Si No Veo Tus Ojos [Corrigien...

By gelyqv

37.2K 2.7K 1.5K

Camila sufre una enfermedad que le hace ver el mundo de una manera distinta, lo que la lleva a sufrir una dep... More

Bienvenid@s
SI NO VEO TUS OJOS.
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPÍTULO 4
CAPITULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPÍTULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPITULO 39
CAPÍTULO 40
CAPITULO 41
La carta de mi padre
GANAMOS
CAPÍTULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPITULO 49
CAPÍTULO 50
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 31

477 37 16
By gelyqv

Escuchar lo que mi hermano tenía para decirme fue algo un poco sorpresivo, e igual de emocionante, jamás hubiera esperado esa respuesta y esa explicación.

Tal vez un; me equivoqué, no quise hacerlo o cualquier otra cosa.

Pero no sabía cómo reaccionar, podía molestarme pero no tenía caso, si me ocultó todo, tuvo sus razones y supongo que se las respetaba.

No sabía si esa explicación me aliviaba, me hacía feliz o me aterraba. Pero de algo si estaba segura.

—¿Y bien me dirás o no? —Cuestioné.

—Está bien, está bien, no comas ansias —Contestó —Todo ésto no era lo que yo tenía planeado, las cosas se me han ido de las manos —Apenas y lo oí susurrar.

—¿Cómo Marcus? —necesitaba saber porque no le entendía nada —Explicate, porque nada me queda claro.

—Que lo que pasó no era lo que yo quería, Camila, he metido la pata, ¿No lo entiendes? —balbuceaba y aún no lograba entenderlo.

—No, no lo entiendo, será mejor si te dejas de rodeos —insistí —Que he dejado a mi amiga con el corazón desecho Marcus, ella si te quiere —le hablé claro.

—¿Y tú crees que yo no? —Esa pregunta sin duda me había sorprendido —¿Por qué crees que digo que la he cagado Camila? —Seseo.

—¿Y por qué no has hecho nada al respecto entonces? —prengunté sin pelos en la lengua.

La quería, pero había metido la pata hasta el fondo, aún no entendía el porqué, pero solo necesitaba ayudarle para que hiciera algo, luego trataría de entenderle.

—Porque no puedo —dijo cabizbajo

—¿Cómo no vas a poder Marcus? —comencé a exaltarme un poco —Debes hacer algo, y pronto.

—Yo le he dicho que no éramos nada ni lo seríamos, ahora debe estarme odiando y en realidad era lo que buscaba —habló prácticamente para sí mismo.

—¿Ahora me vienes con ésto? —me puse de pie —Ella te quiere, me has dicho que tú la quieres a ella, y que has metido la pata sí, pero debes hacer algo ¡Caramba!, la has dejado mal, no lo demuestra del todo pero es así —exploté

—Lo nuestro no puede ser, entiende —pidió.

—Ok, me he cansado, me vas a explicar ahora mismo —exigí

—Siempre la he querido ¿Bien? —comenzó su extensa explicación —No ha sido repentino mi interés en ella, solo que como siempre me comportado diferente con ustedes, como un hermano para ellas también, ella no lo ha notado —se encogió de hombros —Cuando vino a casa fue mi oportunidad, pero no pude evitar comportarme como siempre, meterme con ella, molestarla, y cuando ya estaba rojita como un tomate pues la he besado, y ha sido el beso más deseado de toda mi vida, me fui en las nubes y la deseé, la quise en mi vida.

—¿Entonces qué pasa?

—Lo intenté de mil maneras, y logré lo que quería, pero cuando ha sido así, me ha dado miedo, es tu amiga, siempre fue como una hermana para mí, en un momento temí que solo fuera una atracción, costumbre o una simple fantasía y lo he echado todo a perder a propósito —pasó sus manos por su cabello un poco ansioso.

—¿Por qué? —pregunté confundida.

—Es una linda chica, es una princesa, la mejor.  Pero ha sido un error, no puedo solo hacerla sufrir —admitió.

—¿Por qué tú la harías sufrir? — lo tomé de los hombros —Eres el mejor chico que conozco, con un corazón gigante, capaz de amar, capaz de amarla a ella —le busqué la mirada, que la tenía pérdida —Ella no es diferente, o bueno sí, un poco, pero de buen modo —sacudí mi cabeza para enfocarme —Lo que quiero decir es, que eres merecedor de su amor, y ella lo desea tanto o más que tú.

—¿De que me sirve amarla, si lo estropee? —agacha la cabeza —Ya no puedo hacer nada, es tarde.

—¿Por qué crees que no?

—Dime algo Camila, ¿Crees en las relaciones a distancia? Y más ¿En una que no tuvo buen comienzo? —lo miré más confundida que nunca.

Pero en menos de lo que cantó un gallo, lo entendí todo. Y no pude hacer más que comprenderlo.

Pero como buena hermana ¿Que más podía hacer si no era sentirme feliz?

—¿Hace cuánto tiempo pasó eso Marcus? —interrogué.

—Hace tres meses.

Claro los mismos meses que me dijo Abi, los mismos meses que habían transcurrido, y esos mismos meses en que me lo había ocultado. ¿Por qué hicieron eso?

¿Y mamá porque tampoco me dijo nada?

—¿Por qué? —lo dije tan bajo que apenas él pudo oírlo.

—Cuando ocurrió no estabas bien, siempre ibas triste, yo pensaba que Mason era un idiota, tenía algo con ella, y no quería dejarlas, a ninguna, a mamá, a ti, y a ella —suspiré porque la verdad era que lo entendía.

—Es lo mejor para tí, y sabes que nada te detenía aquí —dije sincera

—¿Y ahora? —

—Ahora, es hora de que tomes una decisión hermanito, tienes derecho a amar, pero eso es algo que no puedes rechazar —me paré y puse una mano en su hombro mirándolo compasiva —Pero te doy un consejo, quien ama no detiene, el amor no puede cortarte las alas, y la distancia no debilita, hace más fuerte.

Sabía que tomaría una buena decisión, que era inteligente y con un corazón enorme, que todo por lo que ha pasado lo ha hecho grande y solo espero que sea feliz con lo que decida.

Él había dejado su futuro de lado por mi, nunca se lo pedí y le reclamaba que no dejara todo, pero no había cómo hacerle cambiar de opinión.

La oportunidad que se le estaba dando era una en un millón, casi nunca sucedía.

Le habían otorgado una oportunidad para entrar a la Liga Nacional de Béisbol, pero fuera de Pensilvania era claro, y era ese su dilema.

Fui directo a hablar con mi madre, y cuando ella me contó todo con lujos y detalles he quedado de piedra, emocionada y orgullosa. Pero seguía preocupada por él, por la decisión que tomaría.

Según lo que sabía era que tenía un tiempo para poder irse, integrarse y que fuera todo lo que había soñado ser y lograr.

Solo quedaba esperar que tomara una decisión. Lo único que yo quería era que fuera feliz, con la decisión que tomara, y que mi amiga no quedará con el corazón desecho, porque estaba segura que no lo sabía.

Mi emoción se había desinflado al enterarme de todo por parte de Abi, y estaba furiosa con Marcus por todo lo sucedido, pero después que comprendí todo, quedé indecisa, no podía sentirme más feliz por él, pero sabía muy bien a ciencia cierta que si decidía marcharse quedaría un corazón roto y dos corazones vacíos pero orgullosos.

Mi madre y yo seguíamos charlando en la cocina mientras ella preparaba algo, siempre estaba ahi metida con algo que hacer, parecía ser su centro de atracciones, su santuario o su punto de relajación porque no salía de allí, pero cada que pudiera decidí que estaría para ella.

—¿Entonces quedaste en contacto con ella? —le preguntaba mientras ella picaba creo que unas manzanas.

—Si, no quisimos perder otra vez contacto —la veía ir de un lado a otro.

—¿Y sigue casada? —le seguía la conversación, sobre su amiga.

—Si, me contó muchas cosas, volvimos a ser como antes parece —me miró por encima del hombro y sonrió.

Se le veía diferente. Tal parecía que todos estábamos tomando nuestro rumbo.

—Ay mamá no… —me vi interrumpida por el timbre —Yo voy, espera —salí disparada hacia la puerta.

Al parecer si yo estaba de ánimo no le ponía mucha atención al problema de mis ojos, más allá de cómo veía, porque las molestias eran mínimas y eso me hacía feliz, porque al no estar en tratamiento debía ser una excelente noticia, o eso esperaba.

En cuanto abrí la puerta me encontré un ramo de rosas enorme frente a mi, y el chico que lo traía casi ni se veía, lo que me dio un poco de risa.

Y mi sonrisa me ensanchó al imaginar quién pudo haberme mandado algo así, las recibí y cuando cerré la puerta las puse en la mesa junto a ella.

—¿Quién era hija? —asomó mi mamá la cabeza por el umbral de la puerta de la cocina.

—Un mensajero, trajo esto —le señale el ramo puesto en la pequeña mesa —Ya me imagino yo quien fue —sonreí

—Ah pues revisa la tarjeta —mi mamá se acercó y sacó la tarjeta del ramo —Ten —me la pasó.

Pero la nota era pequeña, minúscula en comparación de las que él enviaba, siempre eran lo suficientemente grandes y su escrito también, para que la dificultad no fuera tanta, lo que me hizo dudar un poco y se la pasé a mamá nuevamente para que ella la leyera, ya que así no me esforzaba tanto.

—Léela por mi mamá, es muy pequeña.

—Cierto, que extraño —tuvo ella la misma confusión —Dice:

*Hoy estabas hermosa, no me has dejado opción que mirarte desde la distancia, pero no puedo quedarme toda la vida así, pienso recuperarte, porque yo sí te amo*

D.M

Cuando mi madre acabó, solo confirmé mi duda, lo que no cuadraba y ahí estaba, no era él sino Daniel, demostrando y dejándome claro que no me dejaría en paz, que sus últimas palabras dirigidas hacia mí eran totalmente ciertas.

—¿Qué es esto hija? —mi mamá hizo saber su duda.

—¿Qué más va a ser mamá? —dije caminando de un lado a otro —Es él, Daniel mamá. No me dejará en paz, bien claro me lo dejó.

—Calmate un poco ¿Si? —me tomó de los hombros —anda por un baso de agua y cálmate, al regresar me aclaras todo.

Le hice caso y fui por agua, Daniel iba a volverme loca, así solo parecía un acosador, yo nunca conocí ninguna faceta extraña de él, hasta la última vez que nos vimos y ahora eso.

¿Qué podía pensar?

—¿Mamá puedes deshacerte de esas Rosas? —dije entrando una vez más a la estancia sin apartar la mirada de mi vaso.

—¿Por qué? ¿Quién te las trajo? —levanté la vista muy despacito porque sabía muy bien de quién era esa voz.

No podía haber quedado en una peor situación.

Continue Reading

You'll Also Like

315K 25.4K 46
A veces, el amor se cruza en tu camino cuando menos te lo esperas. A simple vista, Elian lo tiene todo. Médico de emergencias, lleva una vida ordena...
6.3K 810 10
"Porque todos tenemos sueños aunque algunos de ellos sean inalcanzables." Kyle Broflovski ha decidido ir con su familia de vacaciones, aunque desearí...
135K 29K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...
64.6K 4.8K 55
Cuando mi madre entró por aquella puerta, y me dio aquella noticia, me desmayé. Un matrimonio forzado haría que una alianza hiciera del reino que gob...