DEMONS, draco malfoy

By _itssky

514K 46.4K 17.7K

๐ƒ๐„๐Œ๐Ž๐๐’ โ”โ” โ› ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ฎ๐˜ฆ๐˜ต๐˜ช๐˜ฎ๐˜ฆ๐˜ด ๐™˜๐™๐™ค๐™ค๐™จ๐™ž๐™ฃ๐™œ ๐˜ช๐˜ด ๐˜ข ๐™ฅ๐™ง๐™ž๐™ซ๐™ž๐™ก๐™š๐™œ๐™š โœ โฃโ €โฃโ € โฃ ๐“„ผ ื„แŽ draco malfoy... More

๐ƒ๐„๐Œ๐Ž๐๐’
๐„๐๐ˆ๐†๐‘๐€๐…๐„
oo. childhood
๐‹๐€ ๐Ž๐‘๐ƒ๐„๐ ๐ƒ๐„๐‹ ๐…๐„ฬ๐๐ˆ๐—
i. siblings
ii. slytherin's prefect
iii. real smiles
iv. promise
v. nightmares and potions
vi. the repellent pink toad
vii. the punishment
viii. the hogwarts high inquisitor
ix. the proposal
x. hog's head inn
xi. the grumpy ferret
xii. dumbledore's army
xiii. gryffindor vs. slytherin
xiv. draco's pride
xv. memories and thestrals
xvi. the worst 8แต—สฐ birthday ever
xvii. family christmas
xviii. mom
xix. the date non-date of Valentine
xx. the romantic side of draco malfoy
xxi. the quibbler and a surprise dismissal
xxii. stars
xxiii. patronus
xxiv. threats and dreams of future
xxv. a leap to freedom
xxvi. winners and private classes
xxvii. small moments big memories
xxviii. ordinary wizarding level
xxix. run away!
xxx. we are young
xxxi. loss of innocense
xxxii. the time of goodbyes
๐„๐‹ ๐Œ๐ˆ๐’๐“๐„๐‘๐ˆ๐Ž ๐ƒ๐„๐‹ ๐๐‘๐ˆ๐๐‚๐ˆ๐๐„
2. i. family
2. ii. listening to private conversations is of bad education
2. iii. amusement
2. iv. a new roommate and morning talks with Liz
2. v. amortentia
2. vi. luke travers and cursed necklaces
2. vii. cause i love you
2. viii. reparo and broken ankles
2. ix. your lucky day
2. x. the red thread
2. xi. reconciliations and failed invitations
2. xii. two drunks at a pathetic party
2. xiii. a pure proof of love
2. xiv. remus "the heartbreaker" lupin
2. xv. presents for venus
2. xvi. the visit
2. xvii. a safe place
2. xviii. harry
2. xix. how to bear two stupid in love
2. xx. sister's day and a crazy lovers
2. xxi. parcel
2. xxii. the history of viper
2. xxiii. the truth
2. xxiv. all it'll be okay
2. xxv. not a bad life
2. xxvi. just the beginning of the nightmare
2. xxvii. harmonia nectere passus
2. xxviii. the end of injury time
2. xxix. the escape
2. xxx. just two children
๐‹๐€๐’ ๐‘๐„๐‹๐ˆ๐๐”๐ˆ๐€๐’ ๐ƒ๐„ ๐‹๐€ ๐Œ๐”๐„๐‘๐“๐„ ๐ˆ
3. i. mirror
3. ii. the meeting
3. iii. wouldn't it be nice if we were older?
3. iv. reality check
3. vi. everybody wants to rule the world
3. vii. the real hell
3. viii. safety net
3. ix. the day she was reborn
3. x. one day
3. xi. mine
3. xii. horrocruxes and voices
3. xiii. the resistance
3. xiv. potter
3. xv. always
๐‹๐€๐’ ๐‘๐„๐‹๐ˆ๐๐”๐ˆ๐€๐’ ๐ƒ๐„ ๐‹๐€ ๐Œ๐”๐„๐‘๐“๐„ ๐ˆ๐ˆ
4. i. the fine line between madness and sanity
4. ii. dreams and souls
4. iii. what was not but should have been
4. iv. before you go

3. v. the scary little boy and the lion-eyed girl

2.6K 333 64
By _itssky


EL PEQUEÑO NIÑO ASUSTADIZO Y LA NIÑA DE OJOS DE LEÓN













EL MES DE AGOSTO RESULTÓ AGOTADOR EN TODOS LOS SENTIDOS PARA VENUS Y DRACO.

Las misiones y reuniones fueron una rutina diaria a la que se tuvieran que amoldar ambos, a la par de los entrenamientos y los continuos interrogatorios.

El hecho de que no pudieran estar juntos a lo largo del día era simplemente frustrante, sabían que teniendo al otro sentirían una pizca de apoyo, pero parecía que al Señor Tenebroso le gustaba verlos sufrir.

El único momento de paz que tenía la pareja era cuando llegaba la noche, y ambos se tumbaban en la cama de Venus.

Felix había desistido de poner pegas en cuento aquel hábito, sabiendo que los chicos se necesitaban más que nunca, el único requisito que había pedido es que mantuvieran la puerta entreabierta. Claro que ninguno de los dos se molestaba en dejarla abierta.

Aquel día, Venus había llegado a la mansión de los Rosier tan cansada que ni siquiera ceno. Subió directamente a su habitación esperando encontrarse al chico de cabellos rubios esperando a por ella, pero este no estaba ahí.

En realidad, no había nadie en aquella gigante casa, lo cual preocupó sobre manera a la rubia.

¿Habría pasado algo?

Enseguida apartó aquellos pensamientos de su mente, no podía permitirse ser negativa, no ahora.

Tal vez la misión se alargó, o solo estaban hablando con el Señor Tenebroso de algunos asuntos importantes.

Sí, eso debía ser.

Convencida de aquello, decidió cambiarse de ropa y ponerse el pijama a pesar de no ser más de las seis de la tarde.

Se recostó sobre la cama con un libro decidida a esperar a los tres hombres para que le explicaran la causa de su tardanza. Pero el agotamiento pudo con ella, y cinco minutos después Venus estaba entre los brazos de Morfeo.

No se despertó hasta que fue medianoche, completamente sobresaltada. No había señal de vida en la casa, pero podía escuchar a la perfección unos sollozos.

Giro su cabeza asustada, pensando que alguien se había colado en su cuarto. Hasta que se percató que aquellos lastimeros sonidos provenían de un cajón de su mesita de noche.

El cajón llamaba para que lo abriese. Llevaba tres semanas sin contactar con Remus y Tonks, completamente avergonzada de lo que le pudieran decir tras el incidente en la boda de Bill y Fleur.

Pero estábamos hablando de Tonks, de su Dora, de su hermana mayor, y estaba llorando de una forma que le partía el corazón a Venus.

Rebusco apurada en el cajón hasta que lo encontró envuelto en esos viejos calcetines que eran de Remus.

—Dora —llamó angustiada acercándose el espejo—. Dora, ¿qué ocurre? ¿Ha pasado algo?

Pasaron un par de segundos hasta que alguien contestó.

El rostro de Tonks la recibió. Sus mejillas estaban sonrojadas, al igual que su nariz y sus ojos.

Intento mostrar una sonrisa un poco tensa.

—Venus, hola —habló con falsa tranquilidad.

—Dora, ¿estás bien? —preguntó preocupada.

—Por supuesto, ¿por qué no lo estaría?

—Te he... —Venus dudo unos segundos, tal vez lo había imaginado, pero su semblante le demostraba otra cosa—, te he escuchado llorar.

El labio de Tonks tembló, y cuando abrió la boca, volvió a romper en llanto.

—Eh, eh, Dora —dijo de forma alarmada—. Estoy aquí, ¿ha pasado algo? ¿Remus está bien?

—Ni siquiera nombres a ese idiota —escupió sollozando.

—Dora me estás asustando.

Escucho como la ahora morena tragaba con dificultad y se secaba las lágrimas que caían por sus mejillas.

—R....Re....Remus.... —dijo entre balbuceos.

—Dora, eh —llamo Venus que sentía que su corazón se saldría del pecho—. Mírame, mírame a los ojos —espero que siguiera su orden—. Ahora necesito que respires lentamente.

Dora acotó las órdenes poco a poco, y una vez que estuvo tranquilizada volvió hablar.

—Remus se ha ido —dijo con voz ronca.

—¿Qué? ¿Cómo que se ha ido? ¿Adónde se ha ido?

Silencio.

—Dora —suplicó Venus desesperada.

—Le he dicho que estoy embarazada.

El labio de Venus tembló hasta convertirse en una mueca torcida semejante a una sonrisa.

—¿Embarazada? —dijo sin poder ocultar el tono dulce de su voz.

Tonks asintió con la cabeza lentamente.

—Eso es genial, Dora, es algo maravillosa. Estoy muy feliz por ti.

—Vamos a tener toda una camada —dijo Dora con ironía quintando las lágrimas de sus mejillas—. Si, serán seis —continuaba delirando mientras Venus la escuchaba con una sonrisa—. Ya tengo pensando los nombres, uno será Spot Lupin y otra Lassie Lupin.

—No suenan como nombres apropiados para un bebe.

—Oooh, aún no has escuchados los mejores, también está Pluto Lupin y Scooby-Doo Lupin. Pienso ponerles a mis hijos los nombres de perros famosos como venganza.

Venus dejó salir una pequeña risa.

—Eres increíble, Dora —hablo Venus con una sonrisa—. Remus es un estúpido si no se atreve a volver contigo, y sino pues que le den, podemos criarlo nosotras solas.

—¿Y qué pasa con mi querido primito? Se pondrá celoso —dijo con burla.

—Puede vivir con nosotras, sé le da muy bien la cocina.

—Quien lo diría —se burló de forma incrédula Tonks.

Ambas se quedaron en silencio observándose.

—Hablaré con Remus —aseguró Venus—. Solo está asustado.

—Yo también lo estoy, Vee. Y no he corrido a esconderme.

—Es diferente, Dora. Sabes lo complicado que es para él toda esta situación sobre su asunto peludo, lo último que quiere es arrastrar a su hijo también —defendió al hombre, aunque ella estaba tan cabreada con Lupin como la que más—. Remus sigue sin sentirse feliz consigo mismo Dora, se siente inseguro continuamente con todo lo que se refiere a ti. Solo necesito un poco de tiempo, puede ser un poco Idiota pero no es tan necio como para dejarte marchar.

Tonks suspiró, pero cuando abrió la boca saltó a un tema completamente diferente que descoloco a Venus.

—En la boda de Bill.... —comenzó.

—Tonks no quiero hablar de eso —pidió avergonzada.

—No hiciste nada malo.

Venus agachó la mirada.

—Venus, escúchame, no importa lo que paso ese día. Nosotros te conocemos, y no vamos a cambiar de opinión por una tonta marca.

—Siento que os he decepcionado —susurro con ojos llorosos.

—Nunca podrías hacerlo, pequeño saltamontes.

Venus sonrió y acostándose sobre la cama de nuevo continuó hablando con Tonks hasta que ambas cayeron dormidas.


















[...]


























Habían pasado un par de días después de aquella conversación con Tonks, Venus se había encargado de enviarle un patronus a Remus donde descargó todo su ira.

Recibió una respuesta bastante grata de que el hombre había vuelto con Tonks.

Venus esperaba que más que por sus amenazas de dejarlo calvo, hubiera sido por el amor que sentía hacía su esposa.

Por otro lado, el ambiente en la mansión Rosier era extraño.

Había un aura de tensión e incomodidad flotando de forma constante en el ambiente que podía, incluso, palparse con las manos

Draco y Ares se la pasaban cuchicheando entre ellos, callándose cuando Venus se acercaba o saliendo durante horas a Merlín sabrá donde.

Venus estaba de los nervios, no soportaba el comportamiento distante de Draco, ni siquiera era capaz de mirarla a los ojos.

No hablaba con ella, no comía con ella, no se acercaba a ella.

El único momento en el que ambos estaban juntos era por la noche cuando dormían, pero ni siquiera en ese momento podían hablar. Cuando Venus se metía en la cama Draco estaba dormido, o más bien fingía dormir.

O simplemente no aparecía en la habitación hasta muy entrada la noche, esperando que Venus estuviera dormida.

Aquella noche no fue la diferencia.

Se encontraba molesta, si había algo mal sólo tenía que decírselo. No era como si fuera a golpearlo algo así.

Sin ganas de discutir se tapó la cabeza con las sábanas y cerró los ojos dándole la espalda, esperando que al día siguiente el muchacho cambiara de aptitud.

Pasaron un par de horas cuando Venus volvió a despertarse.

Sentía como Draco se movía a su lado de forma brusca.

Extrañada giró sobre sí misma, hasta quedar de cara a él para encontrase con el chico dando manotazos al aire.

Frunció el ceño incorporándose y quedando sentada sobre las sábanas.

Draco estaba teniendo una pesadilla.

Una realmente desagradable.

Basta....por favor —murmuraba entre sueños.

Venus llevó su mano hasta los hombros del rubio.

—Draco —llamó preocupada moviéndolo lentamente—. Draco despierta.

Pero el chico no despertó, en cambio reaccionó llevándose las manos hacia su brazos y comenzando a arañarlos con fuerza.

Venus jadeó asustada.

Tomó las muñecas de su novio mientras las alejaba de sus lastimados brazos que comenzaban a tomar un color rojizo.

—Draco te estás haciendo daño —dijo mientras el chico gruñía—. Tienes que despiértate, por favor.

Se soltó de su agarre y volvió a arañar sus antebrazos.

Venus desesperada y sin saber que hacer se sentó sobre él ahorcajadas. Volvió a tomar sus manos con fuerza, las cuales se retorcían, y se tiró sobre su pecho protegiendo con su cuerpo el de Draco.

—Está bien —susurraba con los ojos apretados con fuerza—. Está bien, estoy aquí.

Beso sus labios una y otra vez mientras las uñas del chico rasguñaban su piel.

Repitió la acción un par de veces más hasta que los ojos del rubio se empezaron abrir y con ellos las manos dejaron de moverse.

Draco estaba inquieto. Parecía como si no supiera dónde estaba.

Bajo sus ojos hasta el tembloroso cuerpo de Venus que se aferraba a él con fuerza.

—¿Rosy? —susurro con voz grave.

—¿Estás bien? —dijo sin poder moverse.

—¿Qué...? ¡Dios mío! ¡Venus tu espalda!

Estaba roja, y débiles hilitos de sangre descendían por ella con lentitud.

—Está bien, no pasa nada —susurro levantándose entre quejidos.

Apoyo sus manos sobre su pecho y observó el rostro del chico.

—¿Tú estás bien? —alzó sus manos hasta las mejillas llena de lágrimas de Draco.

—Maldita sea como quieres que estés bien, déjame ver tu espalda Venus.

Intentó que la rubia se voltease tomándola por la cintura, pero solo consiguió un manotazo de su parte.

—He dicho que estoy bien joder —se zafó Venus cundo Draco quiso ver su espalda—. Quiero saber que te pasa.

—Solo ha sido una pesadilla.

—No me vengas con eso, llevo durmiendo contigo casi tres años. Sé cómo reaccionas con una pesadilla —siseo con el ceño fruncido—. Esto es otra cosa.

Draco observó el rostro de Venus sin saber que decir.

—¿Enserio creías que no me he dado cuenta de lo raro que os habéis estáis comportando Ares y tú? Prácticamente me rehuís.

—Es complicado Venus —al fin hablo el rubio.

—Háblame, no te guardes las cosas. Déjame ayudarte.

—No creo que puedas hacerlo.

Pero la súplica en los ojos de Venus era algo que Draco no podía simplemente dejar de lado.

—Fuimos a aquella misión, nosotros dos solos —comenzó con voz temblorosa—. Era ir a una localización y traer a dos personas. No planificamos que esas personas se defenderían y mucho menos que conocerían a Ares.

—¿Quiénes eran?

—Los padres de su novia.

—Por Salazar —susurró espantada.

—La cosa se complicó —murmuró mirando a cualquier sitio menos a sus ojos—. Ellos nos dispararon, utilizaron una especie de arma muggle pequeña, no estoy seguro de lo que era —murmuró con el ceño fruncido—. Una de esas cosas me dio en el hombro.

Bajo un poco la manga del pijama para dejar ver una venda ensangrentada alrededor de su hombro.

Venus jadeó acercando su mano hacia ella.

—Ares se puso muy nervioso cuando comencé a sangrar. Lanzó un hechizo para distraerlos y poder huir de allí. El encantamiento rebotó contra la pared y la derribó —escuchó como Draco trago saliva con dificultad—. Los escombros cayeron sobre la pareja y simplemente nos fuimos.

—Os estabais defendiendo fue un accidente.

—Venus, no lo entiendes. Ellos estaban vivos cuando nos marchamos, o al menos ella aún respiraba.

Acaricio una vez más su rostro.

—Draco, mírame —pidió Venus.

—Soy un monstruo, Venus —sollozo—. Dos personas han muerto por mi culpa.

—No eres ningún monstruo, ¿entiendes? —espetó tomando su rostro con brusquedad—. Fue un accidente que te ha salvado la maldita vida.

—No se merecían morir —tembló como un niño.

—Ni tú tampoco, cariño.

Draco comenzó a llorar más fuerte mientras se abrazaba al cuerpo de Venus, apoyando se cabeza entre el espacio de su cuello y hombro.

Draco se pregunto como Venus podía amar a una persona tan destruida como lo era él.

El rubio lloro y lloro hasta que cayó dormido, y ese fue el momento cuando Venus dejó escapar un par de lágrimas.

















[...]




















Los días siguientes no fueron mucho mejores, si era cierto que Draco ahora no se separaba ni un segundo de Venus.

Pero estaba callado y agotado.

Por las noches no podía dormir, cuando lo hacía las pesadillas lo atormentaban.

Sus demonios.

Como él siempre lo llamaba.

Venus estaba despierta incluso antes de que Draco comenzara a patalear. Ella se encargaba de calmarlo y devolverlo a la realidad.

Una donde nadie le hacía daño.

Aquella noche no fue diferente.

Los sollozos de Draco eran como dagas que se clavaban en el corazón de Venus, que lastimaban las heridas que aún cicatrizaban en su espalda.

No habían vuelto hablar del tema, pero cada vez que se cambiaba podía sentir en su nuca la intensa mirada de culpabilidad que le traspasaba.

Venus acariciaba el cabello platinado del chico con suma delicadeza, disfrutando del cosquilleo que les trasmitían las finas hebras a sus dedos.

En voz baja, entonaba una canción de cuna que Remus le había cantado el verano pasado cuando ella sobresaltada despertaba de madrugada por un mal sueño.

La muchacha había descubierto que algo en su voz hacía que Draco se tranquilizara. Lo que ella no sabía, es que no era su voz en sí lo que conseguía apaciguar los males del rubio.

Cuando termino de cantar se quedaron en silencio, escuchando sus respiraciones y el palpitar de sus tranquilos corazones.

—Cuéntame algo —susurró Venus.

—¿Algo como qué? —murmuró de forma distraída Draco.

—Un cuento.

Draco dejó escapar el aire por su nariz.

—Había una vez un pequeño niño asustadizo —comenzó a narrar—. El niño poseía todas las maravillas que cualquier persona pudiera desear. Un hogar, una familia, poder, dinero, prestigio. Todo. O al menos es lo que la gente pensaba. Había algo que hacía que su alma se sintiera rota e incompleta, que hacía que un profundo vacío inundara su corazón, y que una gran tristeza abarcara su vida.

Venus, que había dejado de pasar sus manos por el cabello del rubio, ahora lo escuchaba atentamente. Draco se levantó para quedar sentado en frente de Venus y así poder observar sus ojos.

—Esa tristeza provocaba en el niño enfado, hacía que fuese mezquino y ruin con todo el mundo. Era tan arrogante que nadie quería ser su amigo, y eso solo provocaba que la soledad se hiciera mayor, y con ella la maldad de su interior. Pero entonces, algo cambio.

—¿Qué pasó? —preguntó la muchacha intrigada.

Draco sonrió de lado, mientras sus ojos comenzaba a iluminarse.

—Conoció a una pequeña chica de ojos de león. Ella era testadura, e inteligente, tan buena que tenía tanto amor para ella en su interior, que decidió dárselo todo el que necesitaba a ese niño asustadizo. Fue su amiga cuando nadie más lo hizo. Escuchó al niño hablar de sus inseguridades y sus temores, lo escuchó narrar sus sueños más íntimos. Estuvo junto a él, incluso cuando ni él mismo se quería. Abrazo, beso y acaricio cada una de sus heridas hasta que ese pequeño niño con alma dañada se enamoró de la niña de ojos salvajes —Draco se había acercado a Venus tomando sus manos—. Su alma se llenó de amor y encontró esa felicidad que tanto había deseado. Cambio por ella, porque sabía que se merecía algo mucho mejor, pero también cambio por sí mismo, porque sabía que después de tanto dolor estar con ella era su recompensa.

Draco pasó un mechón rubio por detrás de la oreja de Venus.

—El niño se sintió muy torpe al principio, incluso un poco idiota.

—¿Por qué? —preguntó extasiada con el brillo que desprendían los ojos de Draco.

—Porque lo que tanto había deseado había estado delante durante toda su vida, porque lo que tanto había necesitado estaba al alcance de su mano y por cobardía lo había dejado escapar tantas veces que ya no podía ni contarlas. Pero ella le ensenó que incluso las serpientes pueden ser valientes.

Venus se mantuvo en silencio unos instantes.

—Es una historia muy bonita.

—Lo es, ¿y sabes por qué? —Venus negó enseguida—. Esta historia es tan hermosa porque es real.

—¿Qué ocurrió al final con los niños?

—Se casaron y fueron felices para siempre alejados de todo el mal que los había atormentado durante años.

El labio de Venus tembló estrepitosamente.

—Tuvieron un montón de bellos bebes rubios y gorditos con hermosas sonrisas y ojos tan salvajes como los de un león —susurro juntando su frente con la de Venus—. Con esfuerzo, obtuvieron una pequeña casa cerca de la playa donde ese niño les enseñó a montar en escoba, y su hermosa esposa les enseñó a dibujar. Incluso tuvieron un perro —los ojos de Draco bajaron a los labios de Venus—. Y lo mejor de todo es que todo eso lo consiguieron por sus propios méritos, como siempre quiso la niña.

Venus no quería llorar, pero todo sonaba tan irreal.

Tan lejano.

Tan fantasioso, pero tan bonito.

—La niña consiguió cumplir su mayor sueño y abrir una pequeña escuela para ayudar a los demás niños.

—¿Y qué ocurrió con el niño?

Draco sonrió de lado una vez más tomando las mejillas de la rubia entre sus manos.

—El pequeño niño asustadizo dejó de tener miedo. Tras mucho tiempo, fue verdaderamente feliz porque la niña era feliz, y eso era todo lo que él necesitaba.

Venus cerró los ojos con fuerza mientras que apretaba sus labios en una fina línea.

—Dime que puedo hacer por ti —suplico entre susurros débiles Venus—. Dime que puedo hacer para eliminar esa tristeza que te ahoga. Haré lo que sea que me pidas. ¿Qué puedo hacer para ayudarte, cariño? —susurró Venus a escasos centímetros de los rosados labios de Draco.

Su aliento caliente golpeaba la comisura de sus labios haciendo que una corriente recorriera todo su organismo.

—Ayúdame a olvidar —susurro de igual forma Draco antes de atacar sus labios con fiero beso.

Aquella noche Draco se encargó de besar cada una de las heridas que descansaban en la espalda de Venus.

Aquella noche Venus se encargó de entregarle todo el amor que Draco necesitaba.

Aquella noche esas dos almas trataban de hacerse olvidar todo los demonios que le carcomían.

Aquella noche solo fueron ellos dos siendo felices.












MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LOS 200K.

SOIS MARAVILLOSOS.

Os súper amo.

🖤

Continue Reading

You'll Also Like

230K 19.1K 45
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
91.3K 4.1K 40
Un dรญa, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se estรก recuperando de un corazรณn roto, y Chiara estรก lidiando co...
609K 66.4K 127
1era y 2da temporada โ™ฅ๏ธ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. โš ๏ธ...
72.8K 4.3K 18
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...