Una semana después.
Dalia.
Resultó ser que la canción fue un éxito, hasta yo misma me sorprendí por cómo las personas se enfocaban más en el ritmo que en lo que en realidad transmite una canción pero en este caso me servía para recuperar la credibilidad que hace unos años había perdido.
Ahora me encontraba en el apartamento de Kyle repitiendo la canción por segunda vez en YouTube.
—¿podemos dejar de escuchar esta basura?—reí reclamando.
—¿por qué? La letra es mala pero debo decir que te ves hermosa en ese video.
El video fue una simple grabación mía frente al micrófono de la cabina de la disquera. Resultó ser que al fin habían escuchado mis plegarias de hacer algo sencillo y no tan excéntrico para el video.
—basta, me sonrojas—sonreí.
—oh vamos, intenta negarlo y sabrás que no podrás.
—¿ah si?
—si...
Se acercó a mí y atrapó mis labios con los suyos dejando que mi espalda tocara el sofá. Rozó delicadamente mi mejilla mientras que con la otra mano acariciaba mi cintura. No voy a negar que Kyle es todo un caballero en cuanto se habla del romanticismo y me encanta eso.
—oye, no quiero escuchar esa canción mientras estamos... sería desastroso y en contra de todos mis principios.
Kyle rió.
—ya la quito.
Se levantó del sofá para apagar la televisión pero en ese momento sonó el teléfono.
—¿quién será a esta hora?—se preguntó mientras lo tomaba.
Era cierto, ya eran las dos de la mañana por lo que se hacía muy raro que alguien llamara, a no ser que fuera una emergencia.
—¿hola? Ah, Ed. ¿Newt está abajo? ¿Qué hace aquí tan tarde?
—¿Newt?
—déjalo pasar.
Okay, ya me estaba preocupando.
—¿podrías ver si Donna ya está dormida?
—¿qué hace Newt aquí?
—no lo sé pero según dijo Ed, está ebrio.
—ay no.
—no quiero que Donna lo vea así. ¿Podrías ver si está bien dormida? Yo voy a recoger unas cosas y a esconder el vodka y las cervezas del refrigerador.
—está bien.
Subí las escaleras llegando hasta la puerta del cuarto de Donna. Abrí suavemente y la encontré cubierta con las sábanas hasta el cuello y respirando bastante bien como para considerar que estaba profunda en su sueño. Bajé y en eso escuché la puerta cerrarse. Al llegar a la sala encontré a Newt tambaleándose un poco.
—¿Newt?
—¡Dalia!—dijo demasiado emocionado y después rió.
—¿qué haces aquí?—pregunté.
—si, Newt, ¿por qué estás ebrio a esta hora y en mi apartamento?—reprochó Kyle.
—es que... ya saben, ustedes son mi amada familia y quería saludarlos—rió.
—¿qué tanto tomaste?—preguntó Kyle tomándolo del brazo para que este se mantuviera de pié.
—una bebida por aquí, otra por allá y bibidi babidi bu... ¡ja!
—¿cómo es que sigues consciente?—inquirí devolviéndole lo que me había dicho la vez en que yo estaba en las mismas condiciones.
—¿sabes que si hablas más fuerte Donna puede escucharte?—bramó Kyle molesto.
—¿Donna está aquí? ¡Donna, bebé, quiero ver..!—Kyle le tapó la boca con su mano mientras Newt reía sin importar qué.
—silencio, idiota, no le gustará verte así.
—vamos a llevarlo al sofá—indiqué y tomé a Newt del otro brazo para llevarlo hasta el sofá junto con Kyle.
Lo tiramos al sofá y este se removió hipando un poco y luego soltando una carcajada.
—ahora si, escúpelo—exclamé.
Newt me sacó la lengua dejando salir un poco de saliva. Simplemente asqueroso.
—¡no en sentido literal, estúpido!—exclamé con una mueca de asco.
—¿les digo algo? No importa cuánta mierda hagamos, al final valimos madres para todo el mundo.
Kyle y yo fruncimos el ceño.
—¿de qué hablas?—preguntó Kyle.
—¡luché para tratar de callar los malditos rumores, para volver a recuperar mi carrera! ¡¿Y qué gano yo?! Desprecio y humillación.
—habla más claro por favor.
—¡mi nueva canción! Una porquería a comparación de todas las canciones. Creo que ni siquiera ustedes sabían de este maldito fracaso.
Tenía razón. No estábamos ni enterados de que Newt había sacado un nuevo sencillo y menos que le había ido tan mal como para terminar tan ebrio en el apartamento de Kyle.
—los medios dicen: Newt Easterling, el próximo artista que quedará en el olvido. Gracias por la ayuda con la relación falsa, no sirvió para una mierda.
—Newt...
Me senté a su lado intentando que se calmara pero solo se regodeaba diciendo cosas incomprensibles.
—lo intenté, intenté tener una vida digna, una sin vicios ni ambiciones estúpidas pero no funciona... nada funciona. Es como si el universo me gritara que deje de intentarlo, que no merece la pena.
—la merece. Newt, has trabajado muy duro por años y siempre hay interludios y obstáculos en el camino pero no te des por vencido.
—¿cómo esperan que lo haga? Creí que con esto mi historia mejoraría pero ahora no tengo nada. Perdí a Donna otra vez por idiota, mi carrera va en picada por idiota, volví a emborracharme porque no quiero volver a las drogas pero eso tampoco es bueno. Ya no sé qué hacer. Soy un idiota.
—bueno, no voy a decir que no eres un idiota porque básicamente lo eres pero, así no lo creas es un avance que no hayas recurrido a las drogas cuando pudiste haberlo hecho, eres fuerte, Newt. Muy fuerte.
Kyle se sentó en la mesa de centro para mirar a Newt a los ojos.
—¿recuerdas quién fue el que salvó a mi hermana ese día? ¿Quién fue el héroe? ¿Quién es su héroe?
—ya no lo soy—susurró—. La abandoné porque no tuve la valentía de estar a su lado. Pensaba que era por su bien pero ahora que lo veo... yo soy el que no está bien con eso.
—igualmente yo sigo pensando que lo eres. Algunos héroes le tienen miedo a algo, su criptonita o lo que sea, es su debilidad pero eso no les impide seguir luchando—comentó Kyle—. Las cosas no están bien para ti ahora pero, ¿por qué no tratas de creer en que mejorarán? En algún momento lo harán y si no sucede pues buscas otra forma de que mejoren. Eres un maldito héroe y que tu subconsciente no sea quien te impida creerlo, ni nadie más.
—puede que seas mi no-amigo pero sabes que siempre estaremos aquí para cuando necesites ayuda, Newt—añadí.
—gracias, no-amiga. Ahora, ¿quieren darme otra cerveza?—sonrió—. Tengo sed.
—lo que te daré será una buena taza de mi famosa sopa con sabor a agua—dijo Kyle haciendo que riéramos.
—oh no, lo que sea menos esa sopa insípida que haces—suplicó Newt dramáticamente.
—¿te parece más bien si te llevo a mi apartamento? Stella está allí hoy y ella hace la mejor sopa para que se te pase la borrachera.
—no quiero abusar, Dalia.
—siempre abusas de sus batidos, ¿cuál es la vergüenza ahora?
—estoy ebrio y... ¿ahorita canté como el hada madrina de la bella durmiente?—rió.
—ya veo porqué te avergüenzas. Dime por favor que sabes de qué cuento es el hada madrina.
—¿de Shrek?—Kyle y yo soltamos una carcajada—. ¿No es de Shrek?
—necesita esa sopa con urgencia—dije riendo.
—no puedo dejar a Donna sola—dijo Kyle—. ¿Puedes pedir un taxi?
—ya es muy tarde y no quiero salir sola. Además, ¿recuerdas lo que hablamos de Donna? Ella está dormida, no le pasará nada, debes confiar en ella.
—los llevo y regreso entonces. Toma tus cosas.
Recogí mi bolso y mi teléfono y luego Kyle me ayudó a levantar a Newt del sofá. Que larga noche, debo admitir.
Tres días después.
—mi querida, bella y hermosa, Stella. ¿Cómo estás?—alabó Newt entrando en la cocina.
—muy bien, ¿cómo estás tú? ¿Ya se te pasó la resaca que aún traías?
—la verdad es que si, no sé qué cosa habré tomado. Por poco creí que esa resaca iba a ser infinita.
—y yo creí que iba a cantar todos los días la canción del hada madrina pero no se puede tener todo en la vida—me burlé.
—¿cómo vas con las citas con tu psicólogo?—inquirió Newt.
—si lo dices para encontrar una forma de fastidiarme y burlarte créeme que no funcionará.
—lo digo para saber cómo estás.
—¿qué puedo decir? No me quejo. ¿Cómo vas con tu problema de alcoholismo.
—no me quejo—contestó encogiéndose de hombros y yo reí.
—¿para qué nos solicita mi querido hermano y la arpía de su agente?—inquirí señalando a Newt—. ¿Sabes algo, Stella?
—primero, ¿qué es esa forma de nombrar a la señorita Moyra?
—¿señorita? Ella ya está vieja, Stella.
—como sea, no tengo ni la menor idea de para qué los necesitan pero por el momento yo necesito que Newt sea mi catador hoy, hice mucha comida porque invité a Kyle y a Donna a almorzar también.
—¿invitaste a Donna?—preguntó nervioso.
—oh por favor, Newt, no va a pasar nada malo como para que te pongas así—indiqué dándole una mordida a uno de los trozos de manzana que tenía en un plato frente a mí.
—aún no entiendo cómo es que no has vuelto con ella—repuntó Stella dándole a Newt una cucharada de su sopa.
—no quiero más reproches por eso y...—probó la sopa y sonrió—, está deliciosa, no entiendo porqué desconfías de tus habilidades culinarias.
—ya llegué familia—anunció Marcus entrando a la cocina—. Y Newt.
—Newt es como parte de la familia—reprendió Stella—. Así que no lo menosprecies—Marcus y Newt rieron.
—como sea, ¿Moyra no ha llegado?
—tras de ser una arpía es impuntual, ¿oyes lo que te digo, Stella?—ella negó con la cabeza y yo reí.
—no debe tardar—añadió Newt.
Dicho y hecho Moyra apareció.
—lamento el retraso—dijo entrando en la sala—. ¿Siempre dejan esa puerta abierta?
—bueno, ya que estamos todos, ¿qué necesitan?—pregunté ignorando la presencia de Moyra.
—va a haber un concierto de caridad por las víctimas del ataque terrorista del mes anterior, la idea es recaudar dinero y necesitan de artistas que puedan atraer buen público y los llamaron a ustedes—comentó Marcus.
—paso, pierden el tiempo conmigo—respondió Newt con tono de indiferencia.
—los quieren a los dos en el concierto. Ambos cantarían en solitario y luego la canción que hicieron juntos. Eso sería todo—añadió Moyra.
—ni siquiera nos pagarán—argumenté.
—por algo se llama concierto de caridad, Dalia, no es necesario que ahora piensen en el dinero sabiendo que están viviendo una vida privilegiada a comparación de esas personas que lo perdieron todo incluyendo a sus familias—replicó Stella—. Van a ir.
—pero, Stella...
—nada de peros, dejen de comportarse como unos niñitos malcriados y empiecen a pensar en el resto de personas que necesitan de su ayuda. Ustedes saben que tienen toda la capacidad de hacerlo.
—gracias, Stella—añadió Moyra—. Chicos, sabemos que para ustedes no ha sido fácil mantener esta farsa y todo lo demás y que a Newt no le fue bien con su sencillo, pero de alguna manera podemos unirnos a apoyar a estas personas.
—puedo jurar que hasta un segundo pensé que ibas a decir que podemos sacarle provecho a esto con publicidad y eso, como eres alguien tan superficial...
—Dalia—bramó Marcus haciendo que me callara.
—lo siento—dije indiferente—. ¿Cuándo es?—si yo iba a verme involucrada en ese concierto pues Marcus también.
—los ensayos serán la próxima semana, los inscribiríamos hoy y luego irían a ensayar sonido y demás. El concierto sería en un mes.
—¿qué dices?—le pregunté a Newt.
Se encogió de hombros.
—creo que sería bueno ayudar.
—entonces sí lo haremos. Voy a hacer una llamada y ya vuelvo.
Subí a mi habitación y tomé el teléfono para marcar al número de Dante.
—¡que grata sorpresa! Dalia, ¿cómo estás?
—bien, Dante. No puedo tardar mucho así que lo diré.
—dime...
—el próximo mes hay un evento aquí en Los Ángeles, un concierto de caridad para recaudar dinero para las víctimas del último atentado terrorista.
—si, ¿y?
—tu hermana y tu deben venir.
—¿de qué hablas? No podríamos entrar ahí tras bambalinas como si nada.
—de eso me encargo yo así que pensé en algo. Eres diseñador, ¿cierto?
—supongo que si. ¿Me contratarás?
—la idea sería que nos diseñaras un traje a Newt y a mí, cuando ya estemos en el concierto te llamaré para decirte que se rompió el traje de Newt. Tú traes a Lauren y pues ahí ya estará Marcus.
—¿sabes lo difícil que será llevarla a Los Ángeles? Ella solo por una tontería como esta no saldría de Londres conmigo.
—inventa algo, yo ya planeé esto y espero que hagas un poco de esfuerzo en pensar algo para traerla—escuché que la puerta de abajo se cerró y luego la voz de Kyle saludando a todo el mundo—. Ya debo irme, Dante. Por favor intenta encontrar la forma de traerla, ambos sabemos que es lo mejor.
—Dalia, no quería acabar tu ilusión así pero... hace ya más de un mes ha estado saliendo con un tipo que conoció en la sinfónica.
—no me jodas—musité—. ¿No crees que de casualidad haya una forma en que ella lo deje y se vuelva a enamorar de Marcus?
—no lo sé, pero hay algo que vi en estos días que me dió un poco de esperanza.
—¿qué viste?
—ella traía en su teléfono una foto de ambos cuando eran niños, bueno ni tan niños, como cuando tenían trece años en la escuela.
—¡eso es un gran indicio!—la puerta de mi habitación se escuchó, de seguro Kyle había subido—. ¡Un momento! Dante, consigue la forma de traerla y me avisas, no podemos perder más tiempo. Adiós.
—Adiós, Dalia.
Colgué y abrí la puerta encontrándome con Kyle.
—hola—sonreí.
—hola, ¿por qué estás aquí encerrada?
—estaba hablando por teléfono con Dante.
—¿el hermano de...?
—silencio, ni se te ocurra decirle a Marcus.
—bien, ¿qué planeas?
—ella vive en Londres pero encontré un pretexto para traerla junto con Dante al concierto de caridad.
—¿concierto de caridad?—frunció el ceño.
—eso también. Moyra y Marcus nos inscribirán a un concierto de caridad que es en un mes.
—fantástico. Ahora creo que deberíamos bajar, Donna y Newt quedaron abajo solos con ellos y... no quiero que pase algo.
—bien.
—ah, ¿te mencioné mi gran proceso de mejora como hermano ultra protector?—dijo sonriente.
—cuéntame.
—dejé que Donna comprara un auto con su dinero y como me lo pidió, también la dejaré repetir los exámenes de conducción.
—eso es muy bueno. ¿Cómo le ha ido con sus terapias?
—muy bien, ya puede estar cerca de más personas sin que sufra un ataque de pánico, ha ido avanzando mucho y estoy orgulloso de ella. Y también de ti.
—¿de mi?—lo miré confundida.
—Stella me dijo que has progresado con tus citas con el psicólogo.
—si, al fin el señor no es malo en su carrera.
—tenías que darle una oportunidad—sonrió.
Pasó su brazo por mis hombros y bajamos las escaleras. Todos estaban pasando los platos al comedor y sentándose en sus sillas. Inmediatamente me invadió un sentimiento de familiaridad al ver a tantas personas a mi alrededor. Claro que era de familiaridad, esa es mi familia. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi boca al verlos a todos reunidos exceptuando a Moyra porque no la consideraría de mi familia ni porque estuviera loca.
—¿quién da las gracias hoy?—preguntó Stella—. Porqué siempre lo pregunto, es obvio que soy yo quien las...
—yo quiero, Stella—añadí un poco nerviosa y Stella me miró impactada pero luego me sonrió.
Nos tomamos de las manos todos juntos dejando que se formara un pequeño círculo con las personas que más quiero en el mundo, y Moyra.
—no soy de hacer oraciones pero hoy si quiero agradecer por esto. Gracias Señor porque estamos todos juntos, por la comida que has puesto en nuestra mesa el día de hoy, gracias por el progreso que hemos tenido todos aquí, por permitirnos formar de esto una pequeña familia que aunque no sea de sangre yo la siento como si lo fuera. Gracias por presentarme a estas magníficas personas y porque nos permitiste formar un gran vínculo de amor entre todos.
Al terminar miré a cada uno quienes tenían una sonrisa en sus rostros, Donna había derramado unas cuantas lágrimas al igual que Stella. Kyle acarició mi mano que estaba junto con la suya y me miró con su sonrisa de orgullo.
—ahora, ¡a comer!—comentó Newt y todos rieron para así comenzar a servirse en sus platos.
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Nota de la autora:
Aw, que conmovedor, todos menos Moyra xd. ¿Cómo han estado gente? Espero que geniales y también que les haya gustado el capítulo de hoy, si es de esa forma háganmelo saber en los comentarios.
Pd: perdón por no haber actualizado ayer pero tenía ciertos pendientes por hacer :)