Stefan
Abro la puerta de mi casa y entro rápidamente mientras en mi cabeza se repiten las imagenes de esa chica inconsciente, la mordida en su cuello y el horror de todas las personas en la fiesta.
-¿Qué está pasando?- me pregunta Zach cuando me ve entrar.
-Alguien más atacó hoy, Zach, y no fui yo- le respondo antes de subir las escaleras e ir directo a mi habitación.
Cierro la puerta con fuerza, pero me detengo en seco al ver la ventana del balcon abierta. Un cuervo entra por ella y se detiene frente a mi. En segundos siento su presencia detrás de mi, por lo que me giro para enfrentarlo.
-Damon.
-Hola, hermano- sonríe de manera sarcastica.
-El cuervo es demasiado, ¿no crees?- le pregunto cuando este comienza a volar por toda la habitación antes de salir de nuevo por el balcón.
-Espera a que veas lo que sé hacer con la niebla- murmura entrando a mi habitación para después inspeccionar todo el lugar.
-¿Cuándo llegaste?
-Quería ver tu primer día de clases- se burla mientras se detienen en el estante de mis libros.- Cambiaste tu cabello. Me gusta.
-Han pasado 15 años, Damon- le recuerdo aun tenso por no saber que esperar de él.
-Gracias al cielo, no soportaba los años 90- dice asqueado.- Toda esa moda grunge... no te iba bien.- comienza a caminar de nuevo por todo el lugar.- Recuerda, Stefan, mantente alejado de las modas.
-¿Por qué estás aquí?- voy directo al grano sin darle tantas vueltas al asunto.
Se detiene frente a otro estante antes de girarse a verme.
-Extrañaba a mi hermanito.
-Odias los pueblos chicos- señalo.- Son aburridos, no hay nada que hacer.
Se encoge de hombros.
-Me he mantenido ocupado- me asegura y entiendo perfectamete sus palabras.
-¿Sabes que dejaste vivir a esa chica?- le informo.- Algo torpe de tu parte.
-Podría ser un problema...- dice fingiendo preocupación por unos segundos antes de mostrarme su verdadera cara.- Para ti.
Lo miro fijamente por un par de segundos tratando de decifrarlo antes de insistir.
-¿Por qué estás aquí ahora?
-Yo podría preguntarte lo mismo- comienza a caminar hacia mi.- Sin embargo, tengo la certeza, de que tu respuesta cabe dentro de cuatro simples palabras: Elena y Elise Gilbert.
Aprieto mi mandibula con fuerza mientras me contengo para no reaccionar de la manera que el quiere que lo haga.
>>A mi me dejarón sin aliento- pasea de nuevo a mi alrededor.- Ambas... son idéntica a Katherine- camino hacia el.- ¿Te funciona, Stefan? ¿Estar con ellas? ¿En su mundo? ¿Te hace sentir vivo?
-Ellas no son Katherine- le aseguro.
-Eso espero. Ya sabemos cómo terminó eso- me mira fijamente.- Cuéntame, ¿hace cuánto que no pruebas algo mejor que una ardilla?
-Sé adónde quieres llegar, Damon- niego antes de intentar alejarme.
-¿No se te anotoja- me empuja para para que no le de la espalda.
-Basta- le pido.
-Hagámoslo juntos- me empuja de nuevo.- Vi a unas chicas por ahí. O mejor, dejémonos de tonterías- me empuja de nuevo.- Vamos por ellas, vamos por Elena y Elise.
-¡Basta!- lo empujo.
-¡Imagina el sabor de la sangre de ambas!- me empuja al precipicio y siento la venas bajo mis ojos aparecer al mismo tiempo que mi sed crece.- Yo lo hago, imagino como sería clavarles el colmillo, beber de ellas hasta que no quede ni una gota de sangre mientras presiono sus cuerpos contra el mio...
-¡Dije que basta!- pierdo el control y me lanzo contra el.
Atravieso la ventana y llego hasta el patio trasero de nuestra casa. Me levanto en segundos y veo a Damon detrás de mi.
-Estoy impresionado- se burla sin ningun razguño.- Te doy un seis por falta de estilo, pero me impresionaste mucho. Muy bien lo del rostro... loco- se burla.- Me encantó.
-Todo es diversión, ¿verdad, Damon?- le pregunto molesto.- Pero dondequiera que vas la gente muere.
-Es obvio.
-Aquí no- le aseguro.- No te lo permitiré.
-Eso es una invitación- me reta con la mirada.
-Damon, te lo ruego- camino hacia el.- Después de tantos años, ¿no podemos dejarlo por la paz?
-Te prometí una eternidad de miseria, simplemente cumplo mi palabra- se justifica.
-Aléjate de ellas- le ordeno.
La comisura de sus labios se alza levemente.
-¿Dónde está tu anillo?- me pregunta y bajo la vista a mi mano para comprobar que mi anillo de luz no esta.- Ah, el sol saldrá en un par de horas... y, pum, serás cenizas.
Me tenso y el solo me mira por largos segundos antes de reir y acercarse a mi.
-Tranquilo- me extiende su mano para que tome mi anillo.- Aquí esta.
Lo tomo y me lo coloco en el dedo. En segundos siento la mano de Damon alrededor de mi cuello, como hace presión para estrangularme antes de lanzarme con fuerza contra el cobertizo.
-Deberías saber que no eres más fuerte que yo- llega hasta mi en segundos.- Perdiste la pelea cuando dejaste la sangre humana. No lo intentaría otra vez.
-¡Hey!- escucho a Zach.- ¿Tío Damon?
Damon me mira una ultima vez antes de alejarse.
-¡Adiós, Zach!