❛VUESTRO DÍA DE SUERTE ❜
MARATÓN 5/7
EL VIERNES FUE UN DÍA DESASTROSO PARA TODOS LOS SENTIDOS PARA VENUS. DRACO SE HABÍA TOMADO REALMENTE ENSERIO LO DE CUIDAR DE VENUS, y como compartían las mismas asignaturas se tiró todo el día cargando con ella.
A Venus no le importaba las miradas que le dedicaban los demás alumnos, hacia bastante tiempo que ya no le preocupaba esas cosas. Lo único que no le hacia gracia era tener que ser dependiente del chico o sus amigos para cualquier cosa, ya que cuando había intentado caminar sola había sentido un gran dolor en el tobillo.
Por la tarde, Draco y Venus se encontraban en el campo de Quidditch. Delante de ellos un grupo de ocho personas los miraban entusiasmados.
Venus los conocía a todos, y aunque la mayoría parecía tener más músculo que cerebro, no quiso empezar la prueba con pensamientos tan negativos.
Le fastidió en gran grado que no hubiera ninguna chica, pero tenía que reconocer que las chicas de Slytherin eran bastantes tontas, y no les gustaba mancharse las manos.
Draco le había traído un pequeño banco a Venus para que estuviera más cómoda. El chico llevaba puesto su uniforme de Quidditch y Venus tenía que evitar quedarse mirando como tonta hacia el. Se veía realmente caliente con ese maldito uniforme.
—Bien —habló Draco con voz firme llamando la atención de los ocho chicos—, como ya sabréis Venus ha tenido un accidente y no podrá jugar el día de mañana. Por lo que necesitamos un sustituto, quien consiga el puesto se quedará ya para el resto del año en caso de que se produzca algún otro problema, así que no solo estáis optando por un puesto de guardián, sino también para buscador.
Todos los chicos asintieron bastantes satisfechos por la declaración del rubio.
—Hoy es vuestro día de suerte, chicos —comenzó a hablar Venus—. Vais a poder jugar para vuestra casa y deberéis dejarla en buen lugar. No me gustan las trampas, así que si veo a alguien intentando conseguir el puesto por medio de ellas, esta fuera.
—El capitán es Malfoy, él debería de marcar las normas no tú —soltó un bufido interrumpiéndola uno de los chicos de la primera fila.
Venus alzó una ceja, y no fue la única sorprendida, pocos eran los que se atrevían a contradecir a Venus.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Venus.
—Tom Cline.
—Bien, Tom Cline, —repitió Venus con burla el nombre del chico—, te diré una cosa. Si estoy aquí es porque alguno de vosotros vais a ocupar mi puesto. Y créeme que no quiero que ningún idiota como tú vaya a jugar por mi y hacer un estropicio solo por creerse mejor que nadie. Llevó en el equipo desde segundo curso, creo que tengo más competencia que tu para decir como se debe jugar o no —espetó Venus con los brazos cruzados—. Creo que sino fuera buena jugadora no seguiría en el, ¿no crees?
—Si yo le chupará la polla al capitán, por supuesto que también estaría en el equipo.
Todo se quedó el campo se quedó en silencio.
—¿Qué cojones has dicho? —siseó Venus.
Pero Draco reaccionó más rápido que el tal Cline, se acercó a él y le asestó un fuerte puñetazo en la nariz tirándolo al suelo.
—¿¡Qué has dicho!? —gritó furioso mientras intentaba golpear de nuevo al chico, Crabbe y Goyle que también estaban allí se acercaron rápidamente a coger a Draco para impedir que lo golpeara de nuevo—. Largate de aquí, si no quieres que te mate.
Draco lo dijo con tanta frialdad que hasta a Venus se le erizaron los bellos de los brazos.
—¿Te sientes ahora más hombre, Cline? —preguntó Venus con voz impacible demostrando que el comentario no le había molestado en absoluto.
El chico se fue furioso del campo recibiendo más miradas mortíferas por parte de Draco.
—¡Escuchadme muy bien, panda de capullos! Venus tiene tanto poder de decision en el equipo como la que más, no voy a permitir que le falteís el respeto de esa manera, ¿esta claro? —todos asintieron rápidamente a las palabras de Draco.
—Bueno, después de esta maravillosa demostración de lo que no se debe hacer para entrar a un equipo de Quidditch, ¡a jugar! —gritó Venus—. ¡Moved esos culos señoritas, tenemos mucho que hacer!
Los chicos comenzaron a prepararse mientras Draco se acercaba a Venus.
—¿Estas bien? Sabes qué eres una gran jugadora, ¿cierto? No debes escuchar lo que ese capullo diga.
—Estoy bien, y no me preocupa en absoluto lo que ese idiota diga. Solo no me gusta que me traten como si fuera inferior al resto.
—Y no lo eres, Rosy. Eres la persona más fuerte y capaz que conozco. Y nadie debería tratarse así por ser una chica —inquirió Draco aún molesto cogiendo la barbilla de la chica—. Eres mucho mejor que todos nosotros.
—Hablaremos de esto más tarde, ¿sí? —dijo dejando un beso en su mejilla agradecida.
Draco asintió y con su ayuda, subieron hacia las gradas para observar como jugaban.
En general el nivel era bueno, y sabían realizar tácticas en equipo, cosa que era bastante importante. Pero lo que más le gusto a Venus es que aportaban ideas sobre jugadas que podían hacer.
Tras un par de partidos amistosos en lo que pusieron aprueba sus habilidades, Draco dio por finalizada las pruebas al ser casi la hora del almuerzo.
—Me habéis sorprendido gratamente —comenzó a decir Venus—. El nivel es bastante alto, y aunque me gustaría daros un puesto a todos vosotros. Solo podemos quedarnos con dos.
—Hemos decidido que tendremos un suplente para dos puestos —Draco tomó la pequeña libreta donde había estado apunto cosas—. Bletchley te quedas con el puesto de guardián, cubrirás a Venus en el partido de mañana.
—Harper serás el buscador suplente —enunció Venus—. A los demás, muchísimas gracias por venir a las pruebas. Os tendremos en cuanto para las pruebas del año que viene. Lo habéis hecho muy bien.
—Harper, Bletchey —llamó Draco—, el entrenamiento será hoy a las cuatro.
Ambos chicos asintieron y con una gran sonrisa se marcharon del campo.
—Creo que esto se nos da bastante bien.
—Definitivamente —artículo Venus con una sonrisilla ladina.
[...]
Venus se encontraba pintando frente al fuego. Las mantas le cubrían hasta arriba. Se encontraba realmente relajada, mientras el lápiz bailaba por la página de su cuaderno.
Hacia mucho tiempo que no se había parado a dibujar, y realmente se arrepentía porque no recordaba lo bien que se sentía al hacerlo.
Habían pasado casi todo el día en el campo de Quiddith con el equipo y habían terminado el entrenamiento a la hora de la cena.
Venus se había escabullido de Draco para no ir al Gran Comedor, no le apetecía cenar nada en absoluto. Tenía los nervios que revoloteaban por su estómago como si fueran un dragón. Incluso si ella no jugaba le importaba ese dichoso partido.
Alguien entro a la Sala Común llamando la atención de Venus, que saco su cabeza de entre las mantas para observar a dicha persona.
Theodore Nott caminaba con una sonrisa y con un plato a rebosar de comida. Venus alzó una ceja.
—¿Adónde vas con eso? —inquirió Venus acomodándose para dejar sitio a Theo—. ¿Piensas tener una comilona en la madrugada?
—Es para ti —comentó dejando el plato en la mesa—. Hoy no has comido nada. En realidad, llevas toda la semana sin comer bien.
—He comido contigo todos los días.
—Si, es cierto, pero remover la comida en el plato no es comer exactamente.
—Eres peor que Draco, ¿sabes?
—¿Esto es por él? —preguntó con cuidado—. ¿Es por lo de la marc...?
Venus tapó la boca de Theo para que parara de hablar.
—¿Qué diablos te pasa? —susurró Venus—. No puedes decir esas cosas tan alto aquí.
—Entonces es por eso —dijo pasándose la mano por el pelo.
—En parte.
—¿Y qué es lo otro?
—Ares —confesó volviéndose a adentrar a entre sus mantas—. Me mata pensar en él.
—¿Sabes algo de Ares?
—Lo mismo que tú.
Venus soltó un sonoro bufido que sacó una mueca en el rostro de Theo. Cogió las mantas y se metió detrás de estas, quedando tumbado al lado de Venus.
—Hey —dijo Theo intento de soñar casual.
—Hey —dijo en el mismo tono Venus.
Ambos rieron levemente.
—A veces sueño con él, ¿sabes? —comentó Venus con una sonrisa tranquila—. Que estamos juntos. Los cuatro. Mi tío, mi padre, Ares y yo. Estamos en el campo, no hacemos mucho pero se nos ve felices.
—Suena bonito.
—Lo es, o por lo menos así se siente.
—¿Has intentado ir a verle?
—Remus lo está intentando, lleva todo el verano hablando con gente.
—Parece que te quiere.
—¿Tú crees?
—Nadie movería cielo y tierra por alguien al que no tiene aprecio —dijo Theo con simpleza—. Además es complicado no cogerte cariño —añadió con gracia.
—Lo sé. Soy impresionante.
Una carcajada se escapó de los labios de Theo a la vez que las mantas que los envolvían desaparecieran de encima de ellos.
Liz y Blaise los miraban molestos.
—¿Y a vosotros qué os pasa? —inquirió Venus.
—Os parecerá bonito, ¿no?
Theo y Venus se miraron confundidos.
—¡¿Estáis haciendo una pijama sin nosotros?! —espetó Liz cruzándose de brazos.
—La fiesta todavía no ha empezado, Elizabeth —dijo Theo cogiendo la mano de la rubia y tirando de ella—. Solo estábamos calentando motores h alimentándonos bien.
—Tengo algo de whisky de fuego debajo de mi cama —dijo Blaise con entusiasmo.
—Entonces, ¿a qué estamos esperando? —dijo Draco que acababa de entrar a la Sala Común.
—Nuestro querido hurón nos honra con su presencia —se burló Liz.
Draco rodó los ojos y se apoyó en la pared.
—No empieces Liz, estoy de buen humor.
—Eso si que es raro —se burló también Venus—. Tendréis que beber sin mi —añadió levantándose con las mantas—, yo me voy a dormir.
Draco la miró con sorna y antes de que pudiera reaccionar cogió a la chica como si fuera un saco, echando su cuerpo en su hombro.
—¡Oh, venga ya! —se quejó golpeado su espalda—. Bájame.
—De hecho, estoy pensando en dejarte aquí toda la noche, desde aquí puedo apreciar tu trasero realmente bien, preciosa.
—¡Draco! —dijo Venus sonrojada.
Se dirigió hacia su habitación aún con Venus protestando. Giró un poco su rostro para ver a sus amigos.
—¿A qué esperáis? —preguntó— ¿A una invitación?
Blaise, Theo y Liz le siguieron rápidamente. Los cinco chicos tuvieron una noche fantástica, una noche como las que solían tener antes tan a menudo.
Todos disfrutaron de estar con sus mejores amigos, sin Voldemort, ni misiones absurdas, ni madres locas.
Solo ellos intentando ser adolescentes normales.
[...]
Draco se despertó con un profundo dolor de cabeza y un peso sobre su pecho. Venus descansaba sobre el con la boca abierta.
Un pequeño hilo de saliva descendía por su barbilla, mojando levemente la camiseta de Draco.
Solo una palabra describía a Venus en esos momentos. Tierna. Venus se veía realmente tierna con la baba caída y sus brazos alrededor del pecho de Draco.
Lo abrazaba con fuerza y eso le encantó a Draco. Se veía tan pura y radiante en esos momentos, como un mismísimo ángel.
Sentía una extraña paz que le envolvía, y deseaba profundamente que no se fuera.
Miró la hora en su reloj que descansaba en su muñeca. Era temprano, pero se sorprendió al saber que había dormido toda la noche.
Draco pensó que sería debido a la gran cantidad de alcohol que había consumido a moche. Aunque una gran parte de él, sabía que su tranquilidad aquella noche se debía a la muchacha que dormitaba sobre su pecho.
Se levantó con cuidado y se dispuso a darse una ducha que le ayudara a terminar con la fatiga que tenía.
Salió casi veinte minutos después con el uniforme puesto. Sobre la cama le esperaba una Venus ya despierta, pero parecía somnolienta mientras se pasaba las manos por los ojos como si fuera un bebe.
—¿Listo para el partido?
—Si —dijo sonriendo emocionado.
Hacía tiempo que no se sentía así por nada. Venus sonrió de igual forma por su emoción.
—Entonces demuéstrales a todos de lo que los Slytherin somos capaces.
[...]
—¡VAMOS DRACO! —gritó con fuerza Venus desde las gradas.
El partido iba siendo ganado por los Ravenclaw por 10 puntos y aunque la ventaja era mínima si Draco atrapaba la snitch, Slytherin ganaba el partido.
Venus aplaudía entusiasmada, no había nadie que amaba más el Quidditch que Venus Rosier. O bueno, tal vez Blaise Zabini.
—¡¿BLETCHEY QUÉ MIERDAS ESTÁS HACIENDO?! ¡POR LOS CALZONES DE MERLÍN PARA LA MALDITA QUAFFLE SI NO QUIERES QUE TE LA META POR EL CULO!
—Estás asustando a los de primero, Blaise —le dijo Theo divertido.
—Y más asustados van a estar si no ganamos —espetó Venus levantándose un poco, esa mañana se había levantados con menos dolor en su pie—. Van a conocer mi ira.
Entrecerró los ojos y entonces la vio. Abrió los ojos a más no poder.
—¡DRACO! —gritó asustando a un chico de segundo que había delante—. ¡DRACO ESTUPIDO HURÓN ALBINO! ¡LA SNITCH!
Draco pareció escuchar Venus porque descendió en picado a toda velocidad. Todos los Slytherin se acercaron al borde para observar al rubio que peleaba contra la buscadora de Ravenclaw, Cho Chang.
—¡VOY A MATARTE COMO DEJES QUE LA ESTUPIDA DE CHANG COJA LA SNITCH! —gritó Venus.
—Sigo sin entender si entusiasmos pero me niego a que esa perra gane —Liz se acercó a su mejor amiga para apoyarla—. ¡VAMOS HURÓN QUEREMOS NUESTRA VICTORIA! ¡O SI NO IREMOS A CORTARLE EL PELO A LA CHINA!
Blaise soltó una carcajada mientras Theo regañaba a Liz por meterse con la chica.
Draco estiró el brazo y a punto de caerse de la escoba atrapó la snitch para la felicidad de su casa que gritó con entusiasmo.
—¡ESO ES! —celebró Venus abrazando a Blaise que la alzó en el aire.
—¡SI! —gritó Liz.
—¡ESO ES PERRAS AQUÍ MANDA SLYTHERIN! ¡PODÉIS VENIR A OLERME EL CULO TODAS VOSOTRAS ÁGUILAS SABELOTODOS!
Para sorpresa de Venus y Blaise, Theo beso a Liz. Liz miró sorprendía al chico cuando se separó de ella.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó sorprendida aún.
—La emoción —musitó con una enorme sonrisa.
—¡Por Salazar! No me quiero ni imaginar el día que ganemos la Copa —dijo cogiendo las mejillas del chico y besándolo con entusiasmo.
—Dejemos a los tórtolos solos, vamos a buscar a Draco —dijo Blaise ayúdanos a Venus a bajar de las gradas con velocidad.
Draco se les acercó con una sonrisa cuando lo vio bajar y abrió los brazos hacia Venus cuando la vio ir hacia él cojeando.
—¡La has cogido! —dijo Venus feliz—. ¡Lo has hecho!
—Te dije que lo haría, preciosa.
Ese día Draco se olvidó del armario y se dejó llevar por la felicidad. Se olvidó de la marca de su brazo y de su misión. Y al igual que la noche pasada se dejó llevar, celebró con todos los de su casa por la victoria. Abrazo, beso y rio con Venus como si solo fueron dos simples enamorados.
Como si solo importara eso.
✨
Estoy bastante enfadada.
Después de como tres horas la profesora se dignó a hablar conmigo, y la muy hija de su mama me dijo que me había suspendido la asignatura porque le había escrito poco el examen.
Le escribí como dos folios, ¿qué mierda quería?
Pero lo peor de todo es que la tipa me dice que lo que había escrito estaba todo bien.
En fin, las universidades de España.
Tremenda chapa os he soltado, sorry pero necesitaba soltarlo todo.
🖤