El destino que no soñé

By Javiwiwi

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Finalista de The Wattys 2021. Camile está segura de que no puede ser más feliz de lo que es ahora. Camile ti... More

Antes de leer
Reparto
00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52F
Epílogo

Capítulo 45

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By Javiwiwi

Mi corazón estaba latiendo con fuerza. En mis sueños más locos estaba Jared Brackley pidiéndome ser su novia, con ese desplante de chico de ensueños, con su cabello desordenado y sus ojos celestes intimidantes... ¿cómo podía negarme a tan maravilloso chico? A ese hombre guapo que me derretía cuando se colocaba un traje elegante y parecía sacado de una revista VOGUE.

—Claro que sí, Jared —sonreí.

Él me regaló una sonrisa coqueta, deslizó su mano por mi cuello y me acercó a su boca para besarme, esta vez con menos delicadeza, sino que como un voraz león que no soportaba estar lejos de mis labios.

Novia de Jared Brackley.

Eso es lo que era ahora.

¿Ahora como se lo decía a todos en casa? Ni idea.

Cogió mi mano cuando comenzamos a caminar hasta la salida del jardín japonés y durante todo el trayecto a casa me tuvo cerca de su cuerpo, de sus manos, de su boca. Parecíamos unos adolescentes que recién estaban enamorándose y eso era lo mejor de cuando comenzabas una relación con alguien: el enamoramiento.

Cuando llegamos a casa, una cabellera negra llena de rulos me desconcentró, apenas la chica se volteó hacia a mí, chilló con fuerza y corrió.

—¡Alina! —grité.

Se abalanzó hacia mi cuerpo, solté la mano de Jared y ella me abrazó con muchísima fuerza, no pude preguntar demasiado cuando vi que Isabella y su cabello colorín venían directo hacia a mí para regalarme otro abrazo.

—¡No puedo creer que estén aquí! —continué.

—¡¿Cómo es que no nos avisaste que venías?! —continuó Alina hablando emocionada.

—Es que fue todo muy rápido.

Ambas estaban mirándome, luego desviaron la mirada hacia Jared y él sólo se limitó a sonreírles.

—Él es Jared —comenté y ambas lo saludaron con entusiasmo. Suponía que Dylan o Leah ya las habían puesto al día con mi situación amorosa.

Caminamos hasta el living, Jared se acercó al costado de Leah para sentarse junto a ella y yo caminé en dirección a Harriet que se encontraba hablando con Isak.

Alina e Isabella se sentaron frente a mí y de inmediato comenzaron a hablar.

—Te extrañamos muchísimo, Camile —decía Alina con una sonrisa en el rostro —¿Cómo es Londres? ¿Sacaste muchas fotografías?

—¿Encontraste cafeterías buenas? —intervino Isabella.

—Si a todo —contesté entre risas —, saqué muchísimas fotografías cuando pude hacerlo y la cafetería en que estoy trabajando es buenísima.

Al decir esto, Jared desvió su mirada hacia la mía y frunció el ceño, negó levemente con la cabeza y yo rodé los ojos ignorándolo.

—Bueno, también hay un par más, según Jared —reí —, pero C&B está llena de libros y ¡café!

—Estoy muy feliz por ti, amiga —me sonrió Isabella —¿cómo es que todo este tiempo no pudimos comunicarnos como antes?

—No lo sé... —bajé la voz —Londres me tenía muy ocupada.

—¡Está lista la comida! —oí a mi padre gritar desde el patio trasero, todos comenzaron a ponerse de pie para salir y yo me quedé en donde estaba al igual que Alina e Isabella.

—Ahora que estamos un poco a solas... ¿Qué ocurrió con Stefan? —me preguntó Alina, Isabella se acomodó y me observó con atención.

Respiré hondo, no sabía cómo comenzar a explicarles todo lo que había ocurrido en estos meses, sobretodo porque yo era una persona que le encantaba dar todos los detalles de las historias y no podía resumirles en sólo una frase lo que había pasado.

—Pues...

—¿Debo asumir que ahora estás saliendo con... Jared? —dijo Isabella frunciendo el ceño.

—Sí, eso es todo —contesté —. Es que es una historia larguísima y no podría resumírselas justo ahora.

—Tendremos tiempo para hablarlo ¿no?

—Claro que sí.

—Y también tendremos tiempo para hablar de lo perro que se ha comportado Dylan —zanjó Alina con un poco de molestia y yo me sorprendí por cómo estaba refiriéndose a mi hermano.

—¿Por qué lo tratas así? —fruncí el ceño con muchísima confusión.

Alina era una chica frontal y no tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba, aun cuando las personas a las que se refería fueran de nuestro agrado. Isabella la observó de reojo, pero noté que no se encontraba molesta porque había tratado así a mi hermano.

—Lo que pasa Camile... —oí la voz baja de Isabella, me observó a los ojos y yo sólo la observé con el ceño fruncido —Es que me besé con Dylan.

—¿Qué?

—No sé si para él fue un error —dijo rápidamente y yo sólo pestañeé incrédula —, pero no hemos hablado desde ese día y he venido a verte para saber si tengo algún chance de hablar con él y me encuentro con que está con ella...

—Ella es Harriet —comenté y ambas me miraron como si las hubiese insultado —y ha estado enamorada de Dylan durante meses. Ella viviendo en Londres y él aquí ¿cómo es posible?

—Sólo quería aclarar las cosas con Dylan, pues a mí sí me gusta tu hermano.

—¿Harriet sabe sobre esto?

—No lo sé, pero tampoco es que haya sido muy agradable cuando llegué junto a Alina.

Tenía el estómago revuelto, Isabella y Harriet eran mis amigas, una más antigua que la otra, pero Harriet se había ganado todo mi cariño y era, según yo, la mejor candidata para estar con Dylan, pues lo había esperado y había viajado hasta aquí sólo para pasar navidad junto a él ¿cómo Dylan podía ser tan cretino? Bueno, aunque tampoco tenía muchísima cara para decirle que era un idiota, pues yo también lo había sido en algún momento, pero no podía estar besando a las dos y no decidirse, al menos eso yo lo había entendido.

—Intentaré hablar con él —comenté un poco descolocada. Me puse de pie y ambas me siguieron hasta el patio trasero. No sé qué cara tenía, pero nunca había sido buena para ocultar lo que sentía o pensaba, así que el primero que me observó en la lejanía fue Dylan y de inmediato imaginé que ya sabía que iba a golpearlo justamente en la nariz.

—Ahí hay carne, sírvete Camile —señaló mi madre, me senté a un costado de Jared y él me observó como si quisiera decirme algo.

—¿No es genial que Isabella y Alina hayan podido venir hoy? —comentó mi padre mientras se servía ensalada.

—Claro que si —le sonreí —, sobretodo porque no había tenido tiempo de contarles.

—Pero nosotros sí —dijo Leah y yo sólo le regalé una mirada cariñosa.

Estuvimos conversando acerca de muchísimas cosas durante la comida, ya que a mis padres les encantaba comer contando anécdotas. Le contaron a Harriet la primera vez que Dylan había tenido una novia a eso de los 12 años y que había durado un día (o menos) con ella y había sufrido un año. Y también le estuvieron contando a Jared todas las tragicómicas historias de mi vida, como cuando vomité en clase o cuando tuvieron que ir a buscarme a la escuela porque me había dado un pánico escénico en medio de un baile escolar. Nos reímos muchísimo y olvidé por un momento que mi familia no sabía lo que pasaba entre Jared y yo, así que sólo me percaté de que tenía la cabeza apoyada en el hombro de Jared cuando Isak estaba mirándome fijamente.

Cuando terminamos de comer, Jared y yo ayudamos a mi madre a llevar la loza sucia a la cocina, mientras los demás se esparcían por la casa conversando y riendo de algunas historias que papá no paraba de contar.

—Así que son novios —oí a mi madre decir cuando los tres estábamos en la cocina. Jared se quedó quieto en donde estaba como si lo hubiesen apuntado con una pistola y yo noté como el rubor subió por mis mejillas —. Tranquilos, que no los he culpado de asesinato —bromeó y yo reí con nerviosismo, ni siquiera me salió natural.

De pronto, Jared dejó algunos cubiertos encima del lavaplatos, observó a mi madre a los ojos y asintió levemente.

—Me gustaría contarle todo lo que ocurrió entre nosotros en Londres, pero no creo tener el tiempo suficiente —le dijo y yo me quedé petrificada ¿de dónde sacaba tanta personalidad? —Somos novios, sí, justo hoy 23 de diciembre se lo he propuesto, pero creo que debimos haberlo sido siempre —bromeó y yo caminé dando pasos lentos hasta quedarme a su lado.

—¿Ah sí? —mi madre alzó las cejas —Para que Camile te escogiera por sobre un chico con el que llevaba cinco años... debes ser un buen chico, Jared.

Él sonrió.

—Puedo seguir siendo mejor.

Oí a mi padre llamar a Jared desde el living para enseñarle unas fotografías, él se volteó y salió de la cocina dejándome a solas con mi madre.

—Te prometo que es un buen chico —dije rápidamente.

—Lo sé, cariño —apoyó su mano en mi hombro —. No tengo la menor duda.

—Pasaron muchísimas cosas ¿sabes? Y también hay un montón que debo contarte acerca de Jared y su familia, pero sé que pronto tendré el tiempo suficiente para hacerlo.

—¿Estás enamorada de él? —me preguntó con su ceño fruncido.

—Muchísimo.

Ella me sonrió, me guiñó un ojo y me envió al living para que siguiera compartiendo con mis amigas, pero al salir de la cocina, justo en el pasillo, choqué de frente con Dylan quien iba a pasar de mí, pero lo tomé del brazo muy rápidamente y lo enfrenté:

—¿Cómo pudiste hacer algo así?

—No sé cómo te lo contó Isabella, pero sólo fue un error —murmuró —, no me gusta Isabella. Estoy enamorado de Harriet.

—¿Harriet lo sabe?

—Se lo he contado ayer.

—¿Y qué dijo?

—Harriet es una buena chica, Camile. Es madura y entendió lo que ocurrió.

—Demasiado buena para ti, Dylan —fruncí el ceño.

—Lo sé, pero todo está bien entre nosotros, no quiero que Isabella intervenga justo ahora.

—También le debes una explicación.

—Se la he dado el mismo día en que nos besamos —comentó con molestia —, no sé qué más quiere que le diga.

Me asomé por el pasillo hacia el living y noté que Harriet no se encontraba allí, me volteé hacia mi hermano.

—¿Dónde está Harriet?

—Subió a hablar por teléfono con su madre.

Ignoré a mi hermano mientras él continuó su camino hasta la cocina y yo subí las escaleras rápidamente, no oí la voz de mi amiga así que supuse que ya había terminado de hablar por teléfono, así que entré a mi habitación y la vi sentada en mi cama. Apenas cerré la puerta ella se sobresaltó y me observó a los ojos, estaba llorando.

—Harriet... —me acerqué y me senté frente a ella en la cama, acaricié su hombro y ella alzó la vista para mirarme, se secó las lágrimas y respiró profundo.

—¿Lo sabías?

—Claro que no.

—He intentado ser madura, que no me duela tanto, pero ver a tu amiga aquí terminó por quebrarme —dijo y yo no pude evitar sentir una horrible molestia.

—Ven aquí —comenté, ella se acercó a mí y me abrazó con fuerza.

—Dylan dijo que sólo había sido una vez, un beso corto y que sólo había sido un error. Dijo que le había dejado claro que estaba enamorado de mí, que se había confundido, pero que no podía pasar nada entre ellos... —me contaba con la cabeza hundida en mi hombro —Yo le creí ¿sabes? Porque no tengo otra opción...

—Tienes muchísimas opciones —la separé de mi cuerpo y la miré a los ojos —. Harriet, no porque sea mi hermano voy a decirte que lo perdones, también eres mi amiga y si necesitas mandarlo a la mierda, pues hazlo —fruncí el ceño.

—No quiero —su voz se quebró —, no quiero alejarme de él. Su mirada era honesta, Camile.

—¿Entonces por qué estás llorando así?

—Es que..., no puedo dejar de pensar en cómo llegaron a ese beso —confesó —¿qué es lo que habrán hablado? ¿cómo se habrán mirado antes y después de haberse besado? ¿por qué estaban juntos ese día? No es sólo ir y besar a alguien, hay todo un proceso ¿no? ¿Y si en realidad ella es de la que está enamorado y sólo está conmigo porque estoy a cientos kilómetros de casa?

—Eso no puede ser posible, Harriet —le dije muy segura de mis palabras —. Dylan e Isabella se conocen hace muchísimo tiempo y si hubiesen tenido algo de química se hubiese notado desde siempre, pero no es así, estoy segura de que hay otra explicación para esto...

Ella asintió lentamente, se secó el rostro y respirando con profundidad se quedó mirándome.

—Está bien, nadie ha muerto de amor ¿no?

Negué con mi cabeza.

—Yo no morí cuando supe que Jared iba a casarse con Emma.

—Siempre imaginé que no sería como esas chicas que hacen a un lado su orgullo por un chico, pero mírame, fallándole a mis principios empoderados —rio.

—Eres genial Harriet, te mereces a un chico bueno en tu vida y si Dylan no está a la altura, no debes sentirte obligada a estar con él porque estas en Portland.

Ella asintió dándome la razón y luego se puso de pie.

—Iré a lavarme la cara —comentó.

—De acuerdo.

La vi salir de mi habitación y luego oí que la puerta del baño se cerró. Me sentía muy triste por ella, sufrir por amor era lo peor que podía pasarle a cualquier persona y yo no quería que mi amiga estuviese así por un chico, menos si ese chico se trataba de mi hermano. Además, todo se complejizaba un poco al tratarse de Isabella, pues ella era una chica dulce, que al fin y al cabo no tenía la culpa de que Dylan sea un torbellino confuso en la vida de las dos.

Bajé las escaleras y me uní a la conversación que estaba teniendo Isabella, Jared e Isak en el sofá mientras Leah y Alina se encontraban en el patio trasero mirando algo en el móvil de mi hermana.

—¿Y Harriet? —me preguntó Jared en cuanto me senté a su lado.

—Estaba hablando por teléfono.

Él asintió lentamente.

—¿Cómo decías que era, Jared? —preguntó Isak enseñándole la pantalla de su móvil.

—No puedes llegar y dividir esas incógnitas, debes aislar las equis a un lado y luego resolver —contestó él muy concentrado en lo que le estaba enseñando Isak.

Isabella frunció el ceño mirándome y luego rio.

—¿Me acompañas a comprar un helado, Isabella? —le pregunté, ella de inmediato accedió. Saqué dinero para comprar una cubeta para todos y luego nos pusimos en marcha hasta el negocio más cercano.

El objetivo de ir con mi amiga a comprar era poder conversar con ella sobre lo que había ocurrido. No soportaba ver a las personas que quería sufrir y siempre estaba interviniendo como un insecto intentando curar sus corazones, a veces me había resultado fatal, pero ahora no podía dejar que Harriet se encontrara así de mal estando tan lejos de su hogar. Menos Isabella, que era una chica con principios e ideales parecidos a los de Harriet.

Le comenté cómo se encontraba Harriet con la noticia que le había dado Dylan, ella no se sorprendió demasiado, puesto que Dylan le había dicho que le contaría todo a Harriet porque no podía quedarse así sin más, según ella, Dylan no quería fallarle de esa manera a Harriet, pero ella no podía dejar de pensar en mi hermano.

—¿Por qué estaban juntos ese día? —pregunté mientras caminábamos hacia el negocio.

Isabella metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y comenzó:

—Sólo nos encontramos de casualidad —me dijo —, yo iba saliendo de la universidad y me encontré con Dylan saliendo del gimnasio de la avenida, me preguntó cómo estaba y nada... —se encogió de hombros —Nos dirigíamos a la misma dirección, así que fuimos juntos hasta la parada de autobuses. Le ofrecí si quería un batido de frambuesa y él aceptó sin reparos, compramos y luego me fue a dejar a casa porque estaba oscureciendo...

—¿Y hablaban de qué?

—De ti, de Londres..., me contó acerca de Harriet y que pronto viajaría a verte y aprovecharía de, al fin, conocer a Harriet —decía mientras doblábamos en la esquina —. Estaba un poco triste porque pensaba en que Harriet era demasiado para él.

—No entiendo cómo una conversación así los llevó a besarse —fruncí el ceño.

—Cuando me dijo que no se sentía suficiente para Harriet, le confesé que siempre había sentido una atracción por él, comencé a decirle que si era suficiente para cualquiera ¿sabes? —La miré en silencio mientras hablaba mirando el cemento debajo de sus pies —Era de noche, supongo que todo estaba muy silencioso..., una cosa llevó a la otra y lo besé. Y no noté que le molestó.

—¿Y luego?

Comenzaba a entender por dónde iba la historia realmente. No había sido una decisión mutua haberse besado, él sólo estaba desahogándose con ella y ella lo besó porque quería confesarle que le gustaba hace muchísimo tiempo. Sin embargo, Dylan no es un inocentón, era el quien le debía respeto a mi amiga, no Isabella.

—Se separó de mí algo confuso y me dijo que no debía haber pasado eso, que me quería muchísimo, pero que yo no le gustaba y que estaba enamorado de otra chica —comentó y yo quedé un poco congelada —, dijo que debía contarle a Harriet y luego se marchó muy rápidamente de la puerta de mi casa y no pude decirle nada más... —frunció el ceño —Sólo quería hablar con él.

—Isabella... —bajé la voz —, creo que estás entrando a un terreno en donde sabes que saldrás herida.

—Pensé que tendría un chance ¿sabes? Con Dylan acá y ella allá, pero me he dado cuenta que es más que sólo un amor a distancia.

—Es mucho más... —sonreí un poco —Y no quiero que te dañes, así que no trates de forzar una conversación que, tal vez, puede esperar.

Estuvimos conversando un poco más de camino a casa y allí tomamos helado con salsa de chocolate mientras reíamos junto a los demás. Harriet no se veía demasiado integrada a la conversación, ya que con Isabella allí se sentía un poco incómoda, pero suponía que tener a Isabella y Dylan en el mismo lugar la hacía sentir peor, así que ninguno de los dos quisimos presionarla y estuvo la mayor parte del día conversando con Isak en la terraza o ayudándole a mi madre a escoger un par de postres para hacer al otro día.

Esa noche me quedé hasta tarde junto a Jared en el sofá mirando una película en la televisión, a pesar de que Isak quería que Jared le ayudara a escoger una guitarra en internet. Dylan y Harriet habían ido a pasar la noche al departamento de mi hermano, y esperaba de todo corazón que las cosas se arreglaran entre ellos.

—Esta noche debería dormir contigo —oí la voz de Jared mientras me acariciaba el cabello.

—Podríamos, claro... —rodé los ojos.

—Prometo regresar a la habitación de Isak antes de que amanezca.

—De acuerdo —reí.

***

¡Espero sus votos y comentarios, ya que me sirven muchísimo!

BESOPOS

XOXO

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