La canción de Mason.
A reason to move on.
De todas mis canciones esa era mi favorita, y me arriesgaría en dejarla para el final.
¡Si es que llego!
Mente positiva, mente positiva, ¡MENTE POSITIVA!
Me trataba de repetir eso en mi cabeza, que yo podía, lo lograría.
Era el día, había llegado el momento en el que debía presentarme por primera vez en público, un público que no eran mi hermano y mi mamá, y mucho menos mis amigas, no obstante, se encontraban entre el público lo que me llevaba a sentir un poco más de seguridad.
Pasó una semana, 7 largos días que me estaban volviendo loca. Debía preparar una presentación, la primera se debía a un original, y si pasaba me informarían que era lo que debía cantar en la siguiente presentación.
Pero lo que me estaba volviendo aún más loca era su ausencia, apenas se comunicaba conmigo, nunca estaba en casa, su padre casi ni lo veía y los mensajes eran escasos.
¿Como pretendía él que yo pasara por alto eso?
Me sentía insegura con cada uno de los participantes que pasaban al escenario, y por más que mi apoyo estaba entre el público, el que yo comenzaba a considerar el más grande, no estaba, no había ido, lo que me tenía con el alma por el piso.
Cada que me asomaba para ver hacia el público mis nervios se ponían peor. La última vez que lo hice me encontré con la flamante sonrisa de mi doctor entre todo ese barullo de personas alborotadas, lo cual me alegro muchísimo y me ilusionó, pero fue en vano, él no estaba.
Según la planificación del concurso solo faltaba una persona antes de que fuera mi turno y mis piernas se volvieron gelatina no podía mantenerme de pie, mis manos nisiquiera podían sostener mi amada guitarra, y para evitar que se callera de mis manos la apretaba muy fuerte pero el sudor de mis manos la hacían resbaladiza.
¡No iba a poder!
Me pasaba las manos por mi rebelde cabello en un intento ridículo por arreglar lo que ya estaba hecho, pero los nervios me hacía realizar actos estúpidos solo por el simple hecho de mantener la mente en otra cosa, la sola idea de que estaba apunto de presentarme frente a un grupo de jurados y un grupo de personas tan grandes no lo hacía mejor.
Me encontraba detrás del escenario sentada en una pequeña silla meciéndome como niña chiquita para calmar mi loco corazón.
—No puedes estar nerviosa sabiendo la gloriosa voz que tienes ¿O si?
Esa voz me hizo dar un salto tan grande que me puse de pie en un santiamén. Mi corazón no sabía si sentir emoción o pelear con mi cabeza que quería estar molesta.
—¿Estás aquí? —mi pregunta fue muy tonta pero estaba que no me creía que estuviera ahí, no después de sus repentinas huidas de mi.
—Sí ojitos, estoy aquí. Lo siento —se acerca lentamente y por instinto o no sé que era retrocedí, no era mi intención.
¡Nunca lo fue!
¡Nunca fue mi intención alejarme de él!
¡Nunca!
—¿No quieres que esté aquí? —si pregunta fue la que me llevo de nuevo a donde estaba físicamente.
—No… Si… —respondi rápidamente —Es que no has estado, no se qué pasa —me recompuse.
—Lo sé, te debo una explicación —dejo que termine de acercarse y me toma de una de mi manos —He tenido unos problemas, y prometo que lo explicaré, pero hoy vine para apoyarte, estar contigo y verte ganar ésto.
No sabía cómo tomar eso, no sabía si sentirme mejor porque siempre me tuvo presente o sentirme insegura, porque no me tenía la confianza suficiente para poder estar siempre a su lado ayudándolo a superar casa obstáculo y problema que se le hubiera presentado en el camino.
—Estot muy nerviosa, no se si pueda hacerlo —cedí a lo que mi corazón quería, y era estar con él.
—Claro que puedes hermosa, si nunca vez a alguien dudar de ti, no hay necesidad de hacerlo tú, porque no hay mejor manera de verte que en los ojos de los que te quieren, y apoyarte en tu fortaleza y tú creencia en ti —me acarició la mejilla y me regaló un sonrisa.
Ahí comencé a notar que su sonrisa era forzada, podía ser la misma, pero ella no llegaba a sus ojos, no la sentía. Que él estaba fingiendo algo, no sabía qué, pero lo que ocultaba estaba podiendo con él.
—¿Estás bien? —asintió —¿Estás seguro de eso? —negó
—Camila Lewis —escuché el llamado a los espaldas.
Levanté la mano y me fijé en la persona que se encargaba de todos tras el escenario, alto, delgado, barba, y micrófonos inalámbricos y gorra, que lo ayudaba a que todo fuera más organizado me imaginaba.
—Ven conmigo corazón, sigues tú —eso me erizó los bellos de todo mi cuerpo.
Miré a Mason quién solo asintió un poco más entusiasmado y me instó a marcharme.
Cada día iba viendo con mis propios ojos como mi enfermedad pasaba a segundo plano colocándolo a él en primer lugar de mi vida, preocupaciónes, mente y sobre todo corazón.
Terminé de asustarme completamente al darme cuenta que no era imaginación mía, que ese Mason no era el mio, y a pesar de que estaba dispuesta a traerlo de regreso, en el fondo tenía la sensación de que sería en vano, o por lo menos que no sería capaz de obstaculizar su vida.
No obstante, a pesar de que tenía la mente en él y en lo que le pasaba, debía apartar los malos momentos y pensamientos y dar lo mejor de mí si quería ayudarlo más adelante, y es sería ganando el concurso para poder estar con él en un futuro y arreglar lo que sea que se haya roto, creía tener el pegamento exacto.
¡Pero como siempre Camila se equivocó!
°°°
Salí al escenario prácticamente temblando, y de inmediato mis ojos pararon en mi madre, paso a Marcus que estabs junto a Abi, Laila y Esme, mi amado doctor y él ya se encontraba al lado de su padre.
Me arme de todo el valor que pude y comencé.
—Mi nombre es Camila Lewis y esto es For Me —me presente y todo empezó.
Los acordes de mi guitarra comenzaron a sonar, mis manos estaban siendo ligeras tocando cada nota, comencé a relajarme al sentirme en mi mundo, obviando todo a mi alrededor y solo dejando mi apoyo que se encontraba entre ese público enorme para mí.
Comencé a cantar la primera canción que había escrito en mi vida, esa que había hecho sumida en la primera tristeza que mi enfermedad me había dado, donde me prometía que nunca abandonaría mi sueño, mis ideales, esa misma canción con la que me hice una promesa que rompí.
Pero la había elegido porque mi plan era retomar esa promesa, y coser los extremos que había roto.
Mi plan era cantar como si conociera el escenario, amando la música, sin quitar los ojos de cada uno de los jurados y demostrando que éso era lo que yo quería.
Cuando la canción acabó se escuchaban muchos aplausos, bitoreos, y el silbido característico de mi hermano celebrando y apoyándome. No podía con la sonrisa que se plantó en mi rostro, estaba extasiada de felicidad, lo había logrado.
Joder ¡Lo había logrado! Era sumamente increíble.
Mostré mi mejor sonrisa y salí del escenario brincando en una pierna de la alegría, y los primeros ojos que vi fueron los de él, imagine lo rápido que habría salido para estar detrás del escenario para cuando lo abandonara.
Estaba con una sonrisa (no era la sonrisa que quería pero era algo) y los brazos abiertos, así que no dude en lanzarme en sus brazos, más feliz que nunca y agradecida con él por ayudarme a hacer eso posible.
—Gracias gracias gracias —repetía abrazada a su cuello, su mano acariciaba mi cabello y podía notar que aún era el Mason que yo quería, estaba roto podía persivirlo, pero era él
—¿Por qué me agradeces? —Aún no me soltaba, y me sentía perfectamente bien así.
—Porque sin ti, yo voluntariamente no lo hubiera hecho, por eso —lo apreté un poco más a mi y lo solté para mirarlo a los ojos.
—Solo necesitabas un pequeño empujoncito, y yo solo te ayude a avanzar —acariciaba mis hombros.
—Eres el pilar de la razón por la que yo hice esto, lo sabes ¿Verdad? —necesitaba como fuera que entendiera que era todo para mí, que lo necesitaba en mi vida
¿Pero en realidad resultaba bueno que tuviera una necesidad por él?
En ese momento no sabía nada, solo quería tener la fe de poder hacer las cosas junto a él.
—Ojitos —una vez más su mano fue a parar a mi mejilla —Yo no hice esto para ser el pilar que mantuviera tu razón y tus ganas. Lo hice para que lo armaras con tus fuerzas, lo mantuvieras tu, y pudieras salir adelante por ti misma, por nadie más.
Sus palabras no fueron sorpresa para mi, yo tenía todo muy claro, pero el saber que armaría todo, y conseguiría lo que quería de au mano me daban un motivo más, sim embargo en ese momento buscaba un salvavidas que lanzarle para que notara que estaba intentando hacerle ver que no estaba solo, que yo podía ayudar.
°°°
Anunciarían a los siguientes 10 concursantes que pasarían a la segunda fase de ese dinámico concurso. Según lo informado de esos 10 se sacarían 5 en la ronda 2 para ir a la final, de cuyos 5 uno pasará directamente a la final.
Es decir, habría un enfrentamiento de dos en dos, y un ganador por cada presentación, quienes se presentarían nuevamente para que uno saliera victorioso, quién se estaría enfrentando al ganador del cupo de la final. Y de ahí el ganador definitivo.
Quién sería el que obtuviera la beca.
El presentador del concurso ya tenía en sus manos el sobre con los que pasarían a la fase dos del concurso.
—Tengan muy buenas tardes —comenzó —Ha sido un concurso fascinate, increíbles talentos se presentaron esta tarde frente a nuestro grupo de grandes jurados para ganar la Beca, así que estos son: —abría el sobre lentamente —Redobles por favor —decía muy animado.
El corazón se me iba a salir del pecho conforme mencionaba los nombres, había dicho ya a los primeros 5 y estaba que me daba un infarto.
—Solo recuerden que esto no tiene ningún orden en específico —Seguía tardando mucho más, había mencionado dos más y nada que oía mi nombre —Erika Maldonado, Carlos Estrada, y… —Me estaba arrancando los cabellos de tanto tirar de ellos, solo faltaba uno, había nueve personas en el escenario y necesitaba estar entre ellos —Camila Lewis.
Solté un gran suspiro de alivio y felicidad, lo había logrado, ¡LO HABÍA LOGRADO!
Caminaba al escenario pero no sentía nada ni oía, flotaba en la felicidad. Me paré a los demás y el último muchacho que mencionaron tomó mi mano y me sonrió dándome apoyo.
—Les presento a los 10 participantes más destacados de esta noche, y que se presentarán el la siguiente fase.
Nos inclinamos en una reverencia.
Buscaba entre el público, y cuando los encontré entre ellos no podía regalarles una mejor sonrisa, mis ojos pararon en él, borre todo su alrededor y solo lo veía a él, y el susurro de su boca.
—TE QUIERO.
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Hola mis amores.
Solo les dejo una información.
Confirmado que quedan al rededor de solo 10 capítulos para darle cierre a esta historia que me ha hecho tan feliz escribirla.
Cuénteme qué les pareció este capítulo 👉
Los quiere.
#Gely