• Unidos •

Door CIP_18

12.1K 1.5K 1.3K

Tadashi amaba a Kei, su hermana también lo amaba. Se trago sus sentimientos por la felicidad de su hermana, p... Meer

Capitulo I
Capitulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Capitulo V
Capitulo VI
Capitulo VIII
Capitulo IX
Capitulo X
Capitulo XI
Capitulo XII
Capitulo XIII
~ Navidad ~
Capitulo XIV
Capitulo XV
Capitulo XVI
Capitulo XVII
Capitulo XVIII
Capitulo XIX

Capitulo VII

560 89 23
Door CIP_18

Caminaba con paso tranquilo y sin ningún tipo de prisa. Veía de reojo las tiendas, las luces que iluminaban el lugar debido a la ausencia de luz solar, detuvo su andar frente a una parada de autobús, miro su celular y notó que aún faltaban quince minutos, suspiro para si y guardó el dispositivo en el bolsillo izquierdo de su chamarra.

Estuvo un tiempo ahí, esperando, sacó su teléfono nuevamente, para que así el tiempo pasará más rápido. – Hola. Lamento haberte hecho esperar. – Una mujer de cabello negro se le había acercado. Apartó la vista del aparato, posando la en la recién llegada.

– No te preocupes mamá, yo debería disculparme, seguramente estabas muy ocupada y te distraje en medio de tu trabajo. –

– Tranquilo, no es nada de eso. – Revisó la hora en su reloj. – Bueno, que te parece si vamos a un lugar más tranquilo antes de que se haga más tarde, ya sabes, para hablar. – Tadashi asintió, ambos caminaron, alejándose así de su punto de reunión. Tras unos minutos llegaron a una cafetería, la misma dónde anteriormente habían estado, entraron dirigiéndose a una mesa un tanto alejada de las demás, ordenaron algo del lugar para así evitar cualquier tipo de problema. – Bien, ¿Cómo has estado? – Dejo su taza sobre la mesa.

– He estado bien. – Tras decir eso se quedó callado durante varios minutos.

– No te voy a presionar. – Fue lo único que dijo dándole otro sorbo a su café. – Pero, creo saber porque me llamaste. – Hizo una pausa para mirarle. – Así que puedes contarme lo que quieras, y si no, está bien. – Dejo la taza otra vez.

Bajó la vista ante aquello, puesto que la azabache tenía razón.

Se quedaron en silencio durante un rato considerable, ninguno dijo nada solo se quedaron escuchando los murmullos y ruidos externos. Daban sorbos a sus bebidas, comían pequeños bocados de sus alimentos, no sabían cómo guiar la conversación.

– Ese chico. – Habló tras un largo rato rompiendo de esa forma el silencio. Tadashi elevó la vista para verle. – Tú amigo, este. – Su expresión indicaba que trataba de recordar algo.

– ¿Amigo? – La mujer asintió. Tenía una vaga idea, pero no quería pensarlo. – Hablas de... ¿Tsukki? –

– Si, ese niño. – El otro se quedó en silencio. – ¿Cómo ha estado? Siguen siendo amigos ¿No? – Cuestionó al sentir el ambiente que había entre ambos.

Asintió llevándose un pedazo de pastel a la boca. La mujer soltó un ligero, y casi imperceptible, suspiro. – Él está bien, muy bien. – Dejo el cubierto antes utilizado. – Seguimos siendo amigos. – Al decir eso se sintió un poco extraño..?

– Eso es bueno. – Un silencio se hizo presente otra vez, pero no duró mas que segundos. – Recuerdo que solía visitarte seguido, y viceversa. – Mantenía su bebida en las manos. – Resulta agradable que sigan juntos. – Alejó su taza poniéndola en la mesa. – Me alegra saber que había y hay, alguien a tu lado. – Le sonrió. Nunca se involucró mucho en la infancia de su hijo, y actualmente se arrepentía de ello, vio al chico crecer, más no lo presenció, incluso los abandonó y ahora; ahora aquel niño era un joven realmente encantador, educado y con modales, ella nunca podría haberle enseñado aquello, y fue por eso que se dió cuenta de todo lo que perdió. – Buen niño. – Miró por la ventana que había a su costado.

El pecoso no pronunció palabra alguna durante ese tiempo, y tampoco durante el siguiente. Quería despejar su mente y olvidar a Tsukki por un momento, quería olvidarse de aquello que lo hería de cierta forma pero, es plática no lo ayudo por obvias razones, ya que le hizo recordarlo, no solo a él, si no a todo lo que vivió a su lado, todo lo que lo había cautivado. Y eso, en parte le ayudo a recordar el motivo por el cual quería ver a su mamá.

–  Mamá. – Regreso su vista al frente, topandose con los ojos de su hijo. – Verás, hay algo de lo que quiero hablar. – La mujer dió un sorbo a su taza de café sin dejar de mirarlo. – Y realmente me vendría bien una opinión externa. –

– Entonces, te escucho. – Fue lo único que dijo para dejar hablar al pecoso.

– Es solo que. – Hizo una pequeña pausa y aprovecho para tomarle a su té, también para saber que decir. – Bueno, hay alguien que me gusta. –

– No soy experta en temas del amor. – Lo interrumpió.

– Está bien, solo, quiero un consejo u opinión. – La contraria pronunció un "está bien", y lo dejo proseguir. – Bueno, hay alguien que me gusta, desde hace tiempo, desde hace mucho tiempo. – Lo último fue dicho de una forma más seria y triste que lo demás. Pero tengo un amigo, quien también gusta de esa persona. –

– ¿Tsukishima? – Tadashi se tensó al escucharla mencionar a su amigo. Por un momento creyó que hablaba de la verdad, pero después notó que no era así.

– ¡N-no! No es Tsukki es, es otro amigo. – Intento ocultar la vergüenza que sintió segundos atrás. – ¿Me dejarías terminar? – Tadako asintió. – En fin, a mi amigo le gusta la misma persona que a mí pero, la persona que me gusta tiene sentimientos por mi amigo. – Bebió de su té. – De hecho, ambos están saliendo actualmente, ya llevan varios meses juntos. – Su mirada estaba clavada sobre la mesa, recordó algunas veces dónde Yukie estaba junto a Kei, y eso le dolió. – Pese a ello, sigo queriendo a es persona, no, sigo amando a esa persona, pero mi amigo también lo hace. Y cada vez que los veo juntos me duele un poco. – Hablo con sinceridad recordando lo de hace unos instantes. Quiero mucho a ambos, y ellos son felices juntos. – Sonrió para si mismo. – Por esos motivos no quiero entrometerme en su relación y arruinarla con mis acciones. – Seguía recordando, no podía dejar de recordarlos. – Aún así, me hiere verlos juntos. – Tanto él como su mamá dieron un sorbo a su respectiva bebida. – Los quiero y deseo que sean feli... –

– ¿A costa de la tuya? – Tadashi aparto la mirada ante aquellas palabras. – Escucha, como dije, no soy experta en temas del romance y eso pero aún así, es obvio que no está bien lo que estás haciendo. – Ambas miradas se conectaron. – No soy quien para juzgarte, pero no está bien bloquear y suprimir lo que sientes. – El muchacho miro sus manos, las cuales estaban sobre la mesa, la mujer suspiro, dirigiendo su vista a él. – Se que lo haces porque los quieres, y piensas que es lo mejor, pero no está bien lastimarte de esta forma. Soy la menos indicada para decirte algo como eso, pero debes expresarte y decir lo que piensas. – Colocó su mano sobre la del pecoso. – Trata de decirle a tu amigo como te sientes, estoy segura que lo entenderá. –

– El problema es, que soy muy cobarde para hacerlo. – Agachó la cabeza.

– Aún así, guardar todo esto solo te será contraproducente. – Enderezó su cabeza para mirarla. – Si sigues pasando por este tipo de cosas, solo se irán acumulando hasta el punto en el que explotes, y será ahí donde lastimes a alguien que no se lo merece, no solo éso, también te lastimaras a ti . –

– Ya lo se, pero, simplemente, no puedo arruinarlo, realmente son felices. – Había cubierto su rostro con ambas manos, quería llorar, pero no lo haría frente a tantos desconocidos. – Tienen un gran futuro, uno al que no pertenezco del todo, y tengo miedo de arruinarlo y que ambos me odien. –

– Tadashi. – Se acercó un poco más al nombrado y acarició los cabellos de este, era el único apoyo que le podía brindar en esa ocasión.

– Gracias por lo de hoy, me siento un poco mejor. – Una leve sonrisa se formó en sus labios.

– No hay de que. Sabes que puedes hablarme cuando quieras, o cuando lo necesites. – Le sonrió de vuelta. – Quieres que te acerque a casa ¿O... –

– No te preocupes, puedo regresar solo, pero gracias. –

– Entiendo, entonces me voy. Ten cuidado al regresar. – Se despidió y comenzó a marcharse.

– Tu también ten cuidado. – Se despidió y fue en otra dirección.

Se sentía un poco mejor, pero tampoco tanto, simplemente se sentía menos pesado que antes. Sabía de antemano que su problema no era para tanto, pero para él lo era casi todo, por ello le resultaban un tanto difícil pensarlo y/o hablarlo, entre otras cosas.

Llegó a la parada de autobús y espero a que esté llegará, cuando lo hizo se subió y pacientemente espero hasta llegar a la calle cerca de su casa.

Bajó y se encaminó hacia su hogar, paso a lado de la entrada del pequeño parque que se encontraba cerca de este, se detuvo viendo las hojas de los árboles moverse por la pequeña brisa de viento que había, entonces vio los juegos y la nostalgia vino a él, con un pesado suspiro retomó su camino, no quería ir a casa, pero no tenía opciones.

– Llegué. – Dejo sus zapatos y fue directo a las escaleras, sin embargo con apenas un pie sobre estás, una voz lo hizo parar.

– ¿Dónde estabas? –

– Tsukki...estás aquí. – Con disimulados nervios miro al rubio el cual seguía con la interrogante.

– Se quedará a cenar. – La chica castaña había aparecido abrazando el brazo de su novio. – Y hablando de cenar, ven a cenar. –

– Si. – Respondió incómodo. – Yo, no tengo hambre, comí estando fuera. –

– ¿Saliste? –

– Si. – La incomodidad estaba apareciendo seguido, tal vez se hicieran amigos.

– ¿Entonces ya cenaste? – Ahora el rubio era quien le cuestionaba.

– Si. Además vengo cansado y quiero descansar, cenen sin mi. Buenas noches. – Antes de escuchar respuesta subió las escaleras con prisa. Llegó a su cuarto y cerró la puerta, no se molestó en cambiar su ropa y se tumbó sobre su cama, soltó el aire de su interior y miro hacia arriba, descansando un brazo sobre su cabeza. – Ya no quiero pensar en eso. – Gruñó dándose vuelta y dejando la cabeza sobre la almohada, gruñó un par de veces más cuando escuchaba algunas voces del piso de abajo, giró su rostro y se encontró frente a frente con el peluche de dinosaurio, lo tomó con suma delicadeza, lo admiro un poco y luego lo abrazó.

Era un objeto muy importante para él, su mejor amigo se lo había regalado en su décimo cumpleaños, un cumpleaños que no iba a olvidar, atesoró ese peluche tanto que ahora ya no podía conciso el sueño sin él. – Tsukki. –

"Debes expresarte y decir lo que piensas"

– Te amo. – Susurró como pensando que alguien podría escucharlo. – Siempre lo he hecho. – Y con un leve sonrojo le dió un pequeño beso al peluche, sonrió mirándolo, se quedó así por un tiempo hasta que, entrados unos segundos volvió a gruñir. – Patético ¿No? – Dejo el peluche por un lado, y se abrazó a si mismo esperando conciliar el sueño de esa forma.



°•°

Ahhhhh, en el momento en que acabe todo el capítulo no tengo internet, así que quién sabe cuándo lo pueda publicar.

Así que, ¿Cómo han estado? ¿Se sienten bien? En lo personal me siento de la vrg, pero ya se me pasará, pero ¿y ustedes uwU?

.

Nota: Cuando Yam's menciona a su "amigo" se refiere a Yukie, y en el momento en que sus mamá dijo "Trata de decirle a tu amigo como te sientes" se puede interpretar tanto hablar con Yukie como hablar con Tsukki.

Espero les haya gustado y, nos leemos luego :D

Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

309K 43.3K 50
•∘˚˙∘•˚˙∘•ꕥ 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐅𝐔𝐈 𝐓𝐔𝐘𝐎 ꕥ•∘˙˚•∘˙˚•∘ Park Jimin un joven que es obligado por su familia a contraer matrimonio con un hombre mayor que e...
39.3K 4K 16
Vesper Greengass Malfoy hija de Astoria Greengass Y Draco Malfoy Hermana menor de Scorpius Greengass Malfoy parte de los 28 sagrados Vesper es una ch...
29K 2.8K 60
Desde que adam llego como pecador la vida de lucifer empezara a girar al rededor de alastor y adam
43.4K 3.6K 36
FEDERICO VIGEVANI🤍