Narrador:
Aquella mañana el despertador de Eva sonó, indicando que debía de levantarse para ir a la secundaria. La rubia abrió los ojos y se estiró, era una mañana soleada y tranquila algo que alegro un poco a Eva.
Se levantó y sacó el uniforme limpio del armario, se metió al baño y se ducho por unos minutos, al terminar se secó y vistió, no iba a llegar tarde, al contrario, llegaría más temprano, quería terminar una tarea que no pudo hacer en los días que faltó, al menos tendría nota. Guardó todo en su bolso y salió de la casa, el cielo estaba despejado, el clima cálido y los pájaros cantaban, todo parecía estar perfecto, quizá no sea su clima favorito pero le gustaba.
Después de unos minutos llegó a la secundaría, apenas lo hizo buscó con la mirada a Takeo, a quien no encontró, suspiró y se metió al lugar para ir directamente a su clase. Abrió la puerta y se fijó si había alguien y no, no había nadie,era demasiado temprano, las clases iban a iniciar en media hora o eso calculaba.
Caminó hacía su asiento y colgó su bolso al costado de la mesa.
—¿Uh?— Al mirar fuera de la ventana, vio como los chicos entraban y saludaban a los tres guardias con sus clásicas sonrisas, eso le había sacado a la rubia una sonrisa, se alegraba de verlos así después de todo lo sucedido.
Dejó de observarlos para sacar su cuaderno y sus lápices, no quería perder más tiempo. Sacó su celular y rápidamente empezó a hacerlo todo, algunos no los hizo porque eran largos, prefería hacer los cortos y luego los largos en clase.
La media hora había pasado volando, el timbre sonó y todos los estudiantes fueron entrando a sus clases, el aula de ella no había entrado casi nadie, provocando algo de sorpresa, ¿Acaso había algún paro? ¿Era un día en donde se celebraba algo? Sin duda se pondría a estudiar luego sobre Corea del Sur.
El profesor entró a la clase mirando a todos los que estaban presentes, hasta posar su mirada en Eva, quien miraba fijamente su cuaderno.
—Buenos días, antes de iniciar con la clase debo de dar un anuncio. Como pueden ver, hay muy pocos alumnos en esta clase y en todo el lugar básicamente, hoy el director anunció que en estos días no es seguro que vengan debido a los ataques que han habido en la ciudad, pueden venir voluntariamente, algunos jóvenes vienen porque no se pueden quedar solos en casa, y otros vienen para estudiar. Si tienen alguna duda pueden hablar con los profesores o con el director, ahora si inici—
El profesor fue interrumpido por la puerta, esta se había abierto como si de un desesperado se tratase, todos posaron su mirada y vieron como los chicos menos Yuna y Sui. Los padres de ambas no querían arriesgarse a que les pasase algo, solo estaban Shinwu, Rai y Ik-Han o como ellos le dicen "Han". Los tres se sentaron en su lugar y Eva notó como Rai la miraba, sin decirle nada se giró y puso atención en la clase.
...
El timbre del recreo había sonado, dando a indicar que debían de ir a almorzar, la mañana paso volando para muchos ,incluyendo a Eva, quien le había entregado todos los trabajos al profesor para que los corrigiera. Apenas se había sentado en su lugar, Shinwu,Ik-Han y Rai se habían acercado a ella.
—¡Eva! ¡Me alegra verte después de tantos días! Las chicas y nosotros te estuvimos mandando mensajes.
—Lo sé, lamento no haber contestado, tuve unos problemas familiares y bueno, ya saben...
Murmuró con una mueca, ahora debía de arreglar el tema de que haría, ella era mayor de edad, tenía una herencia muy grande, pero el dinero no era eterno, al menos buscaría un trabajo después de terminar la secundaria. Errr...la vida adulta era pura basura.
—¿Les parece si vamos a almorzar? Tengo hambre.
La rubia asintio escuchar al castaño, ella asintió y se paró de su silla, con tranquilidad comenzó a seguir a los chicos, pero ella prefirió ir tras ellos, no sabían de que hablaban y tampoco podría aportar algo en la conversación. De pronto,notó como Rai tiraba de manga del saco para acercarla a el, un leve rubor apareció en sus mejillas al ver la acción, los chicos notaron aquello, empezaron a molestarlos ambos.
Cuando los cuatro llegaron al comedor, se fueron a la mesa de siempre a comer, los tres encargaron ramen menos Eva, quien quería comer ensalada, era demasiada masa para su cuerpo, debía de comer cosas sanas en estos días, incluso se anotaría en un gimnasio o se pondría a entrenar en casa, había descubierto que tenía un sótano vacío, compraría un saco de boxeo, una caminadora y una bicicleta ergométrica, quizá en un futuro algunas pesas.
...
Al terminar todos fueron a clases entre risas y bromas, por primera vez se sentía cómoda y segura junto a los chicos, aunque claro, las miradas de envidia y odio no paraban de llegar a ella, Mónica no se había aparecido en la secundaria, cosa que la tranquilizó un poco.
El tiempo pasó volando y llegó la hora de salida, donde Eva salió volando de ahí, si, sin despedirse de los tres ni de nadie, cosa que dejó a los chicos algo preocupados, incluso Rai parecía querer saber de aquello.
Por otro lado Eva estaba corriendo lejos de la ciudad con sus poderes, para entender más la situación, en la hora del almuerzo le había llegado un mensaje de una persona desconocida, aquel mensaje decía que tenían secuestrada a Mónica, por más que la odiara debía de ir a salvarla.
Mientras corría por el enorme bosque, pudo ver una casa abandonada a lo lejos, sentía que ella y los secuestradores debían de estar ahí, igual debía de estar atenta a cualquier cosa a su alrededor.
Cuando llegó abrió la puerta de golpe y pudo ver a lo lejos a Mónica sentada en el piso,atada de pies a cabeza. Corrió hacia ella y se agachó para observarla mejor, parecía estar bien, por otro lado, Mónica la observaba en estado de shock, la apariencia de Eva le daba miedo,¿como es que no se dio cuenta antes? ¿Por eso era así de rara? Luego la obligaría a hablar.
—¿Como has terminado así? Que yo sepa no eres fácil de secuestrar.— La morena se paró rápidamente y acomodo su ropa, quería golpearla allí pero era más importante salir de aquel lugar.
—Todo el mundo esta hablando de ti,vaya, hasta siento celos, y eso que no soy una mujer de sentir aquello.— Ambas jóvenes se giraron rápidamente para ver a una mujer alta y hermosa, llevaba un vestido rojo ajustado y un abrigo hecho de piel de leopardo, aunque eso no llamaba la atención de ambas, sino sus ojos que cambiaban de color cada segundo.
—¿Una modificada?
—Ugh...tengo nombre y ese es Ariel, ¡Odio que me llamen así! Y si, soy una modificada.
—Bien Ariel, ¿Sabes que eres solo un títere? Solo te mandan para que te mate, no les importa si mueres, crearán a alguien como tú, pero mejor.
La mujer apretó la mandíbula con fuerza y en su mano izquierda apareció una cuchilla bastante larga y filosa, Eva al notar aquello empujó a Mónica y comenzó a luchar contra Ariel, quien parecía furiosa por lo que la rubia lo había dicho. Mónica buscaba con la mirada algo para ayudarla, aunque no quisiese tenía que hacerlo, sus esperanzas se iban yendo poco a poco al notar la fuerza que ambas tenían, sería inútil meterse.
—¡Vete Mónica! ¡Te iré siguiendo!
Mónica pensaba quedarse o gritarle alguna grosería, pero al ver el rostro de ella entendió qué debía de irse. Corrió rápidamente y salió de aquel lugar, iría por ayuda, pero... ¿Dónde se encontraba? El lugar se le hacia conocido ya que ella estaba consiente cuando la mujer llamada Ariel la había raptado, aunque esa perra no se iba a salir con la suya.
De pronto se escuchó una gran explosión, se giró y vio como Eva salía volando hacia su dirección, se cubrió para recibir el impacto pero no cayó sobre ella, sino unos metros más adelante, dejando un gran cráter. Corrió hacia ella para verificar que este bien y no, no parecía estarlo, golpes, moretones, cortada y apuñalada tenía en el cuerpo, temía por ella, ¿Si estaba muerta? No podía estarlo, claro que no podía, no era humana, se supone que debía de resistir todos aquellos ataques.
—¡Más te vale que no estés muerta rubia estúpida! ¡Si no te levantas bajaré y te voy a patear el culo!
Gritó tratando de hacerla despertar, cosa que no funcionaba, tragó saliva y apretó sus labios con fuerza, era obvio que no bajaría a golpearla.
—¿Ya se murió? Jo...pensé que sería más fuerte con aquel bicho dentro de ella, al parecer me ilusione mucho, bueno, es hora de llevarla conmigo, Crombel tiene planes con ella.
La mujer se acercó a ella y la agarró del brazo para cargarla,hasta que una piedra cae sobre su cabeza, Mónica le había lanzado la piedra,y pensaba lanzar más para que no se la lleve.Ariel por otro lado se paró derecha y su rostro se marcó de venas.
—Maldita humana...¡¿Cómo te atreves a tocarme?!
Ariel corrió hacia Mónica, quién sacó una pequeña navaja que tenía en su falda, por dentro la morena estaba asustada, muy asustada. Esperó a golpe de la mujer, pero este nunca llegó.
—¡No vas a tocarla, maldita perra!— Eva cayó sobre ella y apenas tocaron el piso, comenzó a golpearla una y otra vez en el rostro, la sangre volaba hacia todos lados manchando la ropa de la rubia. De pronto oyó como de reía,la sonrisa de Eva desapareció de su rostro.
—Caíste...— Murmuró y de un parpadeo, el puño de Ariel terminó dentro de Eva, quien escupió sangre y bajo su mirada al ver el puño de ella dentro.
Ariel la agarró del cuello y se paró mientras la observaba.
—Eres alguien fuerte, pero muy tonta, debiste pensar antes de atacar.— Sacó su puño de dentro de ella y de pronto, Mónica clavó la navaja en su espalda, provocando que Ariel grité y de paso soltara a Eva, quien cayó al piso interte.
—¡Hija de perra!— La tomó del cuello y la tiró lejos,provocando que se golpee contra las piedras que habían allí. Escupió sangre y alzó la mirada, Ariel estaba caminando hacia ella junto con una mirada asesina.
De repente, una enorme lanza dorada voló hacia Ariel y se incrustó en su corazón, esta abrió los ojos de golpe mientras gritaba y caía de rodillas.
Eva la había lanzado con la fuerza que le quedó, su brazo cayó y sus ojos se cerraron de golpe mientras era rodeada de su propio charco de sangre.
...
La taza de Rai cae al piso de golpe mientras sus ojos se abren de golpe, poco a poco su piel se fue volviendo más pálida de lo que ya era. Frankenstein al notar aquello se acercó a su maestro preocupado.
—¿Maestro? ¿Se encuentra bien?
—Eva, ella...— Los ojos de Frankenstein se abrieron de golpe al escuchar esas dos palabras, ¿Paso algo con ella para que su maestro quede asi? Apenas el rubio había salido de sus pensamientos, notó que el noble se había ido a buscarla, el sin dudar también salió detrás de él, más bien, todos salieron tras la muchacha.
...
La morena se encontraba de rodillas frente al cuerpo de la rubia, quien tenía su mirada perdida, no podía creer lo que veía frente a sus ojos. Poco a poco las lágrimas comenzaron a caer sobre el rostro pálido y sin vida de Eva.
—Eva...vamos, no juegues, n-no...
Murmuró y agarró el cuerpo sin vida de la joven para luego abrazarlo con fuerza ,se insultaba a ella misma por haberla tratado mal en todos estos años, se arrepintió de todo lo que hizo, Eva siempre fue una niña que buscaba la amistad de alguien, se había enterado de la muerte de sus padres, era obvio que sabía como estaba ante eso.
Dejó el cuerpo de ella en el piso y comenzó a hacerle RSP, no se iba a rendir, haría todo lo que podría para revivirla.
Los minutos pasaban con lentitud y Mónica no paraba, lloraba y soltaba maldiciones mientras seguía con el RSP, hasta notar de repente como el pecho de Eva subía y bajaba con lentitud y dificultad, al parecer no solo Mónica trataba de traerla a la vida, Elen la estaba ayudando con curar las heridas internas, aunque solo pudo curar muy poco, su abdomen seguía con aquella herida y también los raspones.
Una sonrisa de alivio y felicidad apareció en el rostro de la morena, sin dudar más la cargo y corrió hacia la ciudad, no podía perder más tiempo, debía de llevarla a un hospital para que la atendieran, su apariencia volvió a la normalidad por lo tanto los médicos no iban a sospechar de nada.
Al llegar, la enfermera que estaba en la recepción las vio y rápidamente llamó a cantidad de doctores, entre todos la subieron a la camilla que uno de ellos llevó y se fueron, dejando a Mónica sola. Tan pronto como se la llevaron, llegaron todos los demás segundos después.
Tao fue el primero en preguntar que había sucedido.
Mónica les explicó todo lo que sucedió sin evitar partes, aunque sentía que la tomarían de loca, pero no fue así, le creyeron y Frankenstein le pidió a una enfermera que se la llevara para curarla.
La noche había caído y con ella una gran tormenta, todos estaban sentados en la recepción esperando noticias de Eva, hasta ver como salía un cirujano.
Todos se levantaron y de acercaron al hombre.
—Bien...lamento darles esta noticia,pero la joven murió hace quince minutos, al parecer la otra chica ya la había traído muerta, los golpes y heridas que tenía le provocaron la muerte.
Todos parecían estar el shock ante lo que el médico había dicho, hasta ver como salía otra enfermera.
—¡Doctor! ¡La joven ha revivido! ¡Su corazón empezó a latir otra vez!
—Si me permiten.
Ambos de fueron, dejando a todos con un poquito de esperanza. Poco a poco se fueron retirando. La enfermera los llamaría si Eva despertaba, Frankenstein le dejó su número y Rai se fue junto a los demás, no quería, pero debía de hacerlo.
Sentía que ella despertaría pronto, lo sentía, pero esto no se iba a quedar así, todos irían a buscar a esa mujer, sabían que ella estaba viva por las palabras de Mónica.
Incluso Raizel, el sería el primero en eliminarlos a todos ante el acto que acababan de cometer.
...