XXXI

3.6K 240 35
                                    

Camino con rabia al auto.

Cierro la puerta con fuerza.

-¡No me dejaron entrar!

Siento la mano de Emma en mi hombro, tratando de calmarme. Respiro con profundidad, pero tomo con fuerza el volante con mi manos.

No puedo calmarme.

-No podemos precipitarnos, Max -Habla Emma con suavidad, ella siempre hablaba con suavidad - Tal vez algo pasó y se cancelaron las visitas...

-No...-niego varias veces. Enciendo el auto- Tengo la sensación que esos guardias sabían quién era...-Emma suelta una pequeña risa, la observo y rápidamente se compone.

-Lo siento...¿cómo ellos pueden saber quien eres? Es la primera vez que vienes.

-Es porque ese monstruo está detrás de todo esto- contesto serio. El solo nombrarlo me pone la sangre caliente- Siempre él está detrás de todo...

-Debe haber otra razón..- Emma susurra.

Ella cree que debe haber otra razón, pero yo sé que no hay otra razón, yo sé que Michael está haciendo algo muy grande y yo...tengo que salvar a Aisa.

Mi respiración comienza a ser irregular.

Mis manos comienzan a temblar.

Decido estacionarme a un lado de la carretera.

-Max...

-No puedo, Emma...-aparto las lágrimas de mi mejillas con rabia- yo...no puedo creer que todo se repita...- la miro- Lo que más temo es que él tal vez gane y que yo...no pueda volver a ver a mi pequeña hermana...mi hermanita.

Siento los brazos de Emma rodearme.

-Todo estará bien...todo estará bien- susurra varias veces. Después de un rato me separa lentamente- pero, Max, tienes que tener esperanza...

-¿Cómo? ¿Cómo voy a tener esperanza, Emma?

Ella aprieta sus labios, sin saber qué decir.

-Hay que tener fe -toma mis manos entre las suyas- Aisa va a salir y la vas a ver, yo lo sé - terminó con seguridad.

La observo por un momento sin estar seguro de lo que dice.

Todos los días la esperanza, la fe, se pierde poco a poco.

Todos los días cargo con la culpa, en mi mente se repite una y otra vez lo que le dije a Aisa. Ella no tiene la culpa de nada; ella solo necesitaba ayuda y no se la di porque estaba ciego, estaba completamente ciego por la rabia y el egoísmo.

Ella necesitaba a alguien que le dijera que todo iba a estar bien.

Ella necesitaba a alguien que le dijera cuánto la quieren.

Suelto el agarre de Emma y apoyo mis brazos en el volante. Trato de calmarme y no dejarme ir de nuevo.

-Ella estará con nosotros pronto, Max.

No digo nada.

Yo no estoy muy seguro.

























Aprieto mis puños al ver el edificio frente a mi.

Se siente tan lejano la última vez que estuve aquí.

Entro sin problema ya que he trabajado aquí. Trato de no pasar mis ojos por las personas alrededor, si lo hago tuviera que verme obligado en entablar conversación y no ahora no tengo tiempo para esto.

ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora