima de mí.

-Como lo he dicho antes, me gustan las chicas, jugar con ellas hace que valga la pena, pero desde aquel partido te volviste diferente, es como las chicas que se oponen a lo que digo, o que no me obedecen, me excita-. Su lengua recorrió mi oreja.

-¡Detente!-. Lo aparté con ambas manos.

-¡Oh! ¿No quieres? O es que acaso sigues pensando en Daiki-. Dijo con una sonrisa.

No contesté a lo que había preguntado, solo me quede en silencio sobre el suelo, estaba pensando en alguna excusa para poder salir de ahí cuanto antes pero sea lo que dijera no es como si se lo fuera a creer tan fácilmente, puede que sea un tipo arrogante y tenga una pésima personalidad, pero en ocasiones como esta puede ser muy inteligente.

-¿Qué? ¿Es eso? Aun piensas en Daiki-. Sonrió.

El tiene razón aun sigo pensando en Aominecchi, por más que duela el ya no verlo o estar cerca de él, eso no impide que deje de amarlo, quisiera que todo esto fuera una broma o por lo menos un sueño, quiero ver a Aominecchi de nuevo, pero me despedí de él sin darle una explicación, creo que puede estar enojado conmigo.