Mitología: Inca
Categoría: Dios
Apariciones: Yu-Gi-Oh
Supay o diablo andino, es uno de los dioses pertenecientes a la mitología Inca, también es llamado como el señor del inframundo, por lo cual dicha cultura lo cataloga como uno de los más malignos que haya existido
Debido a esto, es representado con una figura de aspecto demoníaco de largos cuernos, afilados dientes y ojos penetrantes; convirtiéndolo en un peligro para aquellos que no guardaran respeto o que intentaran burlarse de él, sin embargo, existían personas que creían en su gran poder, llegando de esta manera al punto de adorarlo, para que este les concediera favores a través de rituales, ofrendas y la creación de altares.
De igual forma, las leyendas antiguas contaban que Supay iba más allá de esa maldad que evocaba, ya que lo describían como el protector de camino que se recorrerá al morir, así mismo, los Incas creían, al igual que en muchas otras culturas, que después de morir, el alma pasa a un segundo plano. Este segundo plano para ellos significaba un nuevo comienzo junto a los dioses Incas.
Así mismo detrás de tanta maldad Supay, llegaba hacer bueno al final de los días para aquellos que aguardaban su muerte, lo que hacía que los incas creyeron desde tiempos de antiguos, que el dios Supay era un ser que equilibraba esa balanza entre el bien y el mal, además de darle sentido de que siempre habrá maldad, pero no la suficiente.
Tiempo después, al llegar los conquistadores a América del Sur, y que la cultura Inca se perdiera, trajo como consecuencia que la definición de Supay como dios de la muerte se mezclara con las creencias católicas que los conquistadores trajeron consigo, ya que los sacerdotes empezaron a creer que en realidad ese dios era simplemente el diablo, como se le conoce en el catolicismo, dado su aspecto hacía creer que esta suposición era correcta, por ende Supay pasó a ser llamado de distintas maneras y muchas estas leyendas permanecen en la historia.
Durante la época colonial, el Supay se convirtió en uno de los personajes principales del culto a la Virgen de la Candelaria en el altiplano, de donde es exclusivamente y de la diablada. Se lo asocia con los indígenas que le rinden culto y le realizan ofrendas para ganar su simpatía y evitar que los dañe.
En la diablada, las personas bailan disfrazados de diablos para pedir a la Virgen de la Candelaria perdón y comprensión por convivir con Supay, Tiw o tío de la mina en lo hondo de las minas y por los ritos y ofrendas que le dedican para encontrar las vetas del mineral y evitar los accidentes.