❛ ESPEJO ❜
❛ No sé exactamente por donde empezar, he roto ya como cinco cartas porque ninguna me terminaba de convencer, pero la verdad es que no hay alguna fácil de despedirse de un ser querido.
Ron, una vez te dije que nunca es fácil cortar con una persona, creo que esto es igual. La única diferencia es que yo os sigo amando como el primer día.
No sé si podré volver a contactar con alguno de vosotros, las cosas están realmente a tensas por aquí, por eso te pido que hagas llegar mis palabras a Remus y a Tonks con la mayor brevedad posible. Conozco a esos, ahora mismo estarán enloqueciendo.
Creo que la forma más fácil de comenzar es pidiendo perdón, porque en estos momento me siento como si os hubiera estafado, y traicionado. Por eso creo que os debo una disculpa.
Así que lo siento.
Siento no haber pasado contigo el tiempo necesario Ron, has sido un gran amigo con el que he podido hablar de todo, con el que he podido ser verdaderamente yo. Perdóname por no haberte contado en lo que estaba metida, pero era mejor así. Ya resultaste dañado sin saber nada, no me quiero ni imaginar que habría pasado si hubieras sabido sobre la misión.
Siento mucho no haber sido capaz de luchar, y esto va para ti Remi. Te prometí que no me dejaría atrapar y fíjate donde estoy. Espero que no estés decepcionado de mi, odiaría eso.
Siento no haberte escuchado Tonks, sé que fue una locura correr hacia la boca del lobo, pero sé que nadie me entenderá mejor que tú, cuando digo que no podía dejar que el amor de mi vida cometiera un error que le estaría atormentando el resto de su existencia.
Quiero que le pidas perdón a Harry, no por nada en especifico, más bien por todo. Siento que le debo más disculpas de las que él cree. Dile que nunca quise sonar tan borde con él, en mi defensa casi me deja viuda. Dile que confío en el ciegamente, y que a pesar de todo lo que le dije, no es un egoísta.
Un egoísta no daría su vida por el resto.
Pero sobre todo, quiero disculparme por lo que me he convertido.
Porque sí Ron, he recibido la marca. Mi vida ahora tiene un dueño, y por mucho que llore por las noches, ya no hay vuelta atrás.
Estoy bien.
Ares y tío Felix están conmigo, y Draco no se ha separado de mi lado en ningún momento. Las noches son las peores, miles de pesadillas me atormentan en la oscuridad, pero creo que es lo justo. De alguna forma siento que mi propia mente me está torturando por haber traicionado mis principios.
No poder dormir es lo mínimo que me merezco.
Ninguno de los tres me deja salir de la habitación de Draco, lo cual agradezco. La última vez que lo hice mi madre me estuvo torturando por horas. Sigue cuestionándose donde se encuentra realmente mi lealtad.
No os preocupeis por mi, estaré bien. Dentro de unos días, tío Felix planea llevarnos a un lugar seguro, como el que tú me prometiste Remus.
Se que estaréis muy confundidos y tal vez molestos pero solo os pido que no intentes enviarme una respuesta, el simple hecho de que yo contacte con vosotros es peligroso.
Ella y Bellatrix tienen controlado el perímetro de toda la mansión, nada ni nadie sale o entra sin que ellas o algún mortífago lo supervise. Lucius se ha convertido en simple títere en su propia casa, esa poderosa mansión de la que tanto alardeaba ahora solo son cenizas donde miles de desarrapados sin escrúpulos y sin almas se pasean. Entrando y saliendo como si esto fuera una iglesia donde vienen a venerar a su dios.
Os amo con todo mi corazón, muchas gracias por haber formado por parte de mi vida.
A todos vosotros, desde tus padres, Ron, hasta tus hermanos.
A Remi y a Tonks especialmente, incluso a Harry.
Sois personas mágicas que aparecisteis de la nada y sin pedir nada a cambio me hicisteis parte de vuestra familia.
De un hogar, cuando el mío estaba roto.
Cuando todo esto acabe, volveremos a ser esa familia.
Cuidados, y no confiéis en nadie.
El señor Oscuro tiene oídos por todas partes. ❜
V
PD. Prometí a Dumbledore no contar nada, pero teniendo en cuenta que está muerto no creo que le importe mucho.
Él me contó la verdad, Remus.
Toda y cada parte de ella.
No estoy enfadada contigo, nunca lo estaría. Solo, más bien, confundida, sé que tuviste motivos para no decírmela, y que si hubiera estado en tu mano la habría sabido antes.
No importa de verdad.
Te quiero un montón, molesta a Tonks por mi durante mi ausencia, sé que no puede vivir sin su pequeño saltamontes.
El silencio rodeó la sala cuando Ron terminó de leer aquella carta.
Nadie sabía que decir, todavía estaban asimilando que Venus Rosier había sido convertida en mortifaga a la fuerza.
Ron pensó que eso debería ser considerado un delito.
Remus golpeó la mesa de la cocina de los Weasley con furia. Tonks a su lado dio un salto en su sitio, mientras intenta secar las lágrimas inundaban su rostro.
La familia Weasley, compungida, tenía las miradas fijas en Ron que apretaba con fuerza el papel entre sus manos, arrugándolo a más no poder. Este lloraba en silencio con el rostro contraido.
Remus salió de la casa de forma rápida siendo seguido por Tonks. Nadie más se atrevió a seguirlos.
—Remus —llamó Tonks a su prometido que continuaba andando—. Remus, por favor.
Remus paro en seco, haciendo que Tonks chocara contra su espalda.
La mandíbula de Remus estaba tensa y tenía la mirada perdida.
—Remus mírame —pidió Tonks tomando sus mejillas entre sus manos.
—La he vuelto a perder —sollozo dejándose caer en el suelo—. Me la han vuelto arrebatar y no he hecho nada para evitarlo.
—Remus no podías haber hecho nada.
—Por supuesto que podía —repuso aún llorando—, desde lo que pasó en Navidad sabía que no era buena idea que volviera al castillo.
—No podías simplemente guardarla en una cajita de cristal, Rem —aseguró Tonks—. Sabes como es Venus, habría montado un alboroto y se habría escapado por la ventana.
—Esa niña es tan cabezota como su padre —dijo sonriendo apenado.
Una sonrisa apareció en el rostro de Tonks, al recordar a su pequeña amiga.
—¿Recuerdas cuando te afeito el bigote mientras dormías?
Para Remus fue inevitable no sonreír al recordar la traviesa mirada de la ojimiel.
—Y después la estuve persiguiendo por toda la casa —aseguró con gracia—. No hay duda que es digna hija de su madre.
El semblante de Remus volvió a endurecerse con la tan sola mención de la rubia.
—No te mortifiques, ella sabe que lo estás haciendo bien.
—Si Nicole estuviera aquí ya me habría lanzado un par de crucius —Remus suspiro—. Casi puedo escuchar su voz replicándome que soy el peor padrino del universo.
—No eres el peor —Remus alzó una ceja hacia la chica—. Digamos que eres primerizo.
—Dora tengo 37 años, hace mucho tiempo que dejé de ser primerizo —refutó bufando.
—Remus, cariño, deja de hacerte ver como si fueras un viejo —pidió Tonks—. Mi querido y difundo primo te pegaría una paliza si te escuchara decir que estás mayor. Te recuerdo que teníais la misma edad.
—Si realmente lo habría hecho —sonrió mirando hacia el horizonte—. Se habrían llevado muy bien, ¿no crees? —Tonks observó a Remus confundida—. Sirius y Venus, digo . Ambos tienen esa extraña forma de vivir la vida como si fuera su último día sobre la tierra. Tan dramáticos, tan inteligentes, con tan buen corazón y tan rotos a la vez.
Se quedaron el silencio, siendo rodeados por el suave tintineo de las hojas de los árboles.
—¿Qué vamos hacer sin ella? —dijo Tonks mordiéndose el labio.
Remus tomó sus manos dándoles un apretón.
—No perder la esperanza —aseguró Remus—. Te juro que la recuperaremos Dora, cueste lo que me cueste, Venus volverá estar con nosotros.
Tonks asintió levemente y abrazó con fuerza a Remus.
[...]
❛ La primera vez que te cogí quede completamente enamorado de ti. Nunca supe porque pero siempre que te tenia en brazos una sonrisa estaba dibujada en mi rostro.
Tú madre pensó que sería buena idea hacer una competencia para saber quién sería tu padrino, y cuando me elegiste a mi. No quiero decir que llore pero estaría mintiendo.
¿Cómo una cosa tan pequeña y hermosa, podía elegirme a mi? Nunca lo llegué a entender, y a día de hoy sigo sin hacerlo.
Cada vez que me sonríes me recuerdas ese día que con toda la inocencia del mundo gateaste hacia a mi entre pequeños balbuceos.
Nicole siempre me reprochaba que yo era la única persona que te calmaba. A día de hoy creo que sigue siendo así.
Sé que estarás asustada, y también sé que tendrás demasiadas preguntas, te juro que responderé a cada una de ellas.
Entendería perfectamente que estuvieras enfadada conmigo, yo lo estaría. Pero quiero que seas que todo lo que hemos hecho ha sido por ti. No ha habido momento en el que haya hecho algo que fuera para perjudicarte.
Créeme que eso sería impensable para mi.
Las cosas han cambiado demasiado rápido, y aunque quisiera estar a tu lado, Felix te cuidara. Lo ha hecho demasiado bien durante 16 años.
Mi pequeña lunática no dejes que esa gente te robe tu luz. Se que sabrás escoger el buen camino cuando sea el momento. Sabrás elegir entre lo que es fácil y entre lo que realmente importa.
Sé que me has dicho que nos alejemos de ti, pero pequeña he mantenido la distancia durante casi trece años, créeme que no pasa por mi mente la idea de volver hacerlo.
La incertidumbre de no saber de ti sería mucho peor que tener que combatir contra unos cuantos mortífagos.
No importa la hora o el día que sea, siempre que necesites de mi ayuda, yo estaré aquí. Tienes el espejo doble que Dora te regalo, siempre lo llevamos encima.
Hablando de Dora, sé que esto te alegrará. Le he pedido que se case conmigo. Ha sido tal y como tú me sugeriste una vez. Con muchas flores, velas y palabras cursis que tantos amáis vosotras dos.
Se valiente lunática y no dejes de luchar.
Te quiere ❜
Lunático
PD. Encontré esta foto el otro día en mi casa, tengo un álbum completamente lleno esperando por ti.
Espero que te guste, es una de mis favoritas.
Tu padre nos la tomó durante tu primera fiesta de cumpleaños.
Venus lloraba en silencio, una sonrisa decoraba su rostro.
Estaba feliz.
Estaba malditamente feliz por Remus y Tonks.
Cuando Draco entró a la habitación y se encontró a la muchacha sentada en el suelo llorando, se pensó lo peor.
—Rosy, ¿qué ocurre? —preguntó arrodillándose frente a ella.
—Lo ha hecho —susurro con la voz aguada—. Remus le ha pedido a Tonks que se case con él.
Draco sonrió, y se relajó considerablemente al saber que sus lágrimas eran de alegría.
—Eso es genial, ¿no?
—Es una noticia fantástica.
Draco acarició con cariño el rostro de Venus y dejó un beso sobre su cabeza.
Tal vez todo no estaba tan perdido como pensaban.
—Mira —mostró Venus a Draco—. Soy yo de pequeña con Remus.
Draco sonrió aún más, Venus de pequeña era un ser demasiado adorable. El chico paseo el dedo por el costado de la foto donde la niña se encontraba jugueteando con las mejillas del licántropo.
Demasiado hermosa.
Venus se levantó del suelo obteniendo la atención del rubio en el proceso.
—Ven —urgió Venus—, tengo que buscar una cosa.
Draco siguió curioso a su novia. Ambos comenzaron a rebuscar entre las cosas de Venus que seguían en el baúl de Hogwarts.
Hacia solo unos pocos días que Snape le había envido sus cosas desde el castillo. Ni siquiera quería imaginar lo enfadada que estaría Liz al haberse ido sin despedirse.
—¿Qué estamos buscando exactamente? —inquirió Draco.
—Es.... —Venus se mordió el labio inferior mientras intentaba sacar algo del fondo— es un espejo de bolsillo redondo. No recuerdo donde lo guardé.
—Oh, mira mi jersey negro —dijo Draco sacando la prenda—. Pensé que lo había perdido.
—Y lo has hecho, ahora es mío —Venus se lo arrebato y se lo puso en el acto.
Le quedaba tan grande que le tapaba los pequeños pantalones de pijama que llevaba.
—En ti se ve mejor —aseguró Draco haciendo sonreír con sorna a la ojimiel.
—Por supuesto que si —dijo guiñándole un ojo de forma juguetona.
Continuaron buscando en silencio, soltando de vez en cuando algo que otro comentario cuando Draco encontraba algo que le parecía divertido.
Y así fue cuando se topó con la ropa interior de Venus.
—Que tenemos aquí —dijo con picardía cogiendo unas braguitas negras con encaje—. Estás no te las he visto nunca.
Venus alzó la vista para ver que tenía entre manos el rubio, cuando notó con lo que jugueteaba se sonrojó.
—Y ni lo vas hacer si no las sueltas ahora mismo —repuso avergonzada.
—Son bonitas —contesto volteando el objeto y sujetándolo con dos dedos para admirarlo correctamente.
—¡Draco! —protestó.
El chico las soltó mientras reía.
—Pareces una cereza —se burló pellizcando sus mejillas.
—Deja de jugar, así no hay manera de terminar y quiero darme una ducha.
Los ojos del rubio se oscurecieron.
—¿Una ducha? —dijo con voz grave.
Venus sonrió ante aquello.
—Aja —dijo melosa mientras volvía a buscar pero sintiendo la penetrante mirada gris del chico sobre ella—. Tal vez si terminamos pronto, puedas acompañarme.
Aquella idea pareció gustarle a Draco que de inmediato comenzó a revolver el baúl sin ningún cuidado.
Venus tuvo que morder su labio para no reír.
Es demasiado idiota para ser verdad.
Tardaron un poco más de una hora en encontrar el espejo que se encontraba envuelto entre los calcetines de la chica.
Venus lo tomó con cuidado, y Draco observó con detenimiento el brillo emoción que sus ojos mieles desprendían.
—¿Quieres que te deje sola? —preguntó Draco.
Venus negó rápidamente.
—Quédate —pidió. Se pasó la lengua por los labios y con suavidad pronunció:—. Dora.
Donde antes se podía apreciar el rostro de Venus, ahora había un fondo opaco.
Esperaron con paciencia, escuchando como alguien parecía revolver las cosas a su alrededor.
—Dora —volvió a llamar Venus con más fuerza.
El fondo oscuro desapareció dando lugar a una pared azul que Venus distinguió rápidamente como el cuarto de Tonks.
—¿Venus? —la voz aguda de Tonks fue como música para los odios de la rubia.
—Si, soy yo —sin poder evitar que una pequeña sonrisa se asomara entre sus labios.
—¡Madre mía! ¡Remus! ¡Remus! —Venus casi soltó una carcajada cuando la escuchó caer al suelo.
Tonks se levantó y sin darle importancia al dolor de su rodilla corrió de nuevo.
—¿Está bien? —preguntó Draco cuando vio que se volvió a caer.
—Oh, si. Eso es normal en ella —se burló Venus acomodándose en el suelo.
Tonks paro de correr para pegar su cara al espejo lo más posible.
—¿Es ese mi querido primito? —preguntó con una sonrisa ladina.
Draco se sonrojó a más no poder.
—¿Le has hablado de mi? —artículo con tranquilidad pero por dentro muriéndose de nervios.
El solo pensamiento de Venus hablando sobre él a una persona que ella consideraba como su familia le ponía nervioso.
—¡Pues claro que me ha hablado de ti! No hacia otra cosa —esta vez fue el turno de Venus de sonrojarse, Draco beso su mejilla al verla tan tierna—. Rubito, tú y yo tendremos una charla, me has quitado muchas horas de sueño.
Venus rodó los ojos mientras escuchaba como Tonks rompía algo.
—¿Dónde diablos se ha metido este hombre? —bufo de nuevo—. ¡Remus John Lupin!
Se escucharon unos pasos apresurados que hicieron a Venus morderse la mejilla por dentro con nerviosismo.
—Dora, ¿qué ocurre? —inquirió Remus—. ¿Y por qué está roto el jarrón de tu madre?
—¡Eso ahora no importa! —repuso la pelirosa a su prometido—. Mira.
Pudo escuchar a Remus jadear y como tomaba el espejo lentamente. Su pulso temblaba dejando ver lo nervioso que estaba.
—¿Venus? —era la primera vez que Venus escuchaba a Lupin con ese tono tan vulnerable.
—Hola Remi —dijo Venus con voz ahogada.
Remus sollozó en silencio pero una hermosa sonrisa se abrió paso en su rostro.
—¡Por Merlín, Venus! Estábamos tan preocupados cuando no te vimos en el castillo. Te dije que te mantuvieras a salvo. ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Estás Felix contigo? —Remus golpeó a Venus con miles de preguntas.
—Estoy —Venus miró a Draco que alzó una ceja—, estamos bien —musitó con una sonrisa—. La mansión Malfoy es mas acogedora de lo que aparenta, tal vez fui demasiado dramática en la carta. Tío Felix está con Ares, están planeando llevarnos a casa como te dije. Tanto ellos como Narcissa quieren que nos alejemos lo máximo posible de todo esto.
—¿Estás con Draco?
—Oh, si él está ahí —escuchó a Dora por detrás.
Tanto Remus como Vee actuaron como si Tonks no hubiera dicho nada.
—Si, él está conmigo, no se ha separado de mi lado.
Remus suspiro un poco más tranquilo. Ambos se miraron a los ojos, tenias tantas cosas que decirse.
—Venus, yo...
—No te culpo Remus, ya te lo he dicho, —interrumpió rápidamente la rubia—, hiciste lo que mejor creías que era para mi. Solo me gustaría haber sabido la verdad antes, y en otras circunstancias.
—Te prometo que te lo explicaré todo —aseguró Remus—. Todas las dudas que tengas, todo, cuando estemos de nuevo juntos.
—Gracias... —pero antes se pudiera seguir hablando un jadeo se escapó de sus labios.
—¿Venus? —preguntó Remus.
La chica no contestó solo se sujetó el antebrazo con fuerza apretándolo contra su pecho. Dolía como si miles de agujas se estuvieran incrustando en el.
—¡Venus! —la voz de Remus sonaba preocupada.
—Es...es la marca —artículo Venus mordiéndose el labio.
Remus se puso tan blanco como la nieve.
—Nos está llamando —dijo Draco que al igual que Venus sentía el dolor, pero después de varios meses se había acostumbrado a él.
—Os llamaré más tarde —hablo lentamente.
—A medianoche —dijo Remus con ojos angustiados—. Y Venus, tened cuidado.
Nadie pasó por el alto el miedo en la voz de Remus.
La chica asistió y segundos después el espejo volvió a reflejar su figura.
El hombre resbaló por la pared en la que estaba apoyado y ocultó su cara entre sus manos. Tonks se agachó junto a él y apoyó su cabeza en su hombro.
Definitivamente Nicole habría hecho con él, rollitos de hombre lobo.
✨
AAAAAAAAAAAAAAAA
MADRE MIA VOY A LLORAR.
Bueno habéis descubierto que Remus no es su papá como muchas decías, ¡es su padrino!
Ay de verdad cuanto amo a Remus.
Feliz año nuevo, espero que 2021 mejore un poco la situación y todas podamos volver a tener una vida medianamente normal.
Cuidaos mucho
🖤