(Kageyama)
Poco a poco, nuestros primeros años comenzaron a llevarse mejor. Aun se pelean de vez en cuando, pero ya no intentan matarse a los golpes. Por otra parte, el cumpleaños de Akira es mañana, y estoy algo nervioso... no sé como reaccionara cuando sepa que tiene dos almas gemelas, y que somos Yuu y yo...
Pedimos permiso al entrenador, y le armamos una fiesta sorpresa en el gimnasio. Todo está listo, el padre de Akira lo llevara a la escuela, y todos lo esperaremos para felicitarlo.
Admito que casi no pude dormir en toda la noche, pero estoy tan ansioso... Yuu y yo estamos camino a la escuela, y ambos estamos emocionados.
-Ya quiero saber quienes son las almas gemelas de Akira. Tú y yo vamos a tener que conocerlas, Tobio, y asegurarnos de que no le hagan daño. -Yuu venía divagando.
Tenia ganas de decirle que nosotros somos sus almas gemelas, pero no puedo...
Llegamos al gimnasio, y dejamos nuestros regalos, junto a los de los demás. Yo le había comprado un pijama super suave a Akira, y Yuu un videojuego que él quería.
Todos nos escondimos, cuando recibí un mensaje del padre de Akira, y cuando él encendió las luces, saltamos hacia adelante, tirándole confeti.
- ¡Feliz cumpleaños! -Todos exclamamos.
Akira estuvo hablando con todos sus kohais, durante la primera parte de la fiesta, prácticamente, ignorándonos a Yuu y a mí. ¿Será que no le gusta que seamos sus almas gemelas? Él nunca se quejó de estar con Yuu, en Aoba Johsai...
Trate de pensar en otra cosa, charlando con Yuu, y los otros terceros años, hasta que, al finalizar la fiesta, pues teníamos que ir a clase, Akira nos agarro de las manos, y nos llevó detrás del gimnasio.
-Hasta que nos prestas atención. -Yuu murmuro, estaba enojado porque Akira ni nos había mirado. -Nosotros que planeamos todo esto, y tú ni un gracias nos das. –
-Yo... bueno... no quería hablar con ustedes frente a los demás. -Akira se ve muy incómodo...
- ¿Qué sucede? Sabes que puedes decirnos lo que sea, ¿no te gusto la fiesta? -Yo sabía que no era por la fiesta, pero no es como que pudiera decírselo.
-No... em... -Akira se removió en su lugar, y termino suspirando.
Yuu y yo lo vimos arremangarse la campera, y extender los brazos hacia nosotros...
Mientras estaba en Karasuno, alguna vez me pregunte como era mi marca en las muñecas de mis almas gemelas, y de que color resplandecía... la respuesta no me gusto.
En la muñeca izquierda, Akira tenia el nombre de Yuu brillando en color marrón, junto al dibujo de un castor. Y en la muñeca derecha... tenia mi nombre brillando en color azul, junto al dibujo de una corona de rey...
De todos los dibujos que pudieran representarme... ¡¿Tenia que ser una corona de rey?! ¡¿Enserio?! ¡Ya ni siquiera tengo el apodo!
Dejando de lado mi ira, me concentre en la cara de Akira. Él nos miraba con seriedad, pero podía ver vestigios de miedo en sus ojos.
-Somos tus almas gemelas. -Sonreí. -Parece que no tendremos que asegurarnos de que no le hagan daño, ¿no lo crees, Yuu? –
MI compañero salió de su estupor, y atrajo a Akira hacia un abrazo. Yo me uní a ellos, y pude escuchar al cumpleañero suspirar de alivio.
-Creo que es genial que seamos almas gemelas, pero no me gusta ser un castor. -Yuu se quejó.
-Y a mí no me gusta ser una corona, ¿qué significa? -Refunfuñe.
-Que eres el Rey de nuestros corazones. -Akira y Yuu me respondieron al mismo tiempo.
No pude evitar sonrojarme, y ambos me dieron un beso en la mejilla. Quizás... no es tan malo ser un rey...
-Ya quiero tener sus nombres en mis muñecas. -Yuu nos sonrió.
-Yo también. -Asentí.
-Cuando los tres tengamos las marcas, podremos crear un vínculo mental, y saber si alguno tiene problemas. Seremos mucho más unidos. -Akira se ve emocionado, aun con su expresión estoica.
Ser más unidos... me gusta la idea... está vez no me rechazaron, así que, podre tener un vinculo con ellos.