El GPS nos indica que estamos a tan solo diez minutos de la entrada al parque temático más conocido de toda Europa. Daniel parece nervioso porque las indicaciones no son lo bastante claras y nos cuesta encontrar la salida correcta, después de varios intentos lo conseguimos. Debemos pasar por una especie de casetas donde te piden la entrada y la identificación. Nos atiende una becaria y enseguida nos cede el paso, ya que reconoce a los chicos. Seguimos unos minutos más por la carretera hasta que vemos un gran cartel donde pone "Disneyland Paris", con un Mickey en lo alto. Nos emocionamos al ver que ya hemos llegado y no tardamos en aparcar donde nos han indicado. Al bajarme veo que estamos delante del mismísimo Hotel principal del parque ¿Nos vamos a alojar aquí?
Cuando vine hace unos años con Estela, nos tuvimos que quedar en un camping situado en los alrededores, ya que no podíamos permitirnos dormir en los hoteles del propio parque.
Las demás parecen estar tan sorprendidas como yo, analizo el hotel y realmente parece un castillo, de esos que poseen magia y dragones.
Me quedo embobada mirando las decoraciones hasta que Zayn se me acerca
—A que mola —dice sonriendo. Yo asiento y pregunto
—¿Habías venido alguna vez? —Él niega con la cabeza
—No —contesta riéndose —pero siempre he querido venir. —Yo sonrío y me imagino a Zayn de pequeño suplicando a sus padres de ir al parque. Y aquí está él de mayor, cumpliendo sus sueños...
Una voz interrumpe mis pensamientos, una cara conocida se nos acerca para darnos la bienvenida.
—Hola de nuevo —dice el Sr. Friedman mostrando una perfecta sonrisa —¡Me alegro de veros! —Nos saluda uno por uno y nos dice —Por favor, dejadles vuestras maletas a los botones y acompañadme.
Unos hombres con uniformes llamativos se acercan a nosotros, me fijo mejor y parece que estén inspirados en la película de "El cascanueces". Son muy amables y colocan nuestras pertenencias delicadamente en un carro en forma de vagón de mina, como el de "Blancanieves". Tan solo llevo aquí cinco minutos y ya me encanta todo, para una fanática de Disney estar aquí es un sueño. El señor Friedman nos conduce por las calles del parque, a través de varias zonas como la de las princesas, la de los villanos e incluso las de animales. Pasamos por delante de una pequeña estación de tren y nos ofrece dar una vuelta completa por el parque. De comandantes tenemos a Ariel y al Príncipe Eric, no puedo evitar mencionárselo a Paula
—Has visto que guay —digo mientras los sigo mirando, ella se ríe
—Son igualitos que los de la película eh —yo asiento y seguimos pendientes de las explicaciones.
Al terminar el trayecto Paula y yo le pedimos una foto de recuerdo a los personajes y ellos aceptan encantados. Nos la hace Claudia, la cual se ríe de nosotras
—Toma —dice devolviéndome mi móvil —como niñas pequeñas. —Yo me encojo de hombros y le enseño emocionada la foto a Paula.
—¡Que tenemos una foto con la Sirenita! —dice ella, creo que le ha hecho tanta ilusión como a mí.
Ya hemos vuelto al hotel, aunque nos han dicho que tenemos que asistir a una especie de ceremonia de bienvenida. No tengo ni idea de lo que vamos a hacer, pero nos están guiado por dentro del edificio. Desde fuera no es nada comparado a cómo está adornado por dentro, realmente parece que estés en un cuento de hadas. Está ambientado en el castillo de "La Bella Durmiente'' y es fantástico, hasta los más mínimos detalles son preciosos.
Nos conducen a través de una sala, la cual parece un gran salón de baile. Observo a mi alrededor y veo que efectivamente está inspirado en el salón de baile de Aurora.
Cuando creo que no me puedo sorprender más, llegamos al segundo piso, donde están los tronos y vemos a Mickey y Minnie sentados para recibirnos. No puedo evitar pegar un salto de alegría cuando veo que se levantan y vienen hacia nosotros.
—¡Son Mickey y Minnie! —Le digo a Estela mientras agito las manos emocionada. Ella se ríe y dice
—¿Sabes que son personas debajo de un disfraz, verdad? —Pongo los ojos en blanco y le digo
—No estropees la magia —ella se encoge de hombros y yo camino hacia Lucía.
—¿Has visto que guay? —Le digo mientras ella asiente, parece emocionada también.
—Sí, qué ganas de hacerme una foto con ellos —dice cuando estamos a poca distancia de ellos.
—¿Os vais a hacer una foto con cada personaje que nos encontremos? —Pregunta Claudia, Lucía y yo nos miramos y contestamos al unísono
—¡Sí! —Ella se ríe y nosotras seguimos saltando de alegría.
Mickey y Minnie son encantadores y nos dan la bienvenida al parque, nos regalan una libretita y un bolígrafo a cada uno para que podamos ir recolectando las firmas de los diferentes personajes. Les pido que me firmen la mía y me hace mucha ilusión que sean las dos primeras, estoy deseando conocer a más para seguir llenando de tinta las hojas en blanco. Después de un buen rato nos explican que deben retirarse porqué tienen que aparecer en el gran comedor para inaugurar el banquete de esta noche. Nos despedimos de ellos y por fin nos dirigimos a nuestras habitaciones.
Pasamos por la recepción del hotel para que nos den las llaves y nos conducen a la última planta, la más lujosa de todas. Decidimos utilizar la misma distribución que en el otro hotel para que no haya confusiones. El único cambio es que Daniel dormirá con Liam porqué se queja de los ronquidos de Zayn, el cual dormirá con Niall.
Nos damos media hora de margen para poder arreglarnos para la cena y entramos cada uno a su habitación, nada más abrir la puerta me quedo impresionada. No es una simple habitación, es una suite en toda regla.
—Dios mío —digo a la vez que Lucía deja caer su maleta al suelo.
—¿Pero esto qué es? Si es más grande que toda mi casa —dice con los ojos abiertos como platos. Cierro la puerta y avanzo un poco, no creo lo que veo.
—¡No puede ser! —Digo con la boca abierta de par en par
—¿Qué pas... —no puede terminar de decir la frase, está tan sorprendida como yo.
—¡¿Pero cómo vamos a tener un jacuzzi en nuestra propia habitación?! —dice casi gritando
—Ahora me sabe mal no haber tenido que pagar nada en toda nuestra estancia. —Me acerco a tocar el agua y digo—¡Encima está calentita! —Ella se ríe.
Nos tomamos unos minutos más para seguir apreciando la habitación, hasta que nos damos cuenta de que si no nos apresuramos no nos dará tiempo.
La verdad es que no me he traído mucha ropa y me vendría bien salir de compras. Abro el armario para colocar mis pocos conjuntos cuando veo un par de vestidos con una pequeña nota pegada.
—Lucía mira esto —digo sosteniendo la etiqueta, ella la coje y lo lee en voz alta.
—"Esperemos que disfruten su estancia en Disneyland, aquí tienen unos regalos por parte de la casa." de Mickey
—Entonces... ¿Podemos ponérnoslo? —Pregunto y ella asiente emocionada.
Nos apresuramos a vestirnos para la cena y en breves instantes ya estamos listas, el vestido de Lucía es de un color azul marino y el mío rosa palo. Ambos tienen volantes por todo su largo y algunos brillos en los bordes, parecemos princesas. Lucía ha sido previsora y se ha traído unos zapatos elegantes, pero yo en cambio... He tenido que improvisar y ponerme mis zapatillas blancas, lo positivo es que así le doy un toque de mi estilo.
Salimos al pasillo y vemos a los chicos con trajes realmente espectaculares, el de Harry tiene los colores más extravagantes y le queda como anillo al dedo. Las chicas llevan todas vestidos parecidos a los nuestros excepto Estela, la cual lleva una especie de vestido- pantalón.
Una vez estamos todos, nos dirigimos hacia el gran comedor, donde se celebrará la cena de esta noche. Al llegar nos reciben entre aplausos y vítores, enseguida nos sirven la comida y debo decir que tiene un aspecto delicioso. Tenemos muchas miradas fijas en nosotros, casi todas de adolescentes, entonces recuerdo dónde estoy y con quién estoy.
La noche se nos pasa volando y decidimos ir a dar una vuelta para ver el parque iluminado de noche. Paseamos por caminos repletos de farolas con diferentes temáticas y con la clásica música de fondo.
Volvemos al hotel, ya que los chicos mañana deben actuar en el cumpleaños de la hija del Sr. Friedman y tienen que estar descansados. Nos despedimos de ellos y entramos en nuestra habitación, Lucía decide meterse un rato en el jacuzzi mientras que yo me acuesto. La cama es digna de una princesa y tiene un velo a su alrededor, me duermo enseguida soñando con animalitos que hablan y príncipes encantadores.
Me despierto de una manera muy brusca, ya que algo me ha empujado de la cama. Caigo al suelo y entreabro los ojos para ver lo que ha pasado. Veo a Lucía moviéndose como si estuviera peleándose con alguien, pero está sola. La sacudo levemente y ella se despierta de golpe
—¡¿Dónde está qué lo mato?! —Me la quedo mirando y ella parece darse cuenta de dónde está.
—Pues cómo no sea a mí de un susto, no sé a quién vas a matar. —Digo levantándome del suelo, recojo las sábanas y miro el reloj, ya es hora de levantarse.
—Yo... Es que... —empieza a decir Lucía —creo que he tenido una pesadilla. —Yo me río y le pregunto
—¿Y con quién te peleabas? —Ella parece pensativa y dice
—Con un cocodrilo —¿Con un cocodrilo? No puedo evitar echarme a reír, nadie sería capaz de soñar una cosa así excepto Lucía. —¡No te rías! —Dice ella tirándome una almohada a la cabeza, la cual consigo esquivar.
—Vale, vale, perdón... Capitán Garfio —Ella se enfurece aún más y sale corriendo detrás de mí con una almohada en los brazos.
—¡Como te pille verás!
Después de huir y esquivar cojinazos por parte de Lucía durante quince minutos, nos vestimos y llamamos a los demás para bajar a desayunar. Me parece raro que ninguno de los chicos conteste, hasta que veo el mensaje que Louis ha enviado por el grupo:
—"Hemos tenido que salir antes, venid al castillo cuando terminéis de desayunar :)"
Pasamos por la habitación de Claudia y las demás y bajamos al buffet para desayunar. Allí nos sirven gofres en forma de Mickey y bacon frito, aparte tienes una gran variedad de comida para escoger.
Terminamos lo más rápido posible y como decía el mensaje de Louis, nos dirigimos hacia el castillo. Nada más llegar vemos que están montando un escenario y que los chicos están practicando con sus instrumentos. No parecen darse cuenta de que hemos llegado hasta que Paula los saluda.
—¡Ey! ¿Qué tal? —dice ella con tono agradable
—Guay, estamos probando los efectos de sonido. —Contesta Zayn
—¿Habéis dormido bien? —Dice Niall con una sonrisa adorable
—Mucho —dice Estela
—Aunque hay algunas que no tanto —digo riéndome mientras miro a Lucía. Ella me fulmina con la mirada.
—¿Y eso? —Pregunta Niall, lo cual hace que me ría aún más. Lucía se me adelanta y contesta por mí.
—Nada, nada... Cosas de Ivette —yo me sigo riendo y ella me propina una colleja. —Te la has buscado —dice ella mientras yo me sigo riendo a carcajadas.
Los chicos ensayan un poco más y se preparan para salir al escenario, parecen todos muy contentos excepto Liam. Se ha alejado un momento para contestar una llamada y cuando ha vuelto ya tenía la cara triste. No sé quién le hará esas llamadas, pero no puede ser alguien bueno, ya que siempre se entristece al cogerlas. Se acerca de nuevo y decido preguntarle.
—Hola —le ofrezco una sonrisa y él me la devuelve —¿Estás bien? —Digo con el tono de voz más dulce que puedo, él asiente y dice
—Sí ¿Por qué lo preguntas? —Se está esforzando en poner buena cara.
—No sé —digo intentando no incomodarlo —te noto un poco... ¿Triste? —Él asiente y dice
—Es que hoy no he dormido muy bien —sí será eso, para nada ha sido la llamada que te acaban de hacer, piensa mi subconsciente.
—¿Y por lo demás todo bien? —No quiero agobiarlo, solo estoy tratando de ayudar, si esquiva la pregunta lo dejaré en paz. Él parece pensarse la respuesta cuando dice
—Es que me ha llamado una amiga hace un momento y... —no termina la frase porque Zayn lo interrumpe.
—¡Vamos Liam! Estamos a punto de salir a cantar —dice emocionado mientras arrastra a Liam con él.
—No te preocupes —me dice justo antes de desaparecer entre la multitud.
Los chicos no tardan en subirse al escenario para hacerle un concierto en exclusiva a la pequeña Molly y a su familia. Le dedican varias canciones y le cantan el cumpleaños feliz, después de eso se hacen varias fotos y le firman todos la camiseta. Ella parece estar muy feliz, y el Sr. Friedman les agradece a los chicos su esfuerzo, se despide y nos desea una feliz estancia en el parque.
Para cuando ha terminado todo ya casi es la hora de comer, aprovechamos y vamos al restaurante de "La Dama y el Vagabundo", un italiano con la mejor pasta que he probado en mi vida. Después de eso varios quieren ir a dormir la siesta, por eso Lucía, Paula, Zayn y Daniel se vuelven al hotel, los demás aprovechamos para montarnos en varias atracciones.
La primera a la que vamos es el "Big Thunder Mountain", es una montaña rusa bastante movidita, me toca con Claudia la cual no para de gritar como una loca. La segunda es "Buzz Lightyear Astro Blasters", Liam ha sido el que ha insistido en montarse, ya que "Toy Story" es su película favorita. Por último nos montamos en"Splash Mountain", una atracción de agua muy divertida, ya que al final del recorrido te mojas un montón.
Como hemos terminado todos empapados decidimos volver al hotel para cambiarnos, nos dirigimos cada uno a su habitación y yo me dispongo a abrir mi puerta. Quito el cerrojo y oigo un ruido raro, como si alguien se estuviera ahogando. No es un sonido muy común ¿Y si es alguien que está en peligro? No sé si debería entrar, tampoco llevo ningún tipo de protección. ¿Y si aviso a alguno de los chicos? Me armo de valor y me asomo un poco si abrir mucho la puerta, entonces veo algo que me hace abrir los ojos como platos, no es alguien cualquiera y tampoco se está ahogando.
Cierro la puerta de inmediato esperando que no me hayan visto, lo único que se me ocurre pensar es: ¿Lucía por qué no me avisas de cuándo vas a invitar a Daniel?