Desvié mis ojos de Liam y los centre en mis amigos. Intente por todos los medios que la sonrisa de idiota que tenia estampada en mi rostro desapareciese, pero probablemente no hice un buen trabajo. Tenía la sensación de que incluso estaría sonriendo en mis sueños esa noche.
Mordí mi labio inferior, recordando el momento que minutos antes había vivido con Liam. Mi estómago se vio sucumbido por un millar de mariposas que revoloteaban enloquecidas en él y decidí echar un pequeño vistazo sobre él. Estaba apoyado contra un árbol observando a los estudiantes.
-¡Aquí está la mujer desaparecida! -bromeó Tyler cuando estuve a su lado -.
Me reí y negué con la cabeza.
-Yo no desaparecí; ¡tú te fuiste y me dejaste! -murmure, golpeando su brazo -.
Él puso los ojos en blanco.
-No lo hice, yo corrí hacia los árboles esperando que me siguieras, pero tú solo te agachaste, lo que es algo realmente estúpido – comenzó a explicar él - Luego te vi caminando en la dirección equivocada buscándome, pero para ese entonces ya había otras personas alrededor por lo que no podía gritarte. Dí por hecho que habías sido atrapada y porque solo tenías una vida para vivir.
Tyler reía carcajadas ante mi evidente falta de habilidad para el paintball.
Sus ojos observaron la parte superior de mi brazo.
-Y yo estaba en lo correcto, te habían eliminado ¿Dónde estabas? Bonnie y Logan, estaban fuera también y dijeron que no regresaste a la cabaña – Tyler inclinó la cabeza -. ç
Oh no, ¿Qué puedo decir a esto? .
-¿Me perdí? -sugerí esperando que aceptara eso-.
Lo hizo. Sus ojos vagaban por mi cuerpo cubierto de pintura, obviamente verificando el daño. Él se echó a reír cuando me dio la vuelta para verificar mi parte posterior.
-¿Te dispararon en el culo otra vez? Eso es tan gracioso. ¡Solo te podía pasar a ti, April, solo a ti! - bromeaba -.
Me reí y lo empujé hacia atrás, sonriendo.
-Obviamente no solo a mí, porque Bonnie y Logan también fueron eliminados.
Miré hacia Bonnie, tenía su mano en el brazo de Logan, riéndose tontamente sobre algo que él había dicho, mirándolo a través de sus pestañas. Estaba tan orgullosa de ella que podría reventar; había estado loca por él desde siempre. Personalmente no podía ver qué era lo que la atraía. Era guapo, pero no era mi tipo. Él era un deportista, con hombros anchos y grandes, y un cuello musculoso y grueso. Todo tonificado, no como el físico de Liam.
Tan pronto como pensé en Liam, mis ojos se movieron en su dirección. La Señorita. Teller estaba cerca de él, con una sonrisa seductora en su rostro mientras se apartaba un mechón de cabello rubio natural por debajo de la cinta del cabello, sacudiéndolo como una de esas diosas de la televisión.
¿Cómo podía él estar interesado en mí mientras ella estaba haciendo eso frente a él? No tenía oportunidad de competir con esa mujer. Si yo fuera él, estaría babeando por ella también.
Miré hacia otro lado mientras comenzaba a sentirme un poco celosa. ¿Qué haría si él me engañaba? Él nunca había tenido una novia antes; ¿Sabría lo que significa ser fiel? ¿Se aburriría de mí en pocas semanas e iría detrás de otra persona que mereciera su atención? Espera, espera, ¿estaba analizándolo todo otra vez, como antes?
Mire hacia Liam en el momento exacto en el que él miró hacia mí. Le sonreí y recibí una sonrisa irresistible antes de mirar nuevamente a la Señorita. Teller. Suspiré y decidí que debía estar tranquila. Necesitaba dejar de pensar sobre este tipo de cosas, porque la mayor parte del tiempo estaría llegando a conclusiones incorrectas a cerca de él.
Lo único en lo que podía pensar ahora, era en que esa noche lo volvería a ver. Sólo estar cerca de él otra vez, hablar con él y envolver mis brazos a su alrededor por un momento sería como rozar el cielo desde la tierra.
-¿April? - me llamaron -.
Miré hacia arriba rápidamente, sacudiendo la cabeza. Tyler estaba chasqueando sus dedos frente a mi rostro, tratando de tener mi atención. ¿Estaba soñando despierta?
-Perdona, ¿Qué decías? -sonreí disculpándome, haciéndole reír y él puso los ojos en blanco -.
Logan estaba alejándose, enviando una última sonrisa en la dirección de Bonnie, lo que la hizo sonreír y morderse el labio antes de saltar a mi lado y cogerme del brazo, hundiendo sus dedos en mi piel mientras me miraba con los ojos muy abiertos.
-¡Él me invitó a salir! Oh chica, ¡realmente me invitó a salir! -susurró ella emocionada, casi sacudiéndome de lo emocionada que estaba -.
Reí y la abracé.
-¡Estoy tan orgullosa de ti! No puedo creer que volváis a llevaros bien de nuevo -la felicité, sonriendo alegremente-.
Parecía que hoy había sido un gran día en nuestras vidas amorosas.
Suspiré alegremente y miré furtivamente a Liam; él estaba hablando con uno de los chicos y luego se recostó relajado a un lado.
-¡Lo sé! Gracias al universo por el Paintball -dijo con un suspiro soñador-.
Nunca pensé que podría estar de acuerdo, pero en silencio también di gracias al universo por la elección del paintball ya que gracias a eso, era uno de los mejores días que había tenido en mucho tiempo.
-Bueno, ¿a dónde vais a ir? ¿Qué te dijo? Dame todos los detalles -le indiqué, mientras la arrastraba hacia el autobús -.
Estaba muriéndome por hablarle a ella sobre Liam, pero realmente necesitaba hablar primero con él para estar segura de que estaba de acuerdo con que se lo dijera. Lo último que deseaba hacer era arruinar algo cuando habíamos vuelto a estar juntos.
Bonnie dio un suspiro soñador y comenzó a decirme todo acerca de cómo ella había planeado con Tyler ser la pareja de Logan en el juego. Nos unimos a la fila para subir al autobús y me perdí en su historia sobre el tiempo que estuvieron juntos. Escuché atenta y una enorme sonrisa mientras ella hablaba muy entusiasmada sobre todas las cosas que tenían en común.
Seguí en fila hasta que estuve en la puerta, lista para subir a bordo. Cuando levanté mi pie para subir, un brazo se cruzó a través de la puerta bloqueando mi entrada. Levanté la mirada y me sorprendí al ver a Liam recostado de forma casual, con sus brazos estirados para yo no pudiera entrar al autobús. Una sexy sonrisa estaba en sus labios, que me hacía desear poder pasar mi lengua sobre ellos. Bonnie estaba envuelta en su historia así que chocó contra mi espalda sin saber que me había detenido.
Me ruboricé como loca, y la sonrisa de Liam se hizo más pronunciada.
-Creo que voy a tener un moretón en el hombro donde usted me disparó, Señorita Bloom, creo que tendré que castigarle por ello -bromeó él, riendo en voz baja-.
Reí tímidamente.
-Usted no puede castigarme, Señor Cowell; no estamos en terreno del instituto. Además, fue un accidente y ya pedí perdón -dije -.
Él miró hacia mí de manera pensativa.
-Supongo que está en lo correcto, pero un paso fuera en los terrenos del instituto y volvera a su rutina de castigo – sonrió -.
Puse mis ojos en blanco hacia él; le gustaba tener ese poder sobre mí.
-Lo tendré presente – conteste -.
Él sonrió y movió su brazo de la puerta, asintiendo para que pudiera subir. Sentí estremecer mis entrañas por la forma en la que él me miraba, jugando y bromeando.
Mi Liam estaba de vuelta por completo. Y eso me encantaba.
Mordí mi labio para no decir nada inapropiado y subí al autobús con Bonnie detrás de mí. Ella se desplomó en el asiento junto al mío, pero era obvio que todavía estaba en la tierra de fantasías y colorines con Logan porque ella se perdió totalmente el incidente de la puerta con Liam y continúo con su historia, donde la había dejado.
Unos minutos después vi cómo Liam subía y se sentaba en el frente del autobús. Después de media hora de cotilleos sobre Logam y la planificación de su cita mañana por la noche, finalmente estábamos cerca del instituto. Mi teléfono vibro en mi bolsillo, fruncí el ceño preguntándome de quién sería el mensaje; cuando leí el nombre, inmediatamente sentí mi rostro caliente.
Era de Liam.
<Tengo que llevar a Caroline a casa. ¿Te paso a buscar a las cuatro? >
Mi corazón brincó ante la idea de verlo. Estaba tan emocionada que casi no podía estar sentada en mi asiento.
¿Espera, a las cuatro?
Él había dicho que quería ir a algún sitio esta noche, yo esperaba tener tiempo de sobra para una ducha y arreglarme el desastre que era mi cabello. Pero no podía decirle no, si me buscaba a las cuatro, entonces tendría tiempo adicional con él de lo cual ciertamente no me quejaría.
< No puedes esperar eh!, pensé que nos reuniríamos esta noche>
Le envíe un mensaje de vuelta.
Bonnie me miraba curiosa. No sabía qué decir. Sabía que ella estaría loca de contenta por mí, pero necesitaba verificar con Liam si él estaba de acuerdo. Él diría que debía pretender que nada había pasado y que esta conversación no podría tenerla con ella con todos los demás estudiantes alrededor.
-Es mi madre -mentí, encogiéndome de hombros y deseando que mi rostro ruborizado no me delatara -.
Mi móvil sonó con su respuesta por lo que abrí con entusiasmo.
< ¡Ansioso es la palabra que yo elegiría! ¿Está bien a las cuatro? >
Suspiré de manera soñadora y miré la hora en mi teléfono; era justo después de las tres, por lo menos tendría un poco de tiempo para cambiarme a algo bonito que no fueran unos vaqueros y una camiseta, que era lo que vestí para jugar al paintball.
<Claro, te veo luego>
Le respondí, apenas pudiendo escribir con mis temblorosas manos ya que estaba muy entusiasmada.
Llegamos a la escuela y Liam bajó primero, de pie al lado del autobús verificando que todos salieran. Tyler estaba esperándonos afuera de la puerta con una eufórica sonrisa en su rostro. Salí con ellos entusiasmada hacia el auto de Bonnie; estaba literalmente haciendo cuenta regresiva hasta las 4:00 pm cuando volvería a ver nuevamente a Liam.
Sentía que estaba en una especie de sueño donde no tenía control de mí misma o mis acciones, estaba moviéndome como si estuviese en una especie de trance, dichosamente feliz.
Bonnie se detuvo fuera de mi casa y me miró suplicante.
-Vendrás mañana a ayudarme a escoger la ropa, ¿no? -preguntó ella, mordiéndose el labio por los nervios-.
Asentí.
-¡No me perdería la oportunidad de ponerte deslumbrante para Logam, por nada del mundo! -bromeé, abrazándola para salir del coche, diciéndole adiós mientras ella conducía por la carretera -.
Giré y prácticamente corrí hacia mi casa. Mis padres me miraron de forma extraña mientras pasaba por su lado a máxima velocidad, dirigiéndome a mi cuarto.
-¡Hola mamá, hola papá! -dije mientras pasaba como un tornado por su lado -.
-¿Te divertiste? -dijo mi padre a mis espaldas mientras subía las escaleras -.
-¡Mucho! -grité desde la parte superior de las escaleras, quitándome la ropa -.
Me duché tan rápido como fue posible, siendo cuidadosa de no mojar mi cabello, luego me dirigí a mi cuarto, escogiendo unos vaqueros ajustados que sabía le gustarían a Liam ya que la última vez que los utilicé apenas pudo mantener sus manos alejadas de mi. Escogí una camiseta negra y un jersey gris para colocarme sobre la camiseta.
Me cepillé el cabello y me maquillé pero para ser honesta no necesita mucho. Mi rostro ya estaba iluminado por el entusiasmo, mis ojos brillaban. Suspiré contenta y bajé las escaleras para decirle a mis padres que iba a salir fuera.
Quedaban solo veinte minutos para las cuatro, y había podido estar listar en un tiempo record. Estaba orgullosa de mí misma. Fui hacia la cocina; mi madre estaba sentado allí leyendo uno de sus libros, mientras mi padre preparaba la cena para la noche.
-¡Hola! -dije, sentándome en el banco justo al lado de mi madre, esperando que ellos no preguntaran por qué estaba tan entusiasmada-.
-¿Te divertiste jugando al paintball? Estaba esperando una furiosa llamada de Bonnie diciéndome que tenía que ir a buscaros al hospital o algo parecido -bromeaba mi padre -.
Me reí y agité mi cabeza.
-Sorprendentemente he resultado ilesa, ¿Quizá mi suerte está cambiando? -sugerí-.
Definitivamente mi suerte parecía como si estuviese cambiando alrededor. Tenía al chico de mis sueños que estaba enamorado de mí, buenos amigos, padres excelentes y el próximo fin de semana iba a ver a Ed Sheeran en concierto.
¿Qué más podía pedir una chica de diecisiete años?
Mi madre sonreía alegre.
-Siempre vas a ser torpe April, naciste así y morirás así -contestó ella, sacando su lengua hacia mí-.
Reí y asentí aceptando lo que decía.
-Mama, voy a cenar fuera esta noche, ¿está bien? -pregunté -.
Ella se encogió de hombros.
-Claro. ¿Bonnie y tú iréis a algún lugar? -preguntó mi madre-.
-Eh... no estoy segura -Hice una mueca, esperando que mi contestación fuera aceptable-.
Aparentemente lo fue ya que ella sonrió y continúo leyendo su libro. Unos minutos después mi teléfono comenzó a sonar dentro de mi bolso. Lo saqué con entusiasmo, sabiendo que sería Liam. Salté de mi silla mientras contestaba, no queriendo estar cerca de mis padres en caso de que mi rostro delatara que estaba teniendo una relación ilegal con mi maestro.
-Hola -contesté-.
Me mordí el labio cuando me di cuenta de lo alegre y entusiasmada que sonaba mi voz.
-Hola April, estoy fuera, debo de ir y llamar a la puerta o... -su voz se fue apagando y sentí que mi corazón comenzaba a latir erráticamente al sonido de su voz-.
De repente, me di cuenta de lo que había dicho. ¿Él quería llamar a la puerta? ¡Oh Dios mío, mi padre literalmente lo mataría!
-No lo hagas, ahora mismo salgo -dije rápidamente -.
Mis ojos estaban fijos en la parte posterior de la cabeza de mi padre por si decidía en el momento justo ir fuera y ver a Liam sentando en su coche esperándome. Terminé la llamada y me dirigí a la encimera donde había dejado mi bolso; coloqué mi móvil dentro y besé a mi madre en la mejilla.
Tan pronto como abrí la puerta delantera, la felicidad se apoderó de mí.
Solo ver estacionado el Jeep plateado de Liam hacía que sintiera mi piel estallar en llamas y mi cuerpo comenzó a sentir un hormigueo por el entusiasmo. Él me miraba sus ojos abiertos examinaban todo mi cuerpo. Yo sonreía con satisfacción. ¡Definitivamente a alguien le siguen gustando estos vaqueros!
Deslizándome en el asiento del pasajero de su coche, sonreí.
Él todavía recorría mi cuerpo lujuriosamente. Mi corazón latía tan alto que me sorprendía que él no pudiera escucharlo. Él llevaba la ropa de esta mañana, pero siempre se veía mucho más sexy fuera de los terrenos del instituto.
-Hola -susurré, sabiendo que mi voz no podría salir adecuadamente si trataba de hablar -.
Finalmente sus ojos dejaron mi cuerpo y se encontraron con los míos.
-Hola -susurró de vuelta, sonriéndome -.
Su expresión parecía igual a la mía, alegría, nerviosismo y un poco de conmoción.
Él se inclinó hacia el asiento trasero, yo fruncí en ceño preguntándome qué estaba haciendo hasta que su brazo volvió hacia el frente, sujetando un ramo de lirios y tulipanes blancos.
-Te compré esto – musito -.
Mierda. ¿ Por qué tenía que ser tan dulce ? Había olvidado lo adorable, atento que es él como novio, cómo siempre me consentía y al parecer recordaba cada pequeño detalle que le había mencionado.
-Liam, son preciosas. Gracias -murmuré, luchando contra una ola de lágrimas de felicidad porque esto era real y él realmente me quería y por fin había terminado el dolor de las últimas seis semanas -.
-De nada, preciosa -sonrió alegremente y mi corazón se derretía un poco cuando él me llamaba preciosa -.
Él se estaba acercando a mí, sus labios estaban peligrosamente cerca de los mis y casi no podía respirar. Aquí era donde me despertaba por la alarma de mi reloj y me daba cuenta de que me había quedado dormida y llegaba tarde a clase.... Pero no estaba soñando.
Sus labios presionaron los míos y di un pequeño chillido de entusiasmo mientras mis manos sujetaban la parte posterior de su cabello, no iba a dejarle escapar de mí. Lo deseaba tanto. Lo besaba tan ferozmente como él a mí, sintiendo pequeñas chispas de electricidad que parecían correr por mi cuerpo cada vez que él se acercaba a mí. Me acerque más a él, aplastando mi pecho contra el suyo mientras lo besaba apasionadamente, demostrándole todo lo que sentía por él.
Demasiado pronto él se retiró. Luché para recuperar el aliento, pero necesitaba más. Le puse mala cara para dejarle saber que no había terminado. Él sonrió, mordiéndome el labio inferior rápidamente antes de acomodarse en el asiento y arrancar el coche. S
Suspiré alegremente y me senté nuevamente en mi asiento, tratando de calmar mi cuerpo antes de que literalmente estallara en llamas. Abroché el cinturón de seguridad.
-¿Y qué deseas hacer? Si quieres ir a cenar debemos salir un poco de la ciudad para que nadie nos vea -sugirió, con el ceño fruncido -.
Me encogí de hombros, me traía sin cuidado lo que hiciéramos, siempre que pudiera estar unas horas con él.
-Lo que quieras -susurré, deslizando mis dedos sobre las flores, maravillándome de su belleza -.
Liam como siempre, acertaba comprándome mis flores preferidas.
-Bueno, tenemos que hablar, ¿entonces qué piensas si vamos a mi apartamento y pedimos comida para llevar? - opinó -.
¡Oh sí, yo quería ir a su apartamento! Me encantaba su apartamento.
-¿Comida china? -sugerí, tratando de que mis pensamientos indecentes no se dejaran ver en mi rostro -.
-Suena bien – sonrió -.
Sujetó mi mano mientras conducía a su apartamento y no pude evitar mirarlo de vez en cuando. Era tan guapo que hacía que mi corazón latiera más rápido.
Mi cuerpo estuvo nervioso todo el viaje en el coche, mis manos sudaban, y mi estómago revoloteaba de entusiasmo. Sujeté firme su mano, por miedo a dejarlo ir si cambiaba de opinión y que después de todo no quisiera estar conmigo. Eso me destrozaría.
Sonreí y reí calladamente para mí mientras pensaba el momento en el que él me dijo que me amaba; esas palabras saliendo de su boca había sido lo más bello que había oído nunca.
-¿Qué? -preguntó, mirándome por el rabillo del ojo mientras aparcaba frente a su apartamento -.
Me encogí de hombros.
-Sólo pensaba – dije -.
Sonrió y besó mi mano antes de soltarla y salir del coche dirigiéndose hacia mi lado. Salí antes de que él abriera la puerta por mí, sabiendo que no le gustaría; a él le gustaba comportarse como un caballero y tener esos pequeños detalles como abrir las puertas cuando estábamos saliendo.
Suspiró y me miró mientras me ponía un brazo alrededor de mi cintura.
-¿Debemos tener la conversación de cómo me dejarás comportarme como un verdadero novio? -susurró, inclinándose y dándome un suave beso en mi frente -.
Mi corazón se detuvo y luego aceleró cuando él mencionó la palabra novio y no pude evitar el pequeño chillido que salió de mi boca mientras agarraba su camisa y tiraba de él para acercarlo lo más posible.
-¿Es eso lo que eres? -bromeé-.
Él sonrió.
-A menos que prefieras que me comporte como tu maestro -indicó, encogiéndose de hombros, dando un paso hacia atrás, entrecerrando los ojos hacia mí en tono de broma -.
-¿Usted piensa que me puede enseñar algunas cosas en su apartamento? -coqueteé, mordiéndome mi labio y tratando de verme sexy pero mi sonrojo probablemente arruinó la situación-.
-Seguro, ¿trajo sus libros consigo? -contestó él, sonriendo pero pareciendo estar un poco incómodo al mismo tiempo-.
-Mierda, se me olvidó – puse los ojos en blanco -al parecer tendrá que ser una lección práctica.
Sus ojos se ampliaron y antes de que pudiese reaccionar, estrelló sus labios contra los míos, terminando con mis patéticos intentos de seducción.