No puedo dormir.
No he pegado un ojo desde lo que pasó.
Sentí nauseas al momento en el que él se separo de mi, pero si huía todo iba a ser peor. No se de donde saco tanto autocontrol. Me encontraba muy asustada pero por lo menos pude detenerlo, lo malo es que no se si en un futuro podré hacerlo.
Espero poder salir de aquí antes de que cualquier cosa suceda. Honestamente nunca creí que él fuera capaz de ir más allá, pero lo de hace una horas me demostró que él si es capaz. Aguante mucho la ganas de sollozar y seguir llorando pero rápidamente me di cuenta que no valía la pena, Michael se daría cuenta si lo hiciera y yo no supiera con qué mentirle.
No sé si él está dormido ya que le estoy dando la espalda, mi mirada se encuentra en la puerta. Quisiera poder salir de esa puerta, quisiera que Michael no me tocara, quisiera correr muy lejos.
Me pone de los nervios que algo como esto vuelva a ocurrir. No creo ser capaz de aguantar por mucho tiempo. No quiero tener una vida de esa manera, no quiero tenerle miedo a alguien, no quiero que alguien me controle, no quiero que alguien me ame de la manera como Michael lo hace. Él ha cambiado mucho.
No estoy segura que hora es; desde que llegué aquí, he perdido el sentido del tiempo.
Decido levantarme, de todas formas no puedo dormir. No tengo ni idea que haré en estas cuatros paredes, pero me las ingeniare con tal y no estar más tiempo cerca de Michael.
No llego a sentarme cuando ya me detienen.
-¿Qué haces, princesa? - su susurro en mi oído hace que me de un escalofrío. Trago grueso.
-Quería ir al baño -Digo lo primero que se me ocurre. Me sorprendo por lo segura que sueno.
Siento un beso en mi cuello
-Esta bien...pero no tardes.
Huyo al segundo en que me suelta, camino con prisa hacia el baño. Al estar dentro suelto un suspiro.
Me quedo estática sin saber qué hacer por un momento. Decido relajarme un poco, me siento en el suelo usando la puerta como respaldo. Observo el blanco techo. Espero poder estar aquí por mucho tiempo, espero que Michael se vaya del cuarto, que me deje tranquila por unos minutos. No quiero recostarme a su lado, no quiero crear más mentiras por el miedo que me genera, lamentablemente no me queda de otra. Tendré que seguir ahogándome en mentiras.
Quiero estar en casa con Max, quiero estar en mi cuarto, ir a la universidad, quiero a mis amigos. No quiero cumplir un papel de pareja, no quiero ser la princesa de nadie, al menos de no de él, solo quiero que todo vuelva a la normalidad, o por lo menos una vida en la que Michael no forme parte.
Es increíble como todo cambio solo por una persona que apenas sabía quién era y ahora forma más parte de mi vida que yo misma.
Quiero que se olvide de mi.
-¡Aisa! - jadeo del susto. Me levanto nerviosa -¿Todo bien, amor?
Amor
Hago una mueca.
-Si...todo bien -respiro profundo - Ya salgo...
Respiro con profundidad para poder calmar mi nerviosismo. ¿Acaso no podía olvidarse de mi por un rato? No creo que haya estado en el baño por más de treinta minutos. Trago grueso antes de abrir.
Lo primero que veo es la sonrisa de Michael.
-Ahí está mi princesa - toma mi mano- Volvamos a la cama.
Me tenso al oírlo hablar, justamente lo que menos quería es lo que está sucediendo.
-Michael...-Decido hablar - No me siento cómoda con...
-Lo sé, Aisa - voltea para verme un instante - No es la mejor habitación, pero no te preocupes. Cuando salgamos de aquí, viviremos en un lugar perfecto.
No me refería a eso.
Decido no darle importancia, tal vez su respuesta es una señal para que no diga cosas por las cuales luego me arrepienta.
Al ya estar acostados, Michael me atrae a su pecho. No puedo evitar tensar mi cuerpo.
-¿Qué sucede, princesa? - lo miro - Estas tensa - toma mi brazo con fuerza - Espero que no sea por mi.
-¡No! -suelto de inmediato - No es eso... - trato de pensar en algo pero no se me ocurre nada.
Sin más opciones, me acurruco más a él para hacerlo olvidar.
-Desde que te vi, siempre quise tenerte entre mis brazos - da un beso en mi cabeza. Quiero golpearlo y salir corriendo - Los sueños se hacen realidad.
No me di cuenta que me había quedado dormida.
Abro mis ojos un poco confundidos por el sueño. Miro hacia mi alrededor y sonrío cuando veo que Michael no está.
Me quedo un tiempo mirando el techo, sintiendo la tranquilidad de estar sola. Cierro mis ojos pero no para seguir durmiendo sino para soñar un poco despierta. Inmediatamente me imagino estando en casa, las ganas de llorar no tardan en llegar. Trato de no ponerme triste, no quiero llorar. Abro mis ojos y suspiro. Otro día más aquí y al mismo tiempo un día menos en el que estaré aquí.
Mi tranquilidad no tarda mucho.
-Ni cinco minutos -digo entre dientes mientras me preparo para fingir. Me levanto tomando mi tiempo para sentarme.
-¡Despertaste! - Michael anuncia con una sonrisa en su rostro - Pensé que estarías dormida...-Cierra la puerta- Te tengo una sorpresa.
Me tenso al escuchar la palabra sorpresa , cada vez que he escuchado esa palabra nada bueno ha ocurrido. Me preparo para lo peor, luego mi vista baja en lo que tiene en su mano, es una bolsa.
No me muevo de donde estoy, espero a que él diga o haga algo para yo poder reaccionar de la mejor manera posible. Comienza a caminar, al estar frente a mi alzo mi mirada para verle, él aprovecha para darme un beso. Hago todo lo que puedo para no hacer una cara rara; Michael se sienta a mi lado.
-Toma - me tiende la bolsa. La observo por un instante con desconfianza, lentamente estiro mi brazo para tomarla. La abro - Es ropa para salir - Alzo mi mirada de inmediato, ¿Saldré? - Todo lo que has usado ha sido mis camisas y una que otra pijama. Y como nuestra relación ha mejorado...creo que es hora que salgas conmigo.
No puedo evitar emocionarme.
-¿En serio? - pregunto sin creerlo. Michael asiente.
-Si, princesa. Aun así, no saldrás mucho y solo lo harás conmigo- mi vista baja hacia la bolsa, llena con vestidos- Hoy puedes salir si lo deseas.
-Si me gustaría, gracias- respondo. Tengo la esperanza de encontrar una franela o un pantalón, pero no los encuentro, absolutamente todos son vestidos.
-Princesa - Alzo mi mirada- ¿No vas a agradecerme?
Frunzo mi ceño.
-Pero ya lo hice...- Me mira fijamente.
-No, no lo hiciste.
Caigo en cuanto en lo que quiere decir. Aprieto mi mandíbula y lo miro, él está esperando a que haga algo. Aprieto mis manos con nerviosismo, me acerco lentamente a él y sin querer doy un pequeño beso en su labios, muy rápido. Al separarme su serio rostro pasa a ser feliz.
-Gracias - digo de nuevo. Michael me mira en silencio. De un momento a otro y sin darme cuenta, toma mi rostro y me besa por más tiempo de lo que estaba preparada para soportar. Nos hemos besado mucho, no me gusta; él lo debe estar disfrutando. Por fin se separa.
-Gracias a ti -susurra cerca de mi. Nunca había visto esta faceta de Michael, siempre era serio y daba miedo, ahora...podía describirlo como juguetón. No sé por qué pero eso me da aún mas miedo. -Ve, cambiate.
No lo dejo terminar cuando me levanto para huir al baño y cambiarme. Al estar adentro, examino cada vestido. Todos y cada uno parecen de princesas, ninguno es simple, son como de fiesta o eventos pero cubiertos y en cierta manera bonitos, pero no de mi estilo. Logro encontrar uno un poco más simple, es blanco, se ve delicado, también es el más sencillo así que no dudo dos veces para ponermelo.
Doblo la ropa que tenía antes puesta, la llevo a mi pecho y salgo del baño.
Michael me mira inmediatamente, sus ojos se iluminan.
-Te ves preciosa -Baja su mirada -Ya no estoy muy seguro en que deberías salir...no quiero que te vean.
-No...- me acerco - A mi me gustaría salir...
La mirada de Michael se oscurece.
-¿Para que?
-Bueno...- doy unos pasos para quedar frente a frente. Tomo su mano y la acaricio - Tu dijiste que podría salir...
-Si pero ya no estoy tan seguro - trata de apartar mi mano pero no lo permito. Quiero convencerlo.
-Por favor, no me gusta estar encerrada - acaricio su mano nuevamente - Estaré a tu lado...
Levanta su mirada, me analiza. A pesar de que en su mente estaba comenzando a creer que todo estaba "bien" entre nosotros, todavía al yo decir cualquier cosa él todavía duda. Siendo sincera no lo culparia, yo tampoco me creería, sin embargo, espero que esta vez si logre convencerlo. Sigo acariciando su mano; trato de mantener mi mirada con la suya y no apartarla.
Michael suspira.
-¿Estarás siempre a mi lado?
-Si - digo de inmediato. Me mira expectante, bajo mi mirada- Siempre.
Sonríe.
Entrelaza nuestras manos.
-Esta bien -caminamos hacia la puerta. No evito emocionarme, saldré de estas cuatro paredes.
No es la salida que me esperaba pero por algo se empieza. Me conviene, de esa manera podré ver con más atención el lugar, de algo me servirá.
Parece mentira cuando Michael cierra la puerta detrás de nosotros.
Al caminar por los pasillos no evito notar que al momento que los guardia que cuidan otras puertas no se ven inmediatamente bajan su mirada. La pregunta sale sin pensar.
-¿Por qué bajan su mirada? - Michael mira hacia delante, su mano aprieta un poco la mía.
-Estamos pasando - contesta en voz alta. Luego se acerca un poco más a mí y susurra - No quiero que te vean, fue una orden.
No se que contestar.
Michael no agrega nada más, decido quedarme callada.
Llegamos a la sala recreacional, la recuerdo bien. A pesar que fueron pocas veces las que estuve aquí, mi memoria no la ha borrado. Me impresiona que no haya guardia cuidando esta área y al entrar no hay nadie, luego caigo en cuenta que Michael ahora es el "jefe" de este lugar.
Tenía la esperanza que todo eso fuera cosas de Michael, pero al parecer es verdad.
-Ponte cómoda - por fin suelta mi mano, me dirijo hacia una de las sillas y me siento - Alexis no tardará en llegar...
Al momento en que la menciona aparece por la puerta, trae muchas cosas en sus manos. Sin pensarlo intento levantarme para ayudarla, Michael hace una seña.
-No te levantes- Me dice. Pienso dos veces si hacerle caso o no, pero me quedo tranquila cuando él se acerca a ella y la ayuda.
Ambos llegan hasta donde estoy y colocan las cosas en la mesa frente a mi. Alexis comienza a organizar pero Michael la detiene.
-Ya puedes retirarte -Alexis lo observa por un instante. Me fijo en la manera en la que sus manos se forman en puños. No dice ni una palabra y se va.
-No deberías tratarla así - digo esperando una respuesta no muy buena.
-Espero que te guste lo que preparé para ti - ignora por completo lo que dije. Miro atenta lo que esta organizando, mantel, platos, cubiertos...- Tendremos una cita.
-Ah.
Bajo la mirada y aprieto mis labios, no sé qué más decir ni hacer. A decir verdad estoy un poco sorprendida, no me esperaba nada de esto.
-Vaya, ¿todo esto para mi? Eres un amor, Michael - Esteban hace su entrada. Me mira brevemente y luego enfoca su vista y sonrisa en Michael quien resopla.
-No ahora, Esteban- se voltea y lo mira- Estamos ocupados.
-Oh ¡Princesita está aquí! - Se hace el sorprendido - No me había dado cuenta, pensé que todo esto era para mi -se acerca hacia donde estamos y se apoya en la mesa.
-Esteban, por favor. Lárgate.
El nombrado levanta sus manos.
-Está bien, está bien - sus manos van a sus bolsillos, luego vuelve a apoyarlas en la mesa- Que disfruten su velada. -Da un golpecito en la mesa y se aleja.
Mi mirada va hacia la mesa.
Una pequeña hoja de papel está ahí.
Miro a Michael, su vista está concentrada en otro sitio.
Tomo el papel.
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Holaaaa
¡Capítulo nuevo!
Que les pareció?
Espero que les haya gustado💜
Estoy muy agradecida por todos los comentarios en cap pasado. Me alegra que les haya gustado tanto ese capítulo!!!
Gracias por leer💜
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