Narrador
Días después de esa batalla, los vampiros y los Lircay acordaron vivir en paz y olvidar el pasado. El puente que los unía ya no existía la división y podían ir libremente de una tierra a otra.
Los humanos que habían sido desposeídos volvieron a sus hogares por los mismo vampiros y Lircay. Todo lo sucedido en la ciudad era un desastre, pero los humanos sabían levantarse y todo lo que había pasado para ellos era algún extraño virus que volvía a las personas violentas, pero todo volvía a la normalidad poco a poco.
Los Lircay habían aceptado que los Lircay exiliados volvieran, muchos tenían familia y se reencontraron, Luke fue aceptado con su esposa Mérida y sus dos hijos, Isaac era el más feliz, por que por fin volvería a estar con su hermano.
Por otro lado Macario también volvió al castillo, donde su sorpresa fue más grande al ver a su mujer, Aurora. Los dos se dieron un abrazo y se besaron después de tanto tiempo. Pero ese tiempo no podía durar tanto, Aurora no podía quedarse por mucho tiempo, tenía que volver con los suyos, podía bajar, pero no quedarse, eso entristeció a Juliana, quería estar más tiempo con su madre, Valentina estaba a su lado.
Hicieron un cementerio cerca, en una área abierta, como los cuerpos de Sonja y Alice no estaban, con pequeñas rocas formaron un altar con sus nombres, pero enterraron los cuerpos de algunos Lircay que habían muerto en batalla, entre ellos Aaron.
Jasper dejó una rosa roja sobre el altar de Alice, el chico tenía una enorme pena en el corazón, se estaba despidiendo de ella, se iría lejos, lo más lejos posible, no podía seguir ahí, sus amigos sabían y trataron de convencerlo, pero no lograron nada. Beso la roca que tenía el nombre de su novia y se perdió en la oscuridad del bosque.
7 años después
Juliana
Años habían pasado y muchas cosas sucedieron durante ese tiempo.
Los Lircay y nosotros nos llevábamos más que bien, muchos si hicieron amigos, pero siempre molestaban a los Lircay por su particular olor a perro mojado, la verdad yo nunca olía nada, Val olía muy bien a mi parecer.
Hubo un tiempo en el que mamá bajaba bastante, se escapaba de vez en cuando, papá era el más feliz, aprovechaban muy bien el tiempo que tenían, hasta que dejó de hacerlo y no supimos el por qué.
Lena mi amiga se fue a vivir con Kara a su departamento, la rubia se volvió una reconocida periodista y todos querían saber quien era su misteriosa novia. Lena odiaba las cámaras y para evitar sus preguntas los hipnotisaba. Pero era muy feliz con ella, por fin mi amiga había encontrado el amor.
Y no me lo van a creer, pero una nueva parejita surgió; Derek y Selene llevan 4 años de relación y tienen un pequeño de 3 años llamado Tom. Fue una pareja curiosa. Al principio no se llevaban bien, tenían un humor que solos ellos entendían. Un día Val los encontró en un momento íntimo y lo negaron todo y estuvieron dos semanas alejados, luego de eso volvieron y nos comunicaron que eran novios. Derek era el gobernado por Selene, aunque el decía que no, pero si lo era y Val estaba de acuerdo conmigo. No se casaron, tal vez no querían o no era tiempo, o quien sabe.
Mientras Val y yo si nos casamos, fue una boda sencilla con amigos, entre ellos también los centauros, estos últimos volvieron a confiar, pero aún se escondían, obviamente por los humanos, aquellos que se adentra a lo más profundo del bosque, pero nosotros los ayudamos y alejarlos de ellos.
Con Val después de casarnos decidimos vivir en la cabaña, era bastante acogedora y la verdad yo quería llenarla de niños, si era posible. Cada día amaba más a Val, era el amor de mi vida, nunca dejaría de admirar su belleza, su nobleza, su fuerza, y su energía, siempre tiene energía y nunca se cansa de hacer el amor conmigo todas las noches, así es, todas las noches, en todo lugar y de todas las formas, la verdad no me quejo, me encanta.
* * *
Era medio día y caminaba por el bosque, me detuve cuando oí ramas crujir a mi alrededor, mire para todos lados, no había nadie y seguí caminando. Cinco pasos más, el ruido otra vez, mire arriba, veía una sombra sobre las ramas, era muy rápida, la comencé a seguir, era más rápida que yo, pero no me iba a ganar, corrí y corrí lo más que podía hasta que llegué a un área abierta con un cesped de un lindo color verde y rodeado de hermosas flores. Volví a oír el ruido, me gire y mire al cielo, no me dio tiempo de ver quien era cuando ya lo tenía encima de mi estómago.
-¡Ay! —me queje, oí su inconfundible risa —. Pesas mucho —le dije, volvio a reír.
—Eres muy lenta mami —aun con su bella sonrisa —. Le diré a mamá —yo la mire desde mi posición en el suelo.
—Estoy envejeciendo, supongo —le dije, rio divertida, se movió y se sentó al lado, yo también me incorpore —. Tu mamá me matara, Alice —le dije al verla toda sucia, y con hojas en su cabello azabache alborotado. Alice tenía 6 años, salió a mi, en el cabello y en los ojos, pero su piel era blanca como la de Val y tenía su sonrisa, su hermosa sonrisa. Mi esposa la había bañado hace más o menos tres horas atrás y ahora conmigo era un desastre.
—No Mami, yo te voy a defender —dijo mostrando sus colmillo y sus ojos anaranjados, yo sonreí.
—Será mejor volver, mamá ya debe de estar en casa —le dije, ella asintió —. Vamos, sube —me puse en cuclillas y me agache más, enredo sus piernas en mis hombros, me levante mientras ellas tenía sus manos en mi cabeza para sujetarse, yo la tenía sujeta de las piernas, pasamos por las flores, tomé algunas y se las pasé a Alice.
—No compraras a mamá con flores —me dijo recibiendolas.
—No pierdo nada con intentarlo —le dije y seguimos comandando.
Llegamos y baje a Alice para que corriera hasta la casa, yo fui tras ellas a paso lento. Entre.
—Amor —la llame, no contestó, recorri la casa, nada —. Al parecer aún no llega — le dije, hizo un adorable puchero, estaba al lado de la puerta, miró hacia afuera y sonrió.
—¡Ahí viene! ¡Mamá! —grito y salió corriendo a recibirla, si era cierto, venía con una sonrisa en el rostro, también salí de casa para recibirla, al ver a nuestra hija se detuvo, pero su semblante cambió al verla, me puse al lado de mi hija.
—¿Qué te pasó, Alice? —preguntó al verla toda sucia.
—Mami fue —me acuso apuntandome con el dedo. Mi propia hija me traiciona.
—¿Qué pasó con "yo te defenderé mami"? —la imite, ella solo levantó los hombros.
—Juliana —me miró, su cara no era de buenos amigos —. Ahora tu te encargarás de bañarla —sentenció, no estaba nada feliz, siguió caminando pasando por mi lado, ni siquiera me dio un beso, sentí la mano de Alice, la mire.
—Daselas —me pasó las flores que había cortado, las tomé y asentí y camine con Alice de la mano.
—Val —la llamé, se detuvo y se giro, aun estaba sería, me acerque sin soltar a Alice —. Son para ti —le mostré las flores y sonreí, las miro y las tomo, no dijo nada y entro a la casa, agache la cabeza.
—Lo siento, no pensé que se iba a enojar tanto —se disculpo haciendo un puchero, la cargue y le deje un beso en cada mejilla.
—No es tu culpa —le dije.
—Mamá a estado muy rara últimamente —me dijo.
—Si, pero ya se le pasará. Ahora vamos para que te bañes —soltó un bufido y yo sonreí y entre con ella en los brazos, pase por la cocina para poder ir al baño, Val estaba ahí de espalda, frunci los labios y seguí mi camino.
* * *
—No me gustan los vestidos —dijo enojada Alice con los brazos cruzados mientras peinaba su largo cabello, le llegaba casi a la cintura y lo tenía muy liso.
—A tu mamá si le gusta —le dije mientras le hacía algunas trenzas —. ¡Listo! —dije cuando termine.
—Están geniales Mami —dijo mientras se tocaba —. ¿Vas hablar con mamá? —preguntó al ver que me levantaba, yo asentí —. ¿Y si le digo que fue mi culpa y así ya no está molesta contigo?
—No te preocupes —le dije, bese su frente y salí de su habitación.
Tome un poco de aire y camine, el humor de Val en este mes es algo cambiante, bipolar. Llegue hasta la cocina y entre, las flores que les di estaban en agua en el mesón donde a veces comemos las tres, rodie ese mesón y me puse a su lado, estaba secando unos cubiertos.
—Val, yo...
—Lo siento, Juls —se disculpo, guardo los cubiertos y me miro, su semblante ya no era serio.
—No tienes que disculparte, yo a veces actuó como una niña con Alice —le dije, coloque un mechón tras su oreja y acaricie su mejilla, ella negó con la cabeza.
—Mis cambios de humor tienen un motivo —me dijo, la mire extraña y a la vez asustada —. Tranquila, no es nada malo — me dijo —. Estoy embarazada, Juls, tengo tres meses —abrí los ojos mas de lo normal.
—¿Vamos hacer mamás de nuevo? —le pregunté, aun no lo creía, ella asintió con una sonrisa, la abrace y la levante unos centímetros del suelo y di algunas vueltas, luego la baje lentamente y la bese apasionadamente, metí mi lengua dentro de su boca y acaricie la suya y ella la mía, ladeo la cabeza para intensificar el beso, pegue mi cuerpo al suyo.
—Que asco —dijo una pequeña voz, nos separamos y reímos y las dos miramos a nuestra pequeña — Yo nunca besare a nadie —sacó la lengua, las dos nos acercamos donde ella sigilosamente y la miramos divertida —. ¿Por qué me miran así? —preguntó asustada —. ¡No! —pero antes de que pudiera escapar la agarramos y empezamos a besar toda su cara y algunas cosquillas, luego nos separamos —. Más asco —dijo mientras se limpiaba la cara.
—Alice, tu Mami y yo tenemos algo que decirte —le dijo Val.
—¿Qué sucede? —preguntó nos miró a cada una —. ¿Se van a separar? —preguntó triste —. No se separen. Puedo dejar que me besen todo lo que quieran y me llenen la cara de baba —miro a Val —. Mami no quería sacarme, pero yo incisti, quería jugar con ella —tenía los ojos húmedos.
—No estoy enojada con Mami, pequeña —seque una lagrima que caía por su mejilla —. Y tampoco nos vamos a separar. La amo mucho, nunca me separaria de ella —me miró y me sonrió —Lo que queremos decirte, es que... Vas a tener un hermanito o hermanita —nos miró a las dos con el ceño fruncido para ver si mentiamos, pero solo sonreímos, su semblante cambió y sonrio.
—¿Voy a tener un hermanito o hermanita? —las dos asentimos —. ¿Le puedo enseñar a correr y saltar?
—Podrás enseñarle todo lo que tu quieras, serás su hermana mayor, pero lo más importante es que la cuidarlas, ¿verdad? — le preguntó Val, ella asintió, nos beso y nos dio un gran abrazo, las tres estábamos muy felices y pronto vendría otro miembro a la familia.
Nueve meses después nació el pequeño Bill, el si salió a Val, la piel, el cabello y los ojos, era un pequeño muy hermoso y Alice estaba enamorada de él, lo cuidaba mucho, era muy sobre protectora. Bill también tenía en su espalda las marcas de sus alas, Alice no nació con ellas. Al cumplir un año aprendió a usarlas, siempre se le escapaba a Alice usando sus alas, era un niño muy traviesos, más traviesos que mi hija.
Los cuatro éramos muy felices, todo estaba tranquilo y en paz y espero que siga así para siempre y espero también que la familia siga creciendo. Bese a Val en ese campo florido mientras nuestros hijos se divertian, bueno, al menos uno.
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Ahora si este es el final de la historia. Gracias a todos por leerla y darle su apoyo.
Ahora continuaré con el fic Ese Amor, que está en su etapa de drama.
Saludos y besos a todos
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Chio 🐾🐾🌈