No sé qué somos

By laurita95dl

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April es una chica de 17 años, que disfruta del verano antes de su último año de instituto. Ella como toda ad... More

Introducción
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capitulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capitulo 50
Capítulo 51
Epílogo

Capítulo 8

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By laurita95dl

Estuve allí, sentada en el frio suelo del baño, por una eternidad sin saber qué hacer. Mis piernas parecían gelatina, y no estaba segura de si podrían responderme. Lo cierto es que en ese momento, tenía la mente desconectada por completo de mi cuerpo. 

Era una sensación tan caótica, como si estuviese vacía.

¿Podría fingir que no pasó nada, tal y como Liam dijo? 

Maldita sea. Su nombre me producía un quemazón en la garganta. 

Claro, probablemente iba a ser mucho más fácil para él fingir que no había pasado nada entre nosotros, ya que no sentía absolutamente nada por mí. Pero por desgracia, yo estaba irrevocablemente loca por él.

¿Alguien tenía un guion para ayudarme a permanecer en sus clases? Si es así que me lo diga.

Respiré hondo. Me incorporé como pude del suelo y agarré firmemente el lavabo donde salpiqué un poco de agua en mi rostro. Mi piel se sentía tensa de tanto llorar, y mis ojos estaban irritados. Estaba comenzando a tener un terrible dolor de cabeza por tanta tensión acumulada.

Cuando estuve lo suficientemente tranquila como para enfrentarme a la realidad, salí del cuarto de baño, manteniendo mis ojos firmemente en el suelo, no quería que la gente me viese con aquel aspecto tan devastado e hicieran suposiciones absurdas de cual sería el motivo por el que había estado llorando.

No podía decírselo a nadie. No podía hablar de ello en absoluto, ni si quiera con mi mejor amiga. No tenía a nadie con quien desahogarme e intentase reparar mi corazón roto, porque no podía permitir que Liam estuviera en problemas. 

Era irónico que después de todo aun siguiera protegiéndolo.

El largo pasillo del instituto se encontraba extrañamente tranquilo. Levanté la cabeza del suelo y me arriesgué a mirar para ver lo desértico que estaba. ¿Dónde diablos están todos? Deberían estar por aquí, en el pasillo, metiendo sus cosas en las taquillas antes de volver a casa.

-April – me llamó una voz -.

Gire sobre mis talones para ver como Tyler venia hacia mi, sonriendo.

-Oh, eres tu – murmuré con voz apagada -.

-¿Qué estás haciendo aquí todavía? Bonnie estaba buscándote antes, se acaba de ir a casa -.

Se detuvo a mi lado.

Bajé la mirada a sus pies, dejando que mi cabello formase una cortina sobre mi rostro.

-¿Qué hora es? -pregunté, confundida -.

-April, son casi las tres – me dijo -.

¿Casi las tres? ¿Pero qué? ¿Durante tanto tiempo estuve metida en el baño?

-¿Dónde estabas? -me miró entrecerrando los ojos -Bonnie dijo que te levantaste de un salto y saliste corriendo de la clase como si te fuese la vida en ello, y luego ella no pudo encontrarte.

Tyler me apretó suavemente el hombro, el calor de su mano se filtraba a través de mi blusa a mi piel. Giré la cabeza y puse mi mejilla sobre la palma de su mano, necesitaba tanto consuelo que mis ojos comenzaron a llenarse de nuevo de lagrimas apunto de caer. Tyler era de esas personas que conseguían tranquilizarme si lo tenía cerca.

-¿Estás bien?-preguntó en voz baja -.

Como respuesta simplemente negué con la cabeza.

Me envolvió con sus fuertes brazos en un cálido abrazo, mientras que acariciaba mi espalda con sus manos y yo lloraba en su hombro. Cuando mis lágrimas finalmente se secaron, aflojó su abrazo y sujeto mi cara entre sus manos.

-¿April? -en su mirada pude ver lo preocupado que estaba -.

Sorbí con fuerza, limpiando mi nariz.

-No me apetece hablar de ello -balbuceé - Gracias, por el abrazo. De verdad no sabes cuanto lo necesitaba.

Intente esbozar una sonrisa, pero la alegría no llegó a mis ojos.

-En cualquier momento, siempre voy a estar aquí para ti – me consoló -.

Tyler realmente era una persona muy dulce. Con razón habíamos sido los mejores amigos durante tantos años. Siempre fue alguien con quien podía hablar sin preocuparme de que pensaría. Cuando él y yo lo dejamos, nos prometimos que volveríamos a tener ese mismo nivel de amistad y seríamos todavía amigos. Sinceramente esperaba que fuese así.

-Vamos, te llevaré a casa -murmuró, poniendo su brazo sobre mi hombro y cogiendo mi bolso en la otra mano mientras me guiaba hacia su coche -¿Sabes que estas aun más guapa ahora, April?

Lo mire enarcando una ceja.

-El hinchazón de tus ojos rojos definitivamente te favorece -bromeó, sonriéndome -.

Solté una carcajada y le golpeé el pecho con la parte posterior de mi mano.

Él siempre podía restaurar mi estado de ánimo fácilmente. 

Me sonrió un poco orgulloso de sí mismo mientras abría la puerta del coche para mí, tirando mi mochila en el asiento trasero. Subí y, mientras cerraba la puerta, vi a Liam de pie junto a su coche, mirándome fijamente. Tenía el ceño fruncido, como si estuviese enfadado por algo. Y antes de que me diese cuenta se subió en su coche y cerró la puerta con tanta fuerza que me sorprendí de que no se hubiera roto el vidrio de la ventanilla. Salió rápidamente del aparcamiento.

-¿Era el nuevo profesor de matemáticas él que iba en ese coche? - Tyler sacudió la cabeza - Maldita sea, ese tipo conduce como un loco

Soltó una risita mientras salía a una velocidad más razonable del aparcamiento.

Giró a la derecha en dirección a mi casa. ¡Oh no! Ni hablar. No podía ir a casa con aquel aspecto. Mis padres se enterarían de que había estado llorando, y mi madre no descansaría hasta que le dijese que me había pasado. ¡No estaba mentalmente preparada para hablar de la ruptura todavía!

-Tyler, ¿crees que podríamos ir a tu casa un rato? -Le rogué -.

Sabia que su casa estaría vacía. Su padre trabajaba en turno de noche y no volvía en su casa hasta las 22:00, su madre había muerto hacía unos tres años debido a complicaciones en una operación.

Me miró de reojo.

-Déjame adivinar, no quieres hablar con tus padres todavía. ¿Estoy en lo cierto? -adivinó -.

Él no esperó una respuesta, sino que se detuvo aun lado de la calle antes de girar el coche de vuelta en la otra dirección, hacia su casa. Le sonreí agradecida.

-Todavía no – suspiré -sólo tengo que olvidarme de ello durante unas horas y se me pasara, ¿Estás seguro de que no te importa?

Él asintió con rapidez.

-Claro, si a cambio me puedes cocinar tu lasaña -sonrió -Sabes que soy un cocinero pésimo.

Me reí pensando en todas las veces que había intentado cocinar para mí cuando iba a su casa después de la escuela. Él no era sólo un cocinero pésimo, él definitivamente era desastroso.

-Trato echo – asentí -.

Saqué el teléfono móvil de mi bolsillo, aun estaba en silencio. Miré la pantalla y me di cuenta de que tenía nueve llamadas perdidas y dos mensajes, todos de Bonnie. Puse los ojos en blanco antes de abrir los mensajes:

<¿Dónde estás? ¿Está todo bien? ¡Contesta el teléfono o llámame!>

Y otro que decía.

<No te pude encontrar, supongo que te fuiste a casa. Hablaré contigo más tarde. ¡Llámame tan pronto como recibas este mensaje!>

Suspiré y le envié un mensaje rápidamente para decirle que estaba bien, pero que no podía hablar ahora. Prometí llamarla esa noche. Después de pensarlo un momento, le envíe otro mensaje a mi madre diciéndole que iba a comer con Tyler y que no iba a llegar tarde.

Nos detuvimos frente a la fachada de la casa de Tyler, bajé de un salto, viendo como él cogía nuestras mochilas del asiento trasero.

-Vamos, experta de la cocina me muero de hambre -bromeó, en dirección a la puerta principal -.

Le sonreí y lo seguí.

Me sentí un poco extraña cuando entré en la casa, no había estado allí desde que lo dejamos antes de verano. Suspiré y me obligué a no pensar en ello. Solía pasar tiempo aquí con él antes de que me pidiera salir. 

Dejó las mochilas sobre el pequeño banco de mimbre de la entrada y me llevó a la cocina, empujándome suavemente la puerta de la nevera mientras él se ponía detrás de mí, y dejaba descansar su barbilla en mi hombro.

Hice una mueca cuando miré el interior de la nevera casi vacía. Un solo paquete de carne picada parecía estar en el fondo, y por suerte todavía no había caducado.

-Creo que dejaremos la lasaña para otro día – bromeé – pero que te parece ¿Espagueti a la boloñesa? 

-¡Aprobado! -gritó, sonriendo alegremente y levantando sus pulgares hacía arriba -.

Mientras me ponía a trabajar en la cocina, él puso el canal de deportes, estaba jugando su equipo favorito en otro estado. No hablamos mucho, aparte de una conversación cómoda y sin más. No me pidió ningún detalle en particular, ni me preguntó el motivo por el cual lloré, ni nada, así que estaba agradecida.

Cuando la comida estuvo lista, le serví, poniendo también un plato en el lado de su padre, listo para cuando llegara a casa. Él y yo, nos llevamos la comida al salón, donde vimos algunas comedias románticas malísimas en el televisor mientras comíamos. Después de eso y, hicimos los pocos deberes que habíamos tenido ese día y luego charlamos un poco sobre su verano.

Me contó que su padre se había tomado vacaciones de descanso por lo que fueron a visitar a unos familiares en California. Al parecer, Tyler había aprendido a surfear, eso sí antes se había caído mil veces al intentar subir a la tabla. Fue fácil y cómodo pasar el rato con él, y me las arreglé para mantener el recuerdo de Liam fuera de mi mente por un rato.

Después de un par de horas me llevó a casa.

-Gracias una vez más, te lo agradezco mucho —le dije, abrazándolo con fuerza cuando se detuvo frente a mí casa -.

-No hay problema, fue muy divertido y gracias por cocinar, no había comido así desde que tu y yo ... -respondió -.

Su sonrisa se volvió un poco triste y me sentí muy mal por haber herido a una persona como Tyler. 

-Lo siento mucho por eso, Tyler, de verdad que lo siento -Se me hizo un nudo en la garganta -.

En realidad no habíamos hablado mucho durante el verano, salvo un sencillo mensaje texto de vez en cuando, pero nada más, así que no habíamos tenido tiempo para hablar de la ruptura.

-Sí, yo también – asintió lentamente -¿Crees que tal vez podríamos tener otra oportunidad?.

-Tyler, lo siento yo... —interrumpí -.

Quería decirle que tenía novio, pero eso no era cierto ya, así que no podía decirlo. Quería decirle que estaba loca por nuestro nuevo profesor de matemáticas, pero no podía hacer eso. Por lo tanto, me senté allí mirándolo con la boca abierta, probablemente con aspecto de una completa idiota. Sonrió, poniendo su dedo debajo de mi barbilla, cerrando mi boca. Se inclinó y depositó un suave beso en mi mejilla.

-Está bien, olvida que dije algo tan estúpido como eso – dijo en tono amistoso -.

Se inclinó, agarrando el mango de mi puerta, empujándola para abrirla por mí. Me reí

-Capté la indirecta, voy a salir del coche ahora – murmure - nos vemos mañana.

Tyler se río.

-Buenas noches, April -me saludó con la mano mientras se alejaba de la casa -.

Agite la mano antes de decidirme a entrar por fin en casa.

-¿April? ¿Eres tú? —llamó mi madre desde el salón -.

-No – bromeé -.

Deje las llaves colgadas en el pequeño perchero de la entrada. Mis padres se encontraban sentados en el salón, viendo la televisión.

-¿Cómo estuvo tu primer día? —preguntó mi padre -.

Me encogí de hombros.

-Estuvo bien, supongo -contesté con desdén-.

No quería hablar sobre ello, porque sabía que me haría llorar de nuevo. Mi padre inclinó la cabeza a un lado, mirándome con curiosidad.

-¿Cómo es que has estado con Tyler? Pensé que estabas con ese nuevo chico, Liam -frunció el ceño -.

Sonreí débilmente ante la mención casual de su nombre. A mi padre no le preocupaba Tyler, pero si estaba un poco reacio acerca de Liam. Eso era probablemente la causa de su ceño fruncido, él no había tenido la oportunidad de amenazarlo aun.

-Tyler y yo sólo somos amigos – puse los ojos en blanco -y por cierto, Liam y yo rompimos hoy.

Me encogí de hombros, tratando de fingir que estaba bien, aunque mi voz se quebró un poco cuando dije su nombre en voz alta.

-¿Rompieron? -repitió mi madre -.

Se levantó del sofá dirigiéndose hacía mi para abrazarme. Levanté una mano para pedirle que se detuviera.

-Estoy bien, estoy bien -mentí - Me voy a la cama, me muero de sueño.

Gire sobre mis talones y me dirigí rápidamente hacia mi habitación. Cuando llegué allí, lo primero que hice fue tirarme boca abajo en la cama, llorando sin control de nuevo. No podía hablar con Bonnie, no quería volver hablar de nuevo de ello, por lo que le envié un mensaje en su lugar hablándole de la ruptura, pero que a pesar de todo no quería hablar más de eso y que la vería mañana como de costumbre.

Apagué mi teléfono móvil a sabiendas que ella trataría de devolverme la llamada de todos modos a pesar de que le dije que no quería hablar. 

Como si acabase de salir del elenco de una película de zombis, me quite la ropa y camine con la cabeza gacha a la ducha, dejando que mis lágrimas se mezclaran con el agua.

En el momento en que salí de la ducha y me dirigí de nuevo a mi habitación, Bonnie estaba sentada en mi cama. Salté y chillé del susto. Ella por otro lado me sonrió con tristeza.

-Tu madre me dejo subir -explicó, lanzándome una mirada compasiva-.

Asentí y me senté en silencio junto a ella, agarró una bolsa del suelo y la puso en mi regazo. Lo abrí para ver como estaba llena de diferentes caramelos y helados. Me dio una cuchara para mí. Le sonreí agradecida.

-Sabes que eres la mejor amiga que he tenido, ¿verdad? -pregunté, sacando una tarrina de helado y ofreciéndole -.

-Lo se – asintió cogiendo una cuchara -.

Nos sentamos a comer helado hasta que ambas estuvimos con un horrible dolor de barriga, entonces finalmente se quedó dormida justo después de la medianoche. Cerré los ojos intentando también quedarme dormida, pero no me fue tan fácil. Todo en lo que podía pensar era en Liam y lo guapo que era. Cuando por fin concilie el sueño, como a las cuatro de la mañana, todo en lo que soñaba era él y nuestras múltiples citas increíbles, su manera en la que solía hacerme reír y hacerme sentir especial.

Cuando la mañana por fin llegó, mi cabeza dolía a horrores, y por si fuese poco moría de calor. 

Bonnie trataba de alegrarme peinando mi cabello por mí, arreglándolo y haciéndome una coleta alta y sofisticada, como decía ella. Había optado por mostrar una sonrisa falsa el día de hoy, a pesar de que me sentía un poco muerta por dentro. Ella Sabía que no quería hablar de ello por lo que no preguntó nada.

El camino al instituto fue horrible. Cada segundo que pasaba me recordaba que quedaba poco para verlo de nuevo. Rogué que pudiera mantenerme serena en su clase y no romper a llorar delante de todos.

Cuando nos detuvimos en el aparcamiento, vi su coche inmediatamente. Al pasar por junto a el, tuve el fuerte impulso de arañar la carrocería con las llaves de casa o lanzar una piedra a través del parabrisas como venganza.

Pero ¿para qué? ¿En realidad que había hecho mal, aparte de no tener sentimientos por mí? Nada.

Suspiré y fui a mi taquilla, comencé a colocando mis libros uno a uno. Asentí a las conversaciones a mí alrededor, fingiendo que estaba interesada y escuchando.

-¡El señor Cowell! -exclamó Tris de repente excitada, a mi derecha -.

Me quedé sin aire en los pulmones cuando puse toda mi atención en la dirección que estaban mirando todos.

Él caminaba hacia nosotras, estaba tan guapo que podría llorar. Llevaba pantalones vaqueros y una camiseta negra. Me mordí la lengua muy fuerte, lo suficiente como para sacarme sangre. No me había preparado para eso, sí, yo esperaba verlo en su clase, pero no que por azares del destino se apareciera en mitad del pasillo.

Se detuvo cuando llegó a nosotras y nos dedico a todo el mundo su increíble sonrisa, me fijé en sus ojos que ni siquiera miraron en mi dirección.

-Buenos días, chicas -saludó Liam -.

Me mordí el labio inferior con fuerza y obligue a mis ojos a no llorar. Las chicas rieron con nerviosismo, Tris enroscó su cabello alrededor de su dedo mientras lo miraba.

-Escuché esa canción, la que dijo que era su favorita – murmuró ella mirando a Liam -Nunca había oído hablar de ese grupo antes, pero esa canción fue increíble.

Liam asintió.

-Sí, es una buena canción, debes escuchar algunas de sus otros álbumes también -le sonrió de nuevo a ella -.

No sabia por qué, pero de repente estaba segura de que lo quería golpear. ¡Estaba coqueteando con Tris!. Miré a mis pies tratando de no dejar que el tono de su voz me afectara, de ese modo me relajaría.

Continuaron hablando acerca de algún grupo estúpido del que nunca había oído hablar antes. Incapaz de mirarlo, elevé mis ojos del suelo para ver que Tris se había movido un poco más cerca de él y tenía su mano sobre su brazo. Oh mierda, esto me está matando

¿Por qué no puede simplemente irse lejos? ¿Por qué estaba de pie allí hablando con mis amigos sobre música? ¿No sabe lo mucho que eso me molesta? Quiero matarlo.

-¡April, aquí estás! -.

Giré mi cabeza en la dirección de la voz y vi a Tyler caminando hacia mí. 

-Hola chico -sonreí cuando se detuvo a mi lado -.

-Te dejaste el portátil anoche en mi casa -dijo, buscando en su mochila y sacándolo -.

Despistada. La cabeza no la perdía porque la llevaba sujeta al cuerpo, si no también la dejaría olvidada en cualquier lugar. 

Cuando lo cogí me di cuenta de que las manos de Liam estaban cerradas en puños fuertemente apretados, por alguna razón. Todo su cuerpo estaba tenso. 

-Gracias, no habría sido muy inteligente de mi parte ir a clase sin él ¿verdad? -bromeé, encogiéndome de hombros-.

-¿Quieres ir a comer algo hoy a la hora del descanso? -preguntó rodeando mis hombros con su brazo-.

Pensé en ello. Por lo menos si no estaba aquí no iba a encontrarme con Liam todo el tiempo.

-Sí, claro, suena bien, pero tú invitas -entrecerré los ojos -.

-¿No lo hago siempre? así que, es tu turno -puso los ojos en blanco torciendo una sonrisa-.

Negué con la cabeza.

-Tú compras la comida, yo la preparo, ese es siempre nuestro acuerdo -repliqué, sacándole la lengua -.

-Señorita Bloom, no puede salir de aquí hoy -objetó el imbécil de Liam -.

Fruncí el ceño y giré bruscamente mis ojos hacía él. 

-¿Por qué no? -pregunté confundida -Soy una estudiante de último curso, no necesito su permiso para salir de la escuela para el almuerzo.

-Estaba castigada durante el almuerzo -enarcó las cejas cruzándose de brazos-.

¿Qué diablos es esto?

-¡De ninguna manera! ¿Por qué? ¿Qué se supone que he hecho? -lo desafié, fulminándolo con la mirada -.

Liam levantó una ceja, no parecía afectado por mi mirada enfadada.

-Por salir de mi clase sin permiso ayer -afirmó- y si continua faltándome el respeto como lo está haciendo ahora, va a tener el castigo extendido durante el almuerzo por el resto de la semana, también.

¡Oh! ¡Dios mío, qué idiota! Sabe por qué salí de su clase ayer, ¿y no puede ser un poco flexible?

Después de lanzarme una última mirada, giró sobre sus talones y se alejó.

-¡Pedazo de imbécil! ¡maldito idiota! -mascullé, tirando mi mochila en el suelo, pensando que estaba fuera del alcance de sus oídos -.

Pero no. Él maldito se detuvo y miró hacia atrás por encima de su hombro.

-Toda la semana entonces, señorita Bloom -Lo escuché reírse entre dientes mientras se alejaba de nuevo -.

Mi boca se abrió en shock. 

Cuando me volví hacia mis amigos, fui recibida por un mar de expresiones conmocionadas. Suspiré y tiré el resto de mis libros en mi taquilla con furia, ignorando cómo todas las páginas quedaban dobladas. Cerré la puerta más fuerte de lo necesario. Por el rabillo del ojo, vi que Tris sacudía la cabeza en señal de desaprobación.

-Guau, ¿Qué fue eso? ¿Por qué le has hablado de esa manera, April? En serio, nunca te he visto hablarle así a un profesor ni siquiera una vez – dijo ella -.

Ignoré su pregunta.

-Cállate Tris – le ordenó Bonnie -.

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Algo me dice que cierto profesor llamado Liam, esta un pelín celoso.

Instagram. lauritadl95 





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