𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖈𝖊
Alfie se levantó temprano al día siguiente, arreglándose acorde a la ocasión, salió de la habitación viendo que todavía ni siquiera salía el sol. Bajo escaleras con aspecto seguro, disfrutaría de pasar un rato con su hermana, los pasados días sus conversaciones eran únicamente de negocios, no le agradaba saber que ambos estaban en constante tensión.
Aquel día podría hablar libremente con ella, más siendo Domingo, los italianos no molestarían y verían casas como hermanos.
-Maggie, ¿donde está Scar, uh?- la morena estaba preparando la mesa, soltó una risa.
-esta indispuesta, por ahora- apunto su vientre, si estuviesen ambos lo diría con total libertad, le gustaba que el contrario supiera lo que viven las mujeres cotidianamente, pero por el pudor de las dos empleadas no diría nada- bajara más tarde, podrías ir a buscarle algo para comer que sea delicioso, dale un detalle bonito, Alfred.
Alfie frunció el ceño viendo cómo las otras empleadas ignoraban su conversación, sin decir nada dio media vuelta, en el mueble de entrada se encontraban las llaves del auto, las tomó, dispuesto a comprarle algo a su hermana, siendo la panadería St. Bakery su lugar ideal.
Ollie llegaba con el periódico de Londres y el de Birmingham, no le habían dicho que dejara de llevarlo, por lo cual ya se le hacía costumbre el llevárselo a Scarlett, al ver a Solomons se sorprendió.
-¡buen día, Ollie!- sin mirarlo abrió la puerta del piloto, subiéndose para hacer el trayecto corto.
-buenas...
Le desconcertó ver al gangster salir tan temprano, pocas veces sucedía aquello, cuando había problemas Alfie era siempre el primero en salir, ¿habría problemas con los Sabini? El judío tuvo miedo, sabía poco de la guerra que habría, los hermanos no quisieron revelar mucho, la mujeres de adentro deberían de saber más.
Scarlett se levantó a la hora y media después, se preparo mentalmente para el primer baño, entró al agua e hizo todos los procesos que ya sabía de memoria. Al terminar amarró su cabello mientras en sus labios colocaba un poco de color, lo suficiente para pasar desapercibido, iría con Alfie, se sentiría segura y sin la necesidad de cargar con el arma a su lado, por ello dejo la sobaquera guardada.
Bajo las escaleras viendo cómo Maggie estaba acomodando los abrigos en el perchero.
-¿cómo dormiste?- le saludo inmediatamente, Scar asintió dándole una sonrisa, no había mucho de lo que comentar después de haberse ido a acostar- las otras limpiarán tu ropa y harán tu cama, anda con Alfie, al parecer despertó de buen humor.
Continuo con su habitual camino, al entrar al comedor Alfred leía el periódico sin tocar su taza de té, al verla le sonrió.
-¡buen día!- Scarlett rio al verlo, parecía tan despreocupado y contento que le contagió la alegría en seguida-eh... te traje esto, uh, Maggie dijo que sería una buena idea, lo encontré innecesario pero... quizás te guste- mientras decía las palabras oculto nuevamente su rostro, avanzó hasta él dándole un beso de buenos días en la sien.
-¿qué es?- realmente sabía que era un brownie, pero quería molestar a su hermano quien se había puesto tímido al demostrar cariño.
Y es que aunque el barbudo no lo demostraba seguido, le gustaba darle aquellos pequeños detalles a su hermana, no importaba si era algún postre, ropa o acompañándola en las actividades que le gustaban a ella. Se sentía tan lejano que a veces no sabía exactamente si con abrazarla bastaría para demostrar que estaría siempre que lo necesitara, la verdad es que no sabía si sería respondido de la misma forma.
Si el se muriera el día de mañana, ¿Scarlett lo extrañaría? Cuatro años lejos al parecer la habían hecho independiente de él, pero aún así recuerda con nostalgia y cariño como todos los meses le llegaban dos o tres cartas de su hermanita.
-me dijeron que era rico- murmuro bajando el periódico, volviendo a la realidad- si, se ve delicioso tengo que admitir, me contuve de comerlo mientras venía.
-¿a qué hora te levantaste?- se sentó a su lado con cuidado, cortando un trozo de brownie.
-muy temprano, si, pero esa mierda no importa, solo disfrútalo- Alzó las cejas, viéndose adorable con la acción, esperaba a que probara el bocadillo que había comprado.
Le habían dicho que era de chocolate, lo compro meramente por eso, y también por la presentación.
-está rico- admitió al dar la primera mordida, le había cautivado el sabor, le convidó al mayor- prueba.
-pero es tuyo- se negó por escasos segundos, pero al extender el trozo hasta su boca acepto de inmediato- mierda, si tú no quieres me lo como yo.
La menor rio, sin ponerle nada al té por el dulce del acompañamiento, el desayuno pasó sin despreocupaciones por parte de ambos.
Ollie y Harry discutían en la cocina sobre qué estará sucediendo.
-¿y si la guerra con los italianos explota y ellos buscan cómo huir?- sugirió el primero, Davis negó.
-no lo creo, o sea, esta la posibilidad pero si fuera así no nos mentirían- Margareth entró, interrumpiendo la discusión.
-Maggie, se sincera, ¿están buscando una casa nueva para huir en caso de que pierdan?
La estadounidense los miro terriblemente mal, negando.
-si son lo bastante tontos para pensar eso será mejor que se vayan de aquí- apoyo una mano en su cadera con seriedad, espero reacciones de ambos- no se atrevan a hablar mal de ellos cuando son los que han cuidado de sus vidas desde el principio.
Los ataco enseguida donde más les duele, Harry y Ollie se sintieron culpables, ellos eran los confidentes de los Solomons, si no demostraban confianza ¿qué les espera a los demás trabajadores?
Cuando termino el desayuno Alfie lavo sus manos, se acomodó el sombrero y abrió la puerta a la contraria.
-¡nos vemos luego!- grito, dirigiéndose especialmente a Parks.
Ambos judíos, que anteriormente estaban discutiendo, corrieron hasta la entrada.
-conduzco yo, Alfie- habló Ollie aún con el mal sabor de boca.
-anda a la fábrica y pregunta si todos están armados, en caso de que algo suceda quiero que cada trabajador tenga un arma consigo- Scarlett le sonrió al otro, Harry asintió subiéndose en el otro auto que había.
Alfred abrió la puerta y prendió el auto, Ollie se sintió desplazado al no tener alguna forma de ayudarlos, suspiro pateando una piedra, iría a ver qué necesitarían en Camden.
-vamos- acompañó a Davis yéndose en dirección contraria.
...
-¿entonces son 10 jodidas hectáreas?- Scarlett avanzó, su hermano discutía con el hombre encargado de vender la propiedad.
La casa era enorme, dos pisos, el ladrillo la hacía lucir agradable a primera vista, podría suponer que habían tres chimeneas en el interior. Considero que era demasiado grande para ellos, aunque quien se casará primero tendría la propiedad a su nombre, en un principio Alfred Solomons recibiría el terreno completo.
La entrada era decorada por arbustos secos, una pequeña escalera y una doble puerta, giró a ver cómo el mayor estaba de brazos cruzados y con la mirada baja escuchando al vendedor. Entró aventurándose al lugar.
Un pasillo largo y bien decorado era lo primero que vio, al dar unos pasos más una habitación se dejó ver, con la escalera de un tono marrón oscuro, y la alta pared que conectaba con el segundo piso, el color granate contrastaba con la madera. A su derecha había un pasillo largo y espacioso que conectaba con otras habitaciones de la casa, mientras que a la izquierda una puerta abierta dejaba ver una oficina con grandes estanterías.
Recorrió las habitaciones dándole un rápido vistazo, avanzando más por la entrada le seguía la cocina y bodega. Terminando de ver la planta baja subió por las escaleras, en los descansos de la misma había pequeñas mesas con decoraciones sutiles.
Habían varias habitaciones, tres eran las principales, las demás tenían un tamaño normal y con decoraciones genéricas.
-¡Scar!- bajo al escuchar el llamado de su hermano- ven a ver el jardín.
Al salir por la puerta trasera el verde campo se lucio con su esplendor y abundancia.
-hay un establo- aclaró el vendedor, como si ambos no pudieran ver aquella estructura desde su posición.
-¿eran ganaderos?- pregunto la fémina mientras avanzaba unos pasos más, llegándole un viento helado.
-también pasa un pequeño arroyo más al sur- el tipo la ignoro completamente, fijándose solamente en Alfie y en sus anillos de materiales caros.
Scarlett mordió su labio sabiendo que no sería respetada ni escuchada, suspiro oyendo lejanamente como seguía explicando los terrenos.
-te hizo una jodida pregunta- soltó Alfie en un susurro amenazante- ¿eran putos ganaderos?
-si, la propiedad también cuenta con algunos animales, pero si no los quieren podrán venderlos- se dirigió especialmente a la menor, con asco en su voz.
Unas preguntas más lo siguieron antes de discutirlo ambos en el salón.
-estaré a fuera en caso de que me necesiten- Scarlett se acomodó en el sillón mientras suspiraba.
-¿qué te parece?- susurró el mayor sacándose el sombrero.
-Es la sexta casa que vemos- respondió también en susurros- me gusta, hay muchas habitaciones, Harry y Ollie podrían quedarse a dormir si en algún momento lo necesitan.
El Solomons asintió, necesitaban comprar la casa rápidamente, pero se regodearían un poco al buscar una mejor en todos los aspectos, con más espacio, con muchas habitaciones y demás.
-tendríamos que contratar más personal- movió las manos dándole la razón- Maggie se encargaría de eso, ¿vamos a trabajar la tierra?
-podríamos intentar hacer vino, hay hombres que saben de eso- tocó su barba después de sus palabras- Los animales los venderíamos.
-Los caballos no- se adelanto Scarlett- tengo que saber de apuestas- le susurró más bajo aún.
Alfred no logro escuchar, pero le llamo la atención que se esté obligando a aprender cosas.
-compremos esta, llamaremos la atención.
-hay que dejar que muchas empleadas entren- Alfie apoyo su espalda en el sillón, sentándose correctamente- la jodida mudanza será larga.
-no si llamamos a algunos hombres y le pagamos por ayudar en el traslado. Hay que poner una caja fuerte, en Camden es muy peligroso colocar una.
-¿dónde, uh?
-detrás de la escalera, en el pasillo de la cocina, un mueble taparía la entrada, sino lo tapizamos- el mayor asintió contento.
-esta mierda va a funcionar- la mujer le sonrió sin ganas.
Necesitaban de la casa, luego dejar entrar a una sirvienta que sea fiel a los italianos, tenerla dentro, conviviendo y ser quien escuche las conversaciones de ambos, luego vendría la parte más complicada.
Tenía Fe de que todo saldría como tenía esperado.
...
A finales de mes se mudarían, buscarían cómo asegurar todo el perímetro, siendo la entrada y un lateral las únicas formas de entrar a dicha casa.
Mientras estaban firmando la posesión de la propiedad Alfie comenzó a cojear, intentando pasar desapercibido. Aunque Scarlett al verlo con dificultades le ayudó, estando a su lado en caso de que se debilitara y su hermano se cayera.
-aprende a conducir- le dijo el otro, con expresión de dolor, ya sin poder aguantarse- yo te enseñaré, pero primero déjame descansar.
Scar vio cómo pasaba con suavidad la mano sobre el sector afectado, con precaución de no hacerse doler, recordó lejanamente como Maggie le recomendaba una bruja, los medicamentos no le funcionan, podrían probar con algo nuevo.
-¿te duele mucho?- comenzó sabiendo que había más posibilidades de recibir un no que un si- podríamos probar con algo nuevo.
-¿con qué? Las malditas cremas ya no funcionan y...
-yo te guío, luego entramos al lugar y si quieres usamos el tratamiento- realmente no sabía cómo sería lo que les diría la bruja, pero tenía unas enormes ganas de conocerla, había oído que a varios soldados los sano a cambio de distintos deseos de ella.
Alfie confiando en su hermana aceptó, las conocidas calles de Londres lo llevaron a un lugar poco concurrido, siendo curioso para el mayor como su hermana conocía donde se encontraban a la perfección.
-¿habías venido aquí antes?- estaba dudoso, el hecho de que no conocía totalmente las calles y las personas, lo hacían entrar en nervios, desprotegido.
-con Maggie, pero yo no entre.
-¿y vamos a conocer a alguien del que no sabemos nada?- se adelantó sin bajar del auto, Scar asintió.
Bajo primero ella, el presentimiento de que todo iba a estar en perfectas condiciones la hizo suspirar largamente, sintiendo dentro de si que estaba haciendo lo correcto, le confundieron aquellas emociones de seguridad plena.
Golpeó la puerta con suavidad, a los segundos el portazo de Alfie se escuchó.
-vamos a probar cosas nuevas, si, sería una buena idea...-Alfie susurro sarcásticamente- si no abren nos vamos.
-solo tienes que tener el mismo respeto que ella te da.
¿Ella? Las mujeres suelen ser enfermeras, y claramente la puerta de tono oscuro no sería una enfermería o similares.
-¿donde estamos, Scar?
-¿quiénes son?- Alfred se callo, dejando que su hermana solucionara todo, pero no pudo evitar que los verdes ojos de la aprendiz lograran estremecerlo.
-Scarlett y Alfie Solomons, queremos que nos ayudes- la mujer de piel blanca y pulseras los observo con paciencia- Por favor.
La bruja se sintió atraída por la esencia que tenían ambos, se fijo más en la mujer, era hipnotizante como su ardor interior se consumía con una calma increíble, desvió la mirada, fijándose en como el mayor mantenía la vista en cualquier lugar que no fuera ella.
-adelante.
Abrió más la puerta, entró primero Solomons menor, Alfred todavía tenía dudas, pero siguió a su hermana. Si ella decía que funcionaria, pelearía para que así fuera, aunque no cree en que logren solucionar algo, se reiría cuando pasadas las semanas no vea mejoría alguna.
-está arriba.
La mujer exótica les señaló la escalera, Alfie se ayudó de la baranda mientras subía con lentitud.
Scarlett se sentía tan tranquila, los aromas extravagantes que sentía la relajaban de sobremanera, y la decoración de cosas que no comprendía le daban curiosidad. Veía plantas decorando el lugar, con soles en algunas paredes.
Quería descubrir todo lo que se presentará ante ella.
-Scarlett Solomons- se presentó al ver a una fémina de edad, con el pelo rizado y algunas marcas en sus brazos, con símbolos que desconocía.
-extiende tu mano, Scarlett, los dioses quieren sentirte- entreabrió los labios al sentirse extrañamente atraída, ¿lo haría? Claro que tenía ganas de hacerlo.
En aquel instante no le importó que hubieran más dioses, que su religión por todos lados le negara hacer aquella conexión. Quería tocar la mano de la hechicera y saber que le diría.
Larissa Boissieu sonrió al ver cómo Solomons tenía una batalla interna, el ambienta cálido ayudó a que se sentara frente a ella, pero el momento acabó cuando el barbudo entró, quejándose para captar la atención de la menor.
-señorita Boissieu, vinimos para que pueda ayudar a mi hermano- Scarlett presento a Alfie, la bruja se levantó del cómodo sillón, empujando al hombre para que se sentara.
-Mire, uh, yo soy judío y realmente...- Larissa lo mando a callar, Scar sonrió al ver el ceño fruncido del otro.
-por tus dolores ya deberías haber venido, Alfred Solomons.
¿Por qué le hablaba bruscamente? No se conocían lo suficiente como para que le tratase así, solo dos mujeres podían darle órdenes, y una estaba su lado.
-no soy su amigo para que me hable como la mierda, si, así que si no quieres que me vaya y te joda todo el negocio mejor trátame bien.
Rebusco entre sus pertenencias, ignorando las quejas del otro. Todos los hombres que iban a ella siempre la trataban mal, desprestigiándola y sin creer en que sanarían.
-Los ayudare, pero quiero algo a cambio.
Miro solamente a Scarlett, viendo cómo su rostro mantenía la calma en todo momento.
Las preguntas que comenzaba a circular por la mente de Boissieu era:
¿Logrará mantener la misma serenidad cuando el diablo esté frente a ella, coqueteándole y seduciéndole?
O peor aún.
¿El sosiego la llenará cuando el destino la haga actuar a sangre fría?
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Dos actualizaciones porque el capítulo anterior estuvo flojo, uno tiene que admitirlo ah xd
Pero weno, no hay mucho que decir por el momento, capítulos transitorios uwu
q les vaya bien <3