capítulo tres;
⸙
NIEVE Y MÁS NIEVE ES LO QUE CAÍA EN AVONLEA. Blair se levantó de su cama, no tenia ganas de ir a clases, pero, era importante su educación. No se hizo rizos, y ni siquiera se peino, solo dejo su cabello suelto y cepillado. Junto a su hermano salieron de casa para ir a la escuela.
En el camino, Xander iba pensando una y mil formas de como golpear a Paul. A el chico Lovett no le daba buena espina para nada.
Blair caminaba detrás de él, sumida en sus pensamientos... y en la desesperación, pues ese terrible sentimiento no se iba.
Ella caminaba normal y alguien tapó sus ojos.
—¡Boo! —exclamó la voz de un chico.
Blair quitó las manos de sus ojos y se volteo para verlo.
—¡Gilbert! —gritó con alegría y le dio un rápido abrazo.
—Te dije que regresaría en menos de lo que canta un gallo. —comentó sonriendo.
—Ese gallo si que tardó en cantar. —añadió ella y siguió su camino junto a él.
Durante todo el recorrido a la escuela, ellos dos conversaban de todo lo que había pasado en ese tiempo.
—¿Pero como es eso? —preguntó Gilbert confundido.
—No sé... solo siento como una punzada en mi estómago cada vez que lo recuerdo... —respondió ella, Gilbert chasqueo la lengua.
—¿Te gusta Moody o algo así? —dijo Gilbert.
—¡Pamplinas, rayos y sentellas! —exclamó ella haciendo a el chico reír.
—Se pasará. Te lo aseguro. —dijo dándole leves golpes a la espalda de su amiga.
Llegando a la escuela, Blythe se separó de Lovett para ir a hablar con sus amigos. Blair se fue con Cole para hacerle compañía.
De momento a otro el salón quedó en silencio, Anne había llegado. Con un corte de cabello nuevo. Intercambio algunas palabras con Gilbert y el profesor Phillips entró y todos se fueron a sus lugares.Y como de costumbre este no perdió tiempo y ridiculizó a Anne.
La impotencia se apoderó de Blair, y ella se levantó bruscamente.
—¿Usted no se cansa, verdad? —dijo molesta.
—¿Perdón? —preguntó el señor Phillips con indignación.
—Perdonado. —soltó Blair, y algunos se burlaron.
—¿Como se atreve a faltarme el respeto de esa forma? —preguntó molesto acercándose a el lugar de Blair.
—Usted le falta a el respeto a Anne. No tiene derecho a —él la interrumpió.
—Si lo tengo. Aquí yo soy la autoridad, y ustedes no son mas que unos simples mocosos. —exclamó.
—Bien. —la niña tomó un frasco de tinta, y se lo arrojó a el traje, para después soltarlo y dejarlo quebrarse —Lo siento por eso. Pero solo soy una simple mocosa. —finalizó.
Se dio la vuelta yéndose de allí, tomo sus cosas y sin importarle nada, salió de la escuela. Algo causaba cierta satisfacción en ella al haberse enfrentado a el señor Phillips.
Ella solo corrió hacia la casita del bosque para refugiarse por lo ultimo que quedaba del día.
Durante la tarde, llegó Anne a la casita del bosque para avisar que tenían una obra.
—Gracias por eso, pero recibirás a un castigo horrible. —dijo Anne a su lado.
—Pero al menos ese castigo habrá valido la pena —dijo Blair tranquilamente.
—¡Ah! casi se me olvida. —dijo rebuscando entre sus cosas —Esto, te lo envía Moody —le dio un sobre —y esto es un regalo de parte mio, Diana y Ruby. —dijo dándole un libro.
Blair lo tomó entre sus manos contemplándolo, pues en sus anteriores reuniones ella hablaba de lo mucho que lo quería.
—¡Orgullo y prejuicio! —dijo y abrazó el libro —Muchas gracias, es el mejor regalo. —dijo ella abrazando a Anne.
—Ya que no podremos verte en tu cumpleaños, decidimos dartelo antes. —comentó.
—También tengo algo para ustedes... pero esta en casa. —dijo y fruncio los labios.
—No te preocupes, ya habrá tiempo.
Las dos amigas siguieron conversando sobre el tema de la escuela. Aunque Anne agradecía lo que Blair había hecho por ella, no estaba de acuerdo.
─── 🌾🌾🌾 ───
Estaban en el teatro ensayando para la obra navideña. Blair agredecio quedar como árbol ya que tenia un poco de pánico escénico.
—A la izquierda, Charlie...
—Auch. —se quejó Blair ya que Charlie la piso.
—Lo siento, Blair. —dijo él avergonzado.
—Bien, eso será todo por hoy. —dijo Anne.
Después Ruby, Jane, Tillie y Diana se acercaron para ir a saludar a sus amigas.
—Espero que te haya gustado nuestro regalo. —dijo Diana.
—En serio, yo fui la de la idea. —habló Ruby emocionada.
—Me encantó. Traje esto para ustedes. —dijo Blair, y saco cuatro brazaletes. El primero se lo puso a Diana —Este representa valentía. —se acercó a Ruby —Este, coraje. —y por último se acercó a Anne —Y este, audazia.
—¿Y el tuyo? —preguntó Ruby mientras admiraba su brazalete.
—Valor.
—Ese le va muy bien a la situación. —comentó Diana, haciendo referencia a lo de la escuela.
Una vez todos terminaron se despidieron de Anne tocando su cabeza, decidieron que daba buena suerte.
Blair iba tocando las bolsas de su abrigo, y sintió un sobre. Lo sacó, era la carta de Moody. Esta ponía algo por fuera: Leer cuando estés triste. Blair en ese momento no se encontraba triste, así que respeto eso.
La niña se fue junto a su padre y hermano que estaban ayudando un poco con la escenografía.
Dejaron a Blair en la recidencia Blythe, ya que iría a visitar a Gilbert. Despidiéndose de su familia, bajo de la carroza dirigiéndose a hacia la casa de su amigo.
Tocó la puerta y espero. Segundos después un hombre moreno abrió la puerta, este se cubría con muchísimos abrigos.
—Buenas tardes. —la niña saludó confundida —Soy Blair Lovett, ¿Usted es...? —la niña espero a que el hombre respondiera.
—¿Quien es, Bash? —dijo Gilbert asomándose —Oh, hola Blair. Pasa por favor. —dijo haciéndose a un lado.
La niña ingreso en la casa. Bash, parecía no poder hablar por el frío, ya que él no estaba acostumbrado.
—Sebastian Lacroix. Puedes decirme Bash, Bastian o Trini. —habló el hombre —Un placer, señorita.
Blair extendió su mano para estrecharla con él. —El placer es mío, Bash.
—Lo conocí en Trinidad. —informó Gilbert —¿A que se debe tu visita?
—Queria saber si estabas bien. —respondió Blair.
—No me dijiste que también había otra chica... —murmuró Bash a Gilbert.
—No, no. Ella es mi mejor amiga. —aseguró Gilbert.
—Sí, nunca podría imaginarlo. —añadió Blair.
La niña no sentía nada al ver a ese hombre con ese tono de color de piel. Y con nada se refería, a desagrado o algún tipo de peligro estando allí. Su madre le enseñó que todos eran iguales, sea su raza, color de piel. Todos valemos lo mismo y merecemos ser tratados con respeto.
—Estamos bien, gracias por venir. ¿Quieres té? —preguntó Gilbert y la niña asintió. Él se fue a prepararlo.
—¿Ahora eres familia de Gilbert? —preguntó Blair.
—Sí. Compañero, amigo y socios. —respondió él y sobo sus manos dándose calor.
—El invierno donde yo vivía es un poco mas peor que este. —comentó Blair.
—Parece no tener frío, señorita.
—Supongo que me acostumbré. Los veranos allá eran de doce centígrados, máximo veintidós. —informó viendo al hombre.
—Apenas puedo resistir a esto... y usted, con vestido. —dijo soltando una risa.
A la niña Lovett le cayó bastante bien Bash, sintió una conexión especial a él. Ellos conversaron de muchas cosas hasta que Gilbert llegó con el té. Él y Bash le contaron a Blair sobre sus aventuras en el barco.
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Era un día especial para Blair, hoy cumplía sus catorce años. Entre su padre, Xander, la señora Campbell, el chófer Bochner y Moody prepararon una pequeña sorpresa para ella.
Blair dormía comadamente en su cama sin saber todo el revuelo que había en el primer piso de su hogar.
Xander y Moody vigilaban desde las escaleras que Blair no bajará. Si salia harían algo para distraerla y llevarla de nuevo a su habitación.
La niña despertó por un estruendoso ruido que provino de abajo, su padre había tirado una tirado el reloj de péndulo por accidente.
Se levanto y aseguró que su cabello estaba bien para bajar. Salió aún con su ropa de dormir. Su amigo y hermano se percataron de eso y corrieron hacia ella.
—¡Hola! —exclamó Moody.
Entre los dos la empujaron a su cuarto y se quedaron con ella. Los dos se notaban nerviosos, Xander no era bueno con las sorpresas y tenía miedo de arruinarlo.
Blair los miraba mas confundida que nunca.
—¿Al menos podrían salir para que me cambie? —preguntó ella, los dos niños asintieron y salieron de allí.
Se recargaron en la puerta soltando un suspiro de alivio.
Por otra parte, la niña prosiguió a ponerse uno de sus vestidos y peinarse el cabello en una media coleta, para salir de la aburrida rutina, le agregó dos trenzas.
Una vez término, salió. Su hermano y Moody ya no estaban, se encogió de hombros y bajó. Al llegar, solo había silencio.
Entró en el comedor donde había un pastel blanco decorado con rosas y fresas, en el borde tenía una desperfecta línea dorada y eso para ella lo hacia lucir perfecto.
De la cocina, salieron su familia y Spurgeon cantando la canción de cumpleaños. Su padre cargaba una caja un poco grande.
Ella sonrió y estaba segura que en ese preciso momento quería llorar de la felicidad. Cuando la canción acabó, cada uno se acercó para darle su abrazo.
—Sopla la vela y pide un deseo. —dijo Moody.
Blair pensó un poco y sopló.
—¿Que pediste? —preguntó Xander, como cada cumpleaños.
—Secreto. —dijo Blair.
Partieron el pastel y la niña repartió a todos. En ese momento se estaba sintiendo muy feliz, no podía explicar cuán alegría era lo que sentía dentro de ella. Por ese momento olvido sus problemas y todo lo que le había dañado.
Pero. Sí, siempre hay un pero. Recordó a su madre, ese era el mismo pastel que ella le preparaba, el que contenía tres leches.
Su sonrisa fue decayendo lentamente y eso, su padre lo notó.
—Los muchachos están ansiosos por que abras tu regalo, hija. —habló este poniendo la caja sobre la mesa.
Blair sonrió un poco y quitó el lazo y destapó el regalo dejando ver una silla de montar.
Blair pegó un pequeño gritó de emoción. —¡Gracias! —exclamó abrazando a su padre.
Moody sonrió al ver a su amiga así de feliz, pues él sabía la situación que pasaba con ella. Eso de recordar a su madre y sentirse tan triste de una manera tan intensa era algo que se estaba volviendo costumbre en ella.
—¿Puedo usarla ya? —preguntó la niña emocionada. Su padre asintió.
Blair, Moody, Xander y el señor Lovett Lovett se dirigieron fuera. Hacía un poco de frío pero no impedía nada.
Xander y Moody con una pala se pusieron a quitar la nieve de el jardín trasero para que la yegua pudiese caminar un poco.
El chófer Bochner regreso con la yegua Mirabella. Acomodaron las silla de montar en esta y finalmente ayudaron a Blair a subir.
Su padre llevaba a la yegua de la cuerda para que esta caminara tranquilamente. Blair estaba demasiado feliz, pues erabla primera vez que subía sola.
—Me gustaría intertarlo sola. —dijo a su padre.
—¿Segura? —preguntó este un tanto preocupado, ella asintió —bien.
Soltó a la yegua, y Blair confió en si misma e hizo que Mirabella acelerase el paso.
Moody la miraba encantado, la miraba como si ella fuese la única niña del mundo. En ese momento él lo supo, de alguna manera él ya lo sabía. Aquella niña le gusta.
Asumakina, mi amigo Moody ya se dio cuenta. Agradecida con el de arriba, pero el de mas arriba.
Pero,
Blair todavía no se da cuenta, ella siente que lo quiere como a un hermano, chale Moody, welcome to the brotherzone.
Y ya por último.
Blair, Xander y Moody en la fiesta be like:
JAJAJA, PERDÓN. Lo encontré en Pinterest y me los imaginé a ellos. <3
Adiós, nos leemos luego.
( • ̀ω•́ )✧