Auronbowl
Va a estar largo...creo.
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El moreno salió de su búnker felíz, el día de hoy todo el pueblo estaba tranquilo entonces el tambien lo estaría, hoy daría amor. Respiró ondo revisó que todo este bien, al confirmarlo agarró algunas amapolas que crecian en la tierra fresca para dejarlas en la querida tumba del Golem, sonrió con melancolía y se endereso.
Quiero helado..
Con ese antojo se dirigió al pueblo saludando con amabilidad a la gente, como dijo hoy daría amor, una cabellera naranja lo saco de sus pensamientos y con una sonrisa mas animada se acercó a su mejor amigo. Lolito.
-¡Lolo!-Lo llamó y abrazó siendo respondido casi de inmediato por el alcalde.
-¡Mano derecha!-Lo saludo igual de contento que el juntandolos mas. Despues de unos minutos se separaron y Auron le sonrió.
-¿Como va el trabajo?, ¿Te estresa?- Su cara se volvió preocupada agarrandole las manos de inmediato viendolo a los ojos.
-B-bueno si es un poco estresante, pero estoy bien-Quería acercarce mas, para probar sus rojizos labios, pero antes de eso el castaño se alejo separando una de sus manos para ponerse a su costado. El mas alto suspiró de frustración, no sabía cuanto mas podria ocultarselo.
-Que bien, pero no dudes en ir a mi consultorio cuando lo necesites.-Inclinó un poco su cabeza con la misma linda sonrisa que tenía desde que salio de casa.
-Andas muy amable hoy eh?- Eso si era extraño no había gritado un ¡Puerco! O un ¡Aparta! Desde que lo saludo, es mas, dejo pasar a la gente que iba apresurada sin gritarle o ceñir el ceño. Eso si era extraño.
-Hoy estoy muy pasivo, ¡vine a dar amor al mundo!- Alzó sus brasitos haciéndolo ver mas tierno de lo que era, ganándose una sonrisa de ternura de Lolito, pero un poco decaído ya que seguro no le volvera a tomar de la mano.
-¡Asi se habla, Auron!-Ambos rieron.
-...Oye Lolo-Ahora caminaban por el pueblo viendo vidrieras. El pelinaranja solo hizo un sonido para dar a entender de que lo escuchaba.
-¿Tu..tienes algo que hacer?-Lo miró sonriendo al ver como el de traje elegante negaba con la cabeza.
-¿Vamos a la nueva heladeria?- Lolito podía jurar ver sus ojitos brillar, jamas se negaría a nada si se trataba de el.
-Pues claro, vamos.- Empezaron a dirigirse al local, Auron dio pequeños saltitos de emoción para despues alcanzarlo y entrelazar sus manos. El alcalde apretó mas el agarré y sonrió satisfecho.
Al llegar a la heladería, Auron pidió su helado a regañadientes, ya que el contrario no pidio nada. El no tenia antojo de helado.
-Me ubieras dicho que no querias desde el principio así no veniamos, no me gusta comer solo..- Se sentaron en una mesa dentro del local, uno enfrente del otro.
-Jamás te negaría algo, mano derecha- El castaño se sonrojo pero no quito su cara enojada. Su cara se iluminó cuando la idea perfecta le vino a la mente, para después formar una sonrisa maligna, se levantó de su silla llamando la atención al otro, camino hacía él para sentarse en su regaso mirandolo fijamente.
Si el no quería comer, yo le voy a dar de comer.
-¿A-Auron que h-hac-Lo interrumpió metiendo una cucharada de helado en la boca. [Ni modo que en el ojo. Notense el sarcasmo].
-Vamos..come conmigo ¿si?- Hizo ojos de cacharrito abandonado, acercando otra cucharada. Lolito asintió derrotado y avergonzado. Hay que aprovechar el bug, el pequeño sonrió satisfecho.
-Ahh-Abrió su boca como si tratara de que un bebé al que le enseña a comer, el contrario hizo caso recibiendo otra cucharada de helado de chocolate. Si Auron tuviera cola la estaría moviendo de felicidad.
(...)
-La ultima, aah- Le dio la última cucharada, prácticamente le dio de comer todo el helado a el, pero igual no reclamo, adoraba que Auron le dé de comer. Aun tenía sus manos su pequeña cintura, el menor a darse cuenta de como estaban se sonrojo a mas no poder y trató de pararse pero el mayor hizo mas presión, la tensión de ambos se notaba en el aire poco a poco empezaron a acercarse para romper la poca distancia entre ellos. Un poco mas y se unirían en un beso, pero el tono de llamada del pelinaranja los saco de trance haciendo que el castaño se paré y que Lolito gruña.
-V-Voy al..baño-Y con la cara roja corrió a los sanitarios dejando solo al alcalde, quien con el ceño fruncido respondió la llamada.
-¿Quien mierda es?-Su maldito celular desperdició por completo el primer beso con su futuro novio. Al pensar en eso solo lo hizo enojarse mas, juró que mataría a ese alguien.
-¿S-señor? Su presencia es solicitada en el Ayuntamiento.-La voz de su secretaria sonó con un poco de temor al otro lado de la línea, el de ojos verdes solto un largo suspiro trantando de calmarse. No podía matar a su secretaria sería muy sospechoso, pero no si mata a su família. No no, tienes que reformarte Lolito, vamos hazlo por Auron.
-¿Señor alcalde?- Salió de sus pensamientos.
-Voy enseguida.- Respondió cortante, para colgar, dirigió la vista al baño y justo dos segundos después salio un castaño con su anterior sonrisa felíz.
-¿Paso algo?-Pregunto algo "preocupado".
-Me tengo que ir bonito.-Dijo con decepción, se supone que hoy pasaria el día con su ñina.
-Oh...¿al ayuntamiento?-Pregunto mas decaído y frustrado muy en el fondo sabía que quería que Lolito lo besara. El contrario asintió para levantarse, al ver como el menor agachaba la cabeza sintio su corazón romperse un poco, no quería dejarlo, pero tenía qué. Agarró las mejillas haciéndolo mirarle.
-Juró que mañana pasaremos todo el día juntos- El menor asintió y sonrió se paró de puntillas y le dio un beso en la mejilla. Sorprendiendo como por 34948 vez al pelinaranja.
-Muchas gracias, por acompañarme.- Se separó de el para darse medía vuelta.
-Adios, cariño-Y sin más el moreno se marchó, dejando a Lolito con una mano en su mejilla analizando lo que acababa de pasar.
(...)
De nuevo el castaño paseaba felíz por el pueblo pero ahora se dirigía a comisaría, capaz que sus dos oficiales favoritos se encontraban trabajando. El sol seguía en su punto mas alto alegrando todo, en el camino saludaba a quien no lo había hecho antes, al llegar encontro a los dos que quería ver frente a la celda, al parecer burlándose de alguien como siempre.
-Heeey hola chicos.- Llamo su atención para verlos con una gran sonrisa.
-¿Que pasa Auron mataste a alguien o que?-Preguntó Fargán al ver al moreno tan contento.
¿Acaso no podia estar feliz o que?
-No Fargán, no maté a nadie.-Respondio algo ofendido.
-Es que casi nunca estas tan amable, tío- Esta vez hablo el de casco.
-Solo los salude.- Respondió ahora mas ofendido, viéndolos con cara obvia.
-Ya en fin, ¿a quien le dieron de comer barrotes hoy?- Se acercó a la celda, dejando ver al albino sentado en la unica cama de la celda.
-¿Willy?- El nombrado solo lo miro con cara de pocos amigos, pero al percatarse de quien era se relajó un poco.
-Fargán dijo que lo encontró poniendo minas en su huerto.-Dijo en mas bajito mientras el de su costado asentía.
-¿Minas? Pero si Willy es un angelito- Lo miré viendo como este asentía con cara inocente, pasé mi mano por los barrotes y apoye mi mano en su mejilla y el contrario inclinó su cabeza, como un gatito buscando mimos.
-¿Lo ven? Es completamente inofensivo- Miré a ambos comisarios quien me miraban como si estuviese loco. Mas por parte de Fárgan.
-¿Inofensivo? ¿Este tío?-Preguntó el de mascara de búho, ¿estaban hablando de la misma persona cierto?.
-Hombre, Auron que Willy nunca te haya hecho nada, no significa que sea buena persona.-Siguió Alexby con los brazos cruzados.
-¿Haces cosas malas?-Auron lo miro y éste solo negó y volvió apoyar su mejilla en su mano, dándole casi un paro cardíaco al de mechon rubio.
-¡Pero que falso es!-Se quejó Fargán
-¡Dile todas las cosas que has hecho!-Volvió a gritar, mas por celos que por otra cosa.
-Ya ya, tranquilizate compañero.- Lo calmó el de casco.
-Solo es por que me tiene envidia-Hablo el de ojos rasgados por primera vez, refiriéndose a lo de la hermandad.
-¡¿De que te voy a tener envidia yo a ti?!-Empezaron a discutir como dos nenes por un juguete mientras los otros dos trataban de calmarlos. Alexby se cansó y tuvo que utilizar a algo mas bien alguien para calmar a estas dos fieras, se acercó al castaño y le susurró algo, el menor de los dos lo miro buscando aprobación y cuando la tuvo gritó:
-¡Si ambos se calman, Auron les dará un beso y un abrazo a cada uno!- Y como si fuese un botón ambos dejaron de discutir, para dirijir la mirada al de pircing. Este solo suspiro sonrojado para acercarse al comisarío, pararse de puntillas y levantar un poco su máscara plantandole un beso, se separó avergonzado para luego darle un corto abrazó y alejarse como un tomate. Dejando a Fárgan con una sonrisa llena de orgullo, había sido el primero en besar a Auron y sabían mejor de lo que imagino, quería otro..muchos más. El avergonzado miro a Willy.
-Puedo esperar-Le sonrió de una forma seductora haciendo sonronjar aun mas al castaño.
-¿Cuanto..-.
-1 día.-Le interrumpió el bajito ya sabiendo la pregunta, el contrario solo asintió, se despidió y se marchó.
Ya lo vería mañana, ahora tenia que concentrarse en el presente, no podía sacarse de la cabeza los labios de Fárgan, sabian tan bien. ¿Que sabor tendría los de Willy? Ya lo averiguaria mañana, quisiera probar los de Lolo..o de los de Luzu, sacudió su cabeza alejando esos pensamientos en su mente. Miró el cielo, estaba un poco mas oscuro que antes, pronto añocheceria, que rápido pasa el tiempo. Bajo la vista encontrándose con la mansión flotante de Vegetta.
Hace mucho que no veo al triple 7.
Y sin mas, se encaminó a la mansión, solo esperaba que no estuviera ocupado; arreglando cosas o lo que sea. Subio por el ascensor quedando frente a la puerta de retina del azabache, busco su celular y le mando un: "Estoy afuera, me abres?" Por mensaje, siendo leído por este a los minutos.
-¿Chiki? No me dijiste que vendrías.-Preguntó extrañado lugo de abrir la puerta.
-Oh, es que hace mucho que no te veo.¿Estas ocupado?..-Vegetta juró haber visto orejas de cachorro invisibles bajar de decepción.
-No, claro que no. Solo que no esperaba otra visita.- Se hizo a un lado dejando pasar al menor. ¿Otra visita?.
-¿Hay alguien mas aqui?-Inclinó un poco su cabeza.
-Pues si, vinieron Luzu y Rubén.- Respondió abriendo la segunda puerta de retina. Hizo su sonrisa mas grande, no podía con la emoción, la última vez que se vio con la calva toxica fue hace meses. Desde ese entonces hablaban por mensajes o llamadas.
-¿Quien era Vege?- La voz de Luzu se escuchó a su derecha, haciéndolo mirar a su dirección.
-¡Mi niño!-Le sonrió.
-¡Oh, auroncito!-Se dieron un lindo abrazó y aunque el castaño claro quería que dure mas, Auron se separo buscando a alguien con la mirada.
-¿Y Rubius?-No estaba en el patio por lo que veía. Miro a Luzu buscando una respuesta.
-Esta en el baño, enseguida vuelve-Dijo no tan felíz, ahora sabía por que se separaron tan rapido. Su auroncito jamás le restaría atención.
-Um..entiendo, ¿Eso es un chocobo rojo?!- Señaló el establo al ave de color entre naraja y rojizo, Vegetta sonrió y asintió.
-Ven vamos a verlo.- Agarró la mano del mas pequeño para llevarlo al establo, mientras Luzu los seguía por detrás, fulminando con la mirada al de orbes morados.
(...)
-Es tan hermoso-Auron miraba con asombró mientras lo acariciaba.
-Parece que le caes bien-A su lado izquierdo se encontraba Vegetta mientras que del otro Luzu.
-¿Es un color natural?.-Dejó de acariciarlo para mirar al azabache mirando de reojo al de buzo negro.
-Pues, si es un color muy raro en esta especie. Costó mucho conseguirlo, esta casi extinto.- Contaba con entusiasmo, que a su chiki le interesaran estas cosas lo emocionaba.
-¿Costo demaciado?- Preguntó algo decaído, si ese color estaba casi extinto las probabilidades de que tenga uno eran minimas.
-Pues, la verdad es que si.-Al verlo decaído pensó en cualquier cosa para subirle el ánimo- pero no es imposible, chiki.
-Podríamos intentarlo con mis chocobos, Honey.- El de pircing lo miro, Perfecto.
-¿Encerio?-Sonrió con emoción, su niño siempre lo ayudaba. Era tan bueno, el castaño asintió y otro dio saltitos de emoción y corrió a abrazarlo, bajo la mirada atenta del dueño de la mansión. Bien pensado, Borja.
-¡¿Calvo?!-La sonrisa que se mantenía en la cara el de capucha desapareció en una mueca. Auron rápidamente giró su cabeza hacía donde provenía la voz de Rubén.
-¡Calva toxica!- El pequeño se separo con dificultad del abrazo, ya que el contrario lo abrazó con mas fuerza pero de igual forma se logró safar. Maldito seas Rubén. El de ojos marrones claros corrió para tirarse a abrazarlo siendo cargado por el híbrido, luego de unos minutos, el teñido de rubio bajo con cuidado al menor lugo de escuchar la obviamente tos real de Vegetta.
-Lo siento, me emocioné.-Apartó la mirada apenado, ganándose una mirada de ternura por parte del poste andante, perdon. Rubén.
-No importa, hermosura-Puso su mano a la altura de su mejilla para acariarla levemente, viendo de reojo las miradas fulminantes por parte de los otros dos con una sonrisa. La cara de Auron se sonrojo violentamente y ocultó su rostro en su sudadera tratando de ocultarlo. Rubius río y las miradas asesinas del par se convirtieron en una de ternura. Este chico nos va a matar alguno de estos días.
(...)
-¡Adiós mis amores!-Gritó Auron bajando por las escaleras, despidiéndose con la mano. Los tres se sonrojaron a mas no poder, lo vieron irse hasta que su vista no lo distinguió mas.
-Me dijo amor..-Susurró el de orejas de oso con un sonrojo y una sonrisa, ignorando completamente el hecho de que tenía mas amores que el, los otros dos también estaban en su mundo, sonriendo como bobos.
(...)
-Que día mas raro y hermoso.-Sonrió al recordar su beso con Fargán, los abrazos que le dieron los chicos y el casi beso de el y Lolito.
-¿Auron?-Subió la mirada saliendo de sus pensamientos.
-¡Mangel!-Le dio un abrazo amistoso con una sonrisa.
-Que sorpresa casi nunca te veo por el pueblo.-Hablo aun con su sonrisa felíz, que desapareció en cuanto vio el cigarro que traía en su mano.
-¡Mangel! ¿Que te dije sobre los cigarros? ¡Que te acorta la vida mi niño!-Le regaño con el ceño fruncido y sus muñecas en su cadera. Típico de mamá Auron.
-Lo siento, Auron.-tiró el cigarro al suelo para apagarlo con el pié.
-¿Contento?-El menor fruncio mas el ceño y alzó su mano para que le entregará algo. El de banda azul suspiró y le dio la cajetilla de cigarros que traía en su bolsillo.
-Pero era nuevo, apenas había sacado dos.-Dijo algo enojado, que cambió a vergüenza en cuanto sintió la mano del menor acariciar su mejilla.
-Ay, Mangel mi niño, tienes que entender que esto te hace daño.- Lo miró preocupado, sabía de los problemas de ansiedad del mas alto, pero no podía seguir así.
-Ven, vamos a casa a por dulces.-El de ojos marrones oscuros sonrió, adoraba los dulces. Adoraba a Auron.
El último mencionado agarró su mano para dirigirse a su casa, al llegar saludo a todas sus mascotas, Adán había salido con Mónica.
-¡¿Tienes una sirena?!, ¿Sabes que es ilegalisimo, no?-Tocó el cristal que lo separaba de la criatura, está se acercó y colocó su mano sobre la suya.
-No una, dos.-Auron volvió con un montón de bolsas de dulces dejándolas en la mesa del living.-solo que es un poco timida, Elva ven cariño.-Del fondo del acuario se asomó otra sirena de cabello castaño.
-Si Vegetta se enterará-Miraba asombrado a las sirenas y escuchaba su hermoso canto, nunca había visto una tan cerca, eran hermosas.
-Y eso que no haz visto mi dragón.-Mangel volteó a verlo asombrado.
-¡¿Tu que?!-El menor río.
-Era broma,calvo. Ven vamos a ver unas peliculas.-Agarró su mano para llevarlo al sofa color vino de la sala.
Bueno, puede que no era del todo una broma, pero queria que su Mangelito estuviese consciente.
(...)
Mónica apagó la tele, mientras Adán tapaba a la pareja que se había quedado dormida.
-Espero que no les duela nada mañana por dormir en el sofa.-Habló bajo Adán, mientras monica sacaba su celular para empezar a sacarles fotos.
-Que se jodan. Pudieron ir tranquilamente a la cama del puerco.-Dijo con una sonrisa malvada, ya quería ver la cara de su hermano al ver las fotos mañana.
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Desaparece.