Enes 29.04.2020
¿Haces todo esto con intenciones?
No me digas que no sabes.
Todo el daño que me estás causando.
Entonces
¿Por qué continúas?
Creo que ese es nuestro mayor error como personas,
tiramos la piedra y ocultamos la mano.
Pero intentamos mentirnos,
incluso a nosotros mismos,
de ser inocentes.
Provocamos derrumbes en la vida ajena
y tratamos de no verlo,
sino sólo pensar en el que causan en nosotros.
Y es lo correcto:
Ponerse a sí mismo como prioridad
y preocuparse por su propia estabilidad emocional.
Pero si tanto te jode,
creo que deberías hacer un cambio dentro.
Porque lo detestas.
Y sabes que no mereces lo que recibes.
O eso crees.
Pero es exactamente lo mismo que brindas.
Es hipócrita.
Estás tan enfocado en cuánto te herí,
pero pasas por alto la forma en la que atacas,
¿Es que no puedes, o sólo no quieres verlo?
Victimizarse y recalcar
una y otra vez que soy un monstruo
pero no eres capas de siquiera ver tu propio reflejo,
¿No quieres verlo o utilizas una máscara para enterrar y ocultarte de ti mismo?
¿Es que no quieres aceptar lo malo que llevas contigo?
Sólo lo censuras para repetir errores ajenos.
Tampoco recibo buenos tratos
y aún así intento ocultar todo
para que podamos estar bien.
Pero todo se deteriora.
No puedo remar solo.
También siento.
Olvidaste eso
una vez que notaste que ya tenías el control total.
Armas y desarmas todo
cuando y como quieres.
Luego el mismo bucle.
Soltar.
Manipular.
Justificarse con una falsa depresión.
Creo haber soportado demasiado.
No quiero ser uno con aquello que mata
y no quiere verlo.
Y aún recuerdo cuando trataba de no creer.
Nos preocupamos por nosotros mismos
sin pensar
en el desorden que armamos en el otro.
"Y me importa una mierda
si tu herida sangra.
Sólo
no me manches con ella."
Es irónico.
Tanto me enoja
el acto de cada ser humano.
Pero de igual manera,
también soy uno.
Y creo que teniendo en cuenta esto,
si volvemos atrás,
podemos notar que cometí el mismo error,
y lo siento.
Sólo me gustaría que ambos seamos conscientes de la magnitud del daño que provocamos
y veamos dentro de nosotros mismos a su vez y lo que brindamos.
¿Merecemos lo que recibimos?